Características del gato Savannah

El Savannah es una nueva raza de gato doméstico híbrida entre algunas razas de gatos domésticos y los servales americanos (Leptailurus serval).

Estos últimos son animales salvajes que viven en la sabana (de aquí el nombre de la especie híbrida), con lo cual apenas poseen problemas de salud, lo que supone un beneficio a la hora de hibridar.

El gato Savannah es una raza híbrida

Además, al mezclar dos especies diferentes los descendientes adquieren lo que se llama el “vigor híbrido”, que los hace más resistentes a enfermedades típicas de las razas de sus progenitores. Sin embargo, no suelen responder bien a los medicamentos, ni a las vacunas o anestesias.

Peculiaridades del gato Serval

Posee un cuerpo estilizado y alto, unas patas largas, orejas grandes de base anchas y puntas ligeramente redondeadas y un pelaje manchado que lo asemejan a los leopardos. Pero el tamaño y peso depende de la mezcla realizada por el criador.

Estos animales son muy sociables con las personas y otros animales y se integran fácilmente en la familia. Poseen una gran inteligencia y lealtad hacia los dueños, pudiendo llegar a ser entrenados como los perros tanto con órdenes simples como sentarse o tumbarse como para acciones complejas como encender una luz o abrir puertas.

Son curiosos (les gusta salir al exterior a pasear), juguetones y les encanta el agua. Un rasgo propio de esta especie es que emiten una especie de silbido parecido a la alerta de una serpiente.

Esta especie se encuentra de moda en países como Estados Unidos, permitiéndose su tenencia en muchos de los estados y estableciendo leyes estrictas para ellos en otros.

En España comienza a aparecer esta moda y se obliga a poseer el permiso de núcleo zoológico para tenerlo. Sin embargo, Gobiernos como el de Australia ha prohibido su importación por el peligro real que supone la introducción de una especie exótica para las especies autóctonas.

Precio del gato Savannah

Estos gatos son de los más caros del mundo, costando aproximadamente 4.500 euros. Esto es debido a los pocos criadores que existen, dado el coste de los cuidados que requiere un serval y a lo complicado de conseguir el apareamiento de estos con gatos.

Una vez conseguido un híbrido de serval y gato, se mezcla con otro gato (obteniendo un híbrido de segunda generación que posee aproximadamente un 29% de serval en sus genes), y ese resultado con otro gato (siendo éste de aproximadamente 16% genética serval) y así hasta llegar a la generación 4, que es considerado un Savannah SBT o “puro”, cuyos machos suelen dejar de ser estériles.

Muchos Savannah son cruzados de nuevo con gatos, disminuyendo la cantidad genética de serval, pero los SBT son más predecibles en cuanto a tamaño y personalidad, aunque sigue influyendo el tamaño y temperamento de sus progenitores híbridos.

Sin embargo, esta moda puede suponer varios problemas. Dejando aparte el tema de que no todos los criadores de animales los tienen en las condiciones adecuadas y éticas, el hecho de meter en una casa o piso a un gato de esas características puede ser peligroso para ellos y para sus dueños.

Un gato de tal tamaño necesita un lugar apropiado donde ejercitar sus músculos, más incluso cuando su genética no lo ha adaptado aún a pasear tan sólo dos o tres veces al día. Además, su genética salvaje, pese a encontrarse en proporciones pequeñas, puede salir a la luz sin que podamos preverlo.