Por qué y cómo bañar a un perro
Perro cachorro siendo bañado
Foto: Shutterstock

Por qué y cómo bañar a un perro

Hasta ahora había prevalecido el criterio de que era suficiente bañar al perro un par de veces al año porque las formulaciones agresivas de los champús y jabones domésticos provocaban una alteración de las condiciones normales de la piel, siendo los problemas dermatológicos aproximadamente el 20% de las visitas veterinarias.

A todos los propietarios de perros les encantaría que su compañero canino estuviera siempre limpio, fresco y brillante. Pero a la hora de la verdad, asear y preparar al perro no siempre da el resultado esperado. Una buena opción es ir a menudo a un peluquero canino,  pero incluso así es necesario ocuparse de algunas cuestiones de aseo para poder tener una mascota cuidada y reluciente.

¿Por qué hay que bañar al perro?

Comparte con nosotros hogar, cama, coche… no es ya una animal que vive en casa, si no que se ha convertido en un miembro más de la familia y por extensión su salud e higiene repercute en la nuestra. Los modernos champús deben satisfacer varias demandas:

  • Higiene: El baño ayuda a eliminar cuerpos extraños de origen vegetal (espiguillas, cardillos…), polvo o cualquier suciedad adherida al pelo. Estos champús de mantenimiento se hacen aún más necesarios en perros urbanos, que presentan mucha más suciedad debido a la polución y más agentes contaminantes presentes en el suelo.
  • Terapia: la eliminación de parásitos, descamaciones, costras, alergias o para ralentizar la velocidad de renovación de la piel (los champús queratorreguladores).
  • Para no destruir, e incluso restaurar, la microflora que mantiene la capa hidrolipídica equilibrada y evita infecciones.

En ocasiones, el mal olor del perro parece no desaparecer nunca, y es que los malos olores que desprende un perro pueden venir ocasionados por distintos motivos que hay que tener muy en cuenta, como por ejemplo, un mantenimiento inadecuado del pelaje del animal, mal aliento o flatulencias, entre otros motivos.

Es muy posible que si tu perro lleva más de un mes sin bañarse simplemente se trate de un problema de higiene, pero en aquellos casos en los que después de haber sido bañado y estar reluciente sigue oliendo mal, pueden ser por problemas de tipo médico como problemas de hígado, diabetes, mal funcionamiento de los riñones, infección en los oídos, seborrea, así como mala dentadura o encías, entre otras opciones.

  • Secreción de grasa excesiva: una de las razones que pueden provocar mal olor en tu mascota es el exceso de secreción de grasa. Generalmente, la piel de los perros posee unos poros mucho más abiertos que los de las personas, y es una piel más grasosa, lo cual les ayuda a protegerse de las infecciones. Cuando se baña a los perros con demasiada frecuencia (menos de 15 días), no llevan a una dieta equilibrada, si empleas champús o perfumes humanos, puede producirse un descontrol en la piel que cause mal olor.
  • Falta de higiene: aquellos perros que no son bañados con la suficiente frecuencia pueden desarrollar mal olor. En función de la época del año y la temperatura, es recomendable bañar al animal con frecuencia quincenal o mensual con champús que sean específicos para su piel. Lo más aconsejable es también lavar perfectamente todos los objetos de tu perro cada semana (peluches, juguetes, cama), así como aquellos lugares con los que el animal entre en contacto (suelo, sillones, paredes).
  • Secado deficiente: cada vez que bañes a tu perro es importante que lo seques correctamente, no dejando en ningún caso que se seque al sol o al aire. Es clave sacar todo el exceso de agua después de bañarle con una toalla y después hacer uso del secador, empleando únicamente aire tibio o frío, pero nunca caliente. Es vital cuidar su secado, ya que las bacterias se reproducen muy rápidamente con el pelaje húmedo.
  • Seborrea: la piel de pun perro debe estar firme, lisa, sin rojeces, caspa, acné, costras, etc., en caso contrario es importante que acudas a tu veterinario de confianza, ya que podría sufrir un problema de seborrea o cualquier otro problema dermatológico.

¿Con qué frecuencia hay que bañar?

Los avances químicos han permitido conseguir que las nuevas formulaciones de los champús para perros respeten la fisiología de su piel, logrando una correcta limpieza sin dañar sus defensas, y además protegiéndola.

La higiene es muy importante, tanto para los animales como para los humanos que conviven con ellos. Por lo tanto, una buena higiene evitará con seguridad una gran cantidad de problemas posteriores. La frecuencia de aplicación va marcada por el tipo de pelo, las condiciones de vida del animal, el tipo de enfermedad de la piel a tratar y del tipo de champú utilizado.

Una aplicación cada 4 a 6 semanas es el mínimo para el mantenimiento básico. De hecho, un animal debe ser lavado cuando está sucio, incluso cada semana si es necesario. Algunos champús terapéuticos pueden usarse todos los días al comienzo del tratamiento y luego, gradualmente, se aplicarán una o dos veces a la semana.

¿Qué cualidades debe tener el champú?

Las cualidades de un champú, deberían ser:

  • Limpiador y suave, que no irrite ni reseque la piel.
  • Con un pH similar al de la piel del perro (6.5 a 7.2), y por lo tanto evitar los champús de uso humano, más ácidos e inapropiados.
  • La modulación de la producción de escamas y de los aceites de la piel.
  • Hidratante (emoliente) a fin de conservar la capa hidrolipídica en perfecto estado.
  • En champús medicados buscaremos un principio activo para resolver el problema específico: antibacteriano, antifúngico, antipruriginoso, antiparasitario o queratorregulador.

Particularidades por razas

Algunas razas, como el schnauzer, el cocker inglés o el teckel, presentan comúnmente una seborrea casi fisiológica que les predispone a complicaciones infecciosas por bacterias, y a menudo complicadas con levaduras. Por consiguiente, estos animales requieren el uso regular de champús queratorreguladores y muy hidratantes para prevenir este transtorno y las consecuentes infecciones de la piel.

Se debe dejar actuar el champú unos 10 minutos para hidratar bien la capa córnea de la epidermis de un perro de pelo largo, frente a los 5 minutos en un perro de pelo corto.

Ayudarle a disfrutar del baño

Al principio, el perro puede estar ansioso ante la presencia del peluquero canino, porque no está acostumbrado a ser manipulado en áreas sensibles, como el hocico, los ojos, las orejas, las patas, la cola o la ingle. Para ayudar a aliviar el estrés de ser manipulado por el peluquero canino es interesante tener en cuenta lo siguiente:

  • Elimina el estrés del traslado haciendo de este una experiencia agradable y/o procurando alguna experiencia desestresante y liberadora para el perro antes de visitar al peluquero canino.
  • Entrena al perro para que se deje tocar y ser manejado en zonas sensibles. Enséñale diferentes señales para que se tranquilice y relaje, recompensándole cada vez que esto ocurra.
  • Haz una visita al peluquero canino para que el perro se familizarice con él y con el lugar, sin que en esa visita se le haga nada.
  • Identifica los aspectos específicos de la experiencia de aseo que incomodan a tu perro y busca alternativas.
  • Si fuera necesario, usa un bozal para el perro.

Es muy importante no obligar ni forzar al perro a entrar en la bañera. En su lugar, es mejor persuadirlo con golosinas y elogios, sin perder la calma y manteniendo la paciencia.

Tampoco ayuda usar agua fría. En su lugar, es mejor usar agua tibia. En algunos casos también ayuda que el perro no esté presente cuando se está llenando la bañera, ya que a algunos perros les estresa el sonido del agua cuando se prepara su baño.

Otra cosa que puede ayudar es no mojar la cara del perro con el agua de la bañera. Esto es algo que a las personas nos encanta, pero que puede disgustar a los perros. En su lugar, limpia su cara con un paño húmedo, y deja la cabeza para el final, haciéndolo poco a poco, para que se vaya acostumbrando, hasta el punto donde no se empiece a impacientar.

¿Usar un secador eléctrico?

El secador eléctrico es completamente seguro para secar al perro tras el baño, siempre que tengas en cuenta algunas precauciones de seguridad.

Para empezar, la boquilla debe estar a unos centímetros del pelaje de tu mascota y debes mantener el secador en movimiento para no quemar al perro. Además, la temperatura debe ser lo más baja posible.

Cómo bañar un perro en casa

La idea de bañar al perro en casa dista mucho de ofrecer una imagen agradable en algunos casos. Pero lo cierto es que a los perros hay que bañarlos. Existe la opción de acudir a un peluquero canino profesional, que es más cómoda y también más higiénica, ya que no solamente se ocupa del baño, sino también de otras tareas de higiene importantes para el animal.

Pero en ocasiones, por capacidad económica u otros motivos, es necesario ocuparse del baño del perro en casa.

Ahora bien, la complicación o el estrés que puede generar el baño no debe ser una excusa para no bañar al perro con la frecuencia que este requiere para mantenerse limpio y sano. Vamos a explicarte cómo bañar al perro en casa paso a paso para que la tarea sea lo más llevadera posible.

  1. Cepilla al perro antes de bañarlo, para eliminar la mayor cantidad de polvo y suciedad. Esto es especialmente importante en perros de pelo largo, para evitar enredos. Con el pelo mojado es muy complicado eliminar los enredos, por no decir imposible, en algunos casos.
  2. Reúne todos los elementos que necesites de antemano para no tener que dejar al perro solo y para que el baño sea más rápido. Esto también te ayudará a estar más tranquilo y no transmitir estrés al perro. Recuerda utilizar cosméticos formulados especialmente para perros, y evitar los formulados para humanos. Entre estos elementos nos deben faltar toallas y alfombras.
  3. Vístete con ropa adecuada.
  4. Puedes usar bañera, un cubo grande, un fregadero… dependiendo del tamaño del perro. Los perros grandes necesitarán una bañera, que puedes llenar con un poco de agua. Los perros más pequeños pueden bañarse en fregaderos o cubetas. Puedes bañar a tu perro tanto en interior como en exterior si hace buen tiempo.
  5. Cuando bañes al perro, asegúrate que el lugar está libre de corrientes de aire. Usa agua templada para que sea más agradable y se asuste menos.
  6. No llenes demasiado la bañera para bañar al perro, para que no corra riesgo de ahogarse.
  7. Quita todo aquello que pueda romperse o provocar un accidente, como cortinas o accesorios de baño de humanos.
  8. Sujeta al perro mientras lo bañas, incluso cuando lo bañes en exterior. Para ello puedes solicitar ayuda de alguien, sujetarlo o usar arneses especiales diseñados para esto, igual que se hace en la peluquería canina.
  9. Coloca algodón en las orejas del perro para evitar que le entre agua en los oídos. También puedes protegerle los ojos con algún aceite especial o lágrimas artificiales.
  10. Utiliza algún elemento para coger agua y esparcirla sobre el perro con suavidad, para que no se asuste.
  11. Primero hay que mojar el pelaje. Luego, aplicar el champú, enjabonando al perro con las manos. Después, hay que dejar actuar el producto (según indicaciones del fabricante) y aclarar.
  12. Deja que el perro se sacuda el agua a placer. Esto hará que se sienta a gusto y facilitará el secado. No olvides quitarle los algodones de los oídos si no los ha expulsado al sacudirse.
  13. Seca al perro con una toalla. Es un buen momento para felicitar al perro, hacerle unos arrumacos y jugar un poco con él.

¿Y si el perro odia los baños?

Puede haber muchos motivos por los que tu perro odia el baño. Puede ser el sonido o la sensación del agua corriendo. O tal vez el problema es que no le gusta la sensación de tener agua en los oídos o los ojos. También es posible que tu perro haya tenido una mala experiencia con jabón en los ojos o con agua demasiado caliente o demasiado fría, o simplemente no le gusta la sensación de un pelaje mojado. Algunos perros simplemente no son perros de agua.

Para contrarrestar una experiencia negativa o una aversión a las sensaciones del baño, debes tener cuidado y consideración para crear asociaciones positivas y minimizar las negativas. Además, es importante no perseguir a tu perro antes de bañarlo, ya que esto puede parecer un juego divertido para tu perro y reforzar el comportamiento.

Estas son algunas consideraciones que puedes tener en cuenta si tu perro odia los baños:

  • Temperatura del agua: así como el agua en el exterior está demasiado fría, la temperatura del agua en el interior puede estar demasiado caliente para que su perro se sienta cómodo. Para un baño exitoso, usa agua tibia pero no abrasadora.
  • Amortigua el suelo resbaladizo de la bañera: para muchos de los perros que odian el baño en la bañera, uno de los problemas es que se resbalan y se sienten inseguros.  Eso les puede provocar ansiedad. Por lo tanto, antes de comenzar a bañarlo, coloca una alfombra o incluso una toalla en el fondo de la bañera para evitar que el perro se resbale.
  • Quita el cabezal de la ducha o evita el grifo: el sonido del agua corriendo por el cabezal de la ducha o el grifo puede ser muy ruidoso y darle miedo al perro. De hecho, si tu perro odia el baño, puede que no sea el agua, sino los sonidos de la hora del baño lo que le asuste. En lugar de abrir el grifo mientras su cachorro está en el baño, llena uno o dos baldes con anticipación y vierte suavemente el agua sobre el perro según sea necesario.
  • Entrena a tu perro: el olfato de los perros es mucho más sensible que el nuestro. Un jabón demasiado perfumado puede abrumarles.  Mejor elige una versión sin perfume o ligeramente perfumada que esté específicamente formulada para caninos. Y recuerda: nunca bañes a tu perro con champú o gel de baño para humanos.

Recuerda que cuánto más divertida consigas que sea la sesión de baño, más fácil será que el perro se deje bañar y más fácil y limpio será hacerlo. Y si esto te resulta demasiado complicado o engorroso, acude al peluquero canino.

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