Seborrea y perros con mal olor
Lavando el pelo de un perro
Foto: Shutterstock

Seborrea y perros con mal olor

Muchos perros hoy en día sufren de enfermedades de la piel. Es habitual acudir al veterinario porque el perro sufre picazón en la piel, conocido como prurito. De hecho, la picazón del perro es la principal queja asociada de todas las visitas veterinarias por un problema de la piel.

Los rasguños persistentes pueden consumir la vida de un perro, manteniendo a la mascota y al dueño despiertos toda la noche. Hay que tener en cuenta que los perros con picazón pueden desarrollar lesiones cutáneas secundarias, infecciones y pérdida de cabello debido al trauma de los dientes y las uñas en la piel, por lo que es importante dar con una solución.

Problemas en la piel de los perros

Alergias

Las alergias son una causa muy común de picazón en la piel y se pueden dividir en tres categorías principales: pulgas, ambiente y comida. Si bien las picaduras de pulgas causan una irritación transitoria, tanto a las mascotas como a las personas, los perros con una verdadera alergia a las pulgas son hipersensibles.

Una mordida puede ser suficiente para provocar un ataque sistémico de rascado. Las pulgas pueden ser todo un desafío, ya que requieren el tratamiento de todas las mascotas domésticas y del medio ambiente. La parte positiva es que, una vez que las pulgas estén bajo control, también lo hará la picazón.

La alergia ambiental, o atopia, es otra gran categoría de alergias caninas. Los alérgenos se pueden inhalar o absorber directamente a través de la piel. Los perros pueden requerir inyecciones para la alergia o medicamentos regulares para mantenerlos cómodos durante la temporada de alergias.

Las alergias alimentarias que causan enfermedades de la piel son mucho menos comunes que las dos primeras alergias. Las alergias alimentarias generalmente se desencadenan por una reacción de hipersensibilidad a una proteína que el cuerpo identifica erróneamente como una amenaza. La única forma de diagnosticar una alergia alimentaria es a través de una estricta dieta de eliminación.

Llagas y puntos calientes

Otras causas comunes de prurito (picazón en la piel) son parásitos externos como ácaros y pulgas (en perros no alérgicos) e infecciones bacterianas primarias. Los puntos calientes, o dermatitis húmeda, a menudo se ven en el perro y se pueden propagar muy rápidamente.

Si detectas alguna llaga roja y pegajosa en tu perro, debes acudir al veterinario a que lo evalúe antes de que empeore.

Pérdida de pelo

Puede ser muy difícil diagnosticar con precisión la pérdida de cabello en perros sin un examen y diagnóstico veterinario. La pérdida de pelo en los perros puede ser causada por diversos problemas, desde parásitos hasta la enfermedad tiroidea o la enfermedad de Cushing, un trastorno suprarrenal.

El examen físico cuidadoso y la historia del perro pueden dar pistas esenciales para ayudar a un veterinario a decidir si la pérdida de cabello del perro se produce como consecuencia de un trastorno sistémico.

Piel seca y pelaje sin brillo

Además de la administración médica específicamente para el problema diagnosticado de una mascota, la mayoría de  responden bien al manejo nutricional. Los perros con piel seca o una capa sin brillo, por ejemplo, a menudo mejoran con dietas o suplementos que contienen niveles optimizados de ácidos grasos omega-3 y omega-6.

Los ácidos grasos omega-3, a menudo provenientes del aceite de pescado, juegan un papel importante en la reducción de la inflamación. También son clave en el mantenimiento de la integridad de la piel del perro como barrera, reduciendo la pérdida de agua y reforzando la fortaleza de las células de la piel.

Es muy frecuente que en nuestra práctica diaria, los veterinarios, nos encontremos con perros que presentan la piel grasienta y maloliente.

Esta presentación clínica se describe a menudo como «seborrea», y se ha utilizado en la literatura dermatológica veterinaria durante muchos años. El término proviene del latín científico seborrhea, vocablo compuesto por sebum (sebo, grasa) y el sufijo griego rrhoia (flujo) que significa literalmente «flujo de sebo”, aludiendo al exceso de producción patológica en la cantidad del sebo cutáneo.

A su vez, tradicionalmente se ha utilizado “seborrea seca” para identificar a los animales que presentan la piel seca y escamosa, pero no debería usarse ya que sólo es apropiado utilizar el término seborrea para aquellos ejemplares con piel grasienta, que puedan o no tener exceso de descamación. Actualmente es preferible emplear el término de trastornos queratoseborreicos para englobar a todos los procesos, los grasientos y los secos.

La seborrea grasa

Los dermatólogos veterinarios clasifican la seborrea grasa en primaria o secundaria, es decir, como consecuencia de otra alteración de la piel. La seborrea primaria sólo se diagnostica después de haber descartado otras causas de seborrea.

Los springer y cocker spaniel, west Highland white terrier, setter irlandés y basset hound son razas en las que se sospecha que tienen seborrea primaria idiopática, pero no se conoce con exactitud por qué ocurre, aunque presumiblemente sea debido a una elevado ritmo en la tasa de renovación epidérmica (unos ocho días en vez de veintiuno).

En cambio, la seborrea secundaria es muy común en perros con una infestación de ectoparásitos (como la sarna sarcóptica y la demodicosis), trastornos endocrinos (por ejemplo anomalías de las hormonas sexuales o hipotiroidismo) o alergia (dermatitis atópica, hipersensibilidad a los alimentos o hipersensibilidad a la picadura de pulga) en los que también se desarrolla, además de varias lesiones cutáneas, una cierta crasitud de la piel combinada con mal olor. En estos casos será esencial diagnosticar la causa primaria a fin de corregir definitivamente el problema.

La piel se presenta inicialmente eritematosa, a menudo con la presencia de lesiones primarias como pápulas o pústulas (infección bacteriana concurrente) y con el tiempo se convierte en hiperpigmentada, engrosada y puede ser cubierta por escamas cerosas de color amarillento a menudo combinadas con infecciones por hongos como la Malassezia pachydermatis. Estas infecciones también contribuirán a la producción excesiva de sebo y a su mal olor característico.

Los perros afectados pueden presentar cuadros de mucho prurito e inicialmente las lesiones pueden estar limitadas a las zonas ventral del cuello, las axilas y las ingles, aunque puede afectar a cualquier otra parte del cuerpo. Un típico olor rancio a menudo acompaña a este cuadro tan característico. Al diagnóstico se llega con el examen clínico y citológico de la piel.

Champuterapia antiseborreica

En primer lugar hay que buscar la causa y tratar de manera específica el problema. Sin embargo, en peluquería canina podemos emplear champuterapia con productos antiseborreicos que ayudarán a controlar la seborrea, dando un poco de alivio al paciente y, además, va a mejorar rápidamente la condición de la piel y a reducir el mal olor y la untuosidad.

Las propiedades fundamentales que requiere un buen champú antiseborreico son, que desengrase y además sea queratoplástico y queratolítico. Los principios activos más comunes en estos champús suelen ser, o bien solos o bien combinados:

  • Peróxido de benzoilo: alto poder desengrasante y además reúne propiedades antibacterianas. En alta concentración tiene muy buena actividad antibacteriana pero puede ser irritante en algunos perros y es mejor no utilizar en pacientes con piel muy inflamada. Puede blanquear los pelos.
  • Azufre: desengrasa y regula la renovación epidérmica de la piel. Se cree que tiene también actividad antipruriginosa. A menudo se combina con el ácido salicílico y su asociación parece proporcionar una mejor actividad queratoplástica y queratolítica, así como cierta actividad antifúngica.
  • Lactato de etilo: se metaboliza en la piel en etanol y ácido láctico. Tiene actividad queratolítica y antibacteriana, aunque menor a otros ingredientes como el peróxido de benzoilo o la clorhexidina.
  • Ácido salicílico: es un buen queratolítico y queratoplástico. También ayuda a abrir los poros de la piel obstruidos. Presenta cierta acción antiinflamatoria directa y buena actividad antipruriginosa, que puede durar de dos a tres días. Presenta también ciertas propiedades antibacterianas.
  • Sulfuro de selenio: es un agente queratolítico muy eficaz, pero el uso prolongado al bañar al perro puede causar sequedad de la piel.
  • Productos naturales: algas marinas, extracto de granada, aloe vera, romero o caléndula, se suelen añadir por sus efectos calmantes, hidratantes, antiinflamatorios e incluso queratoplásticos.

Frecuencia de baño

La frecuencia de la champuterapia dependerá de la gravedad de las lesiones e indicaciones del veterinario en caso de que las haya. Normalmente se lleva a cabo cada dos o tres días a lo largo de tres semanas, y luego el intervalo suele aumentarse, teniendo en cuenta que puede tardar varias semanas, hasta meses, para restablecerse la normalidad de la piel.

Se recomienda un tiempo de contacto del champú sobre la piel debidamente mojada, de cinco a quince minutos, dependiendo del principio activo usado y aclarar después con agua abundante a unos 25º de temperatura. Luego secar siempre con expulsor.

A menudo los perros con seborrea se tratan con champús de amplio espectro para cubrir las propiedades antibacterianas, antifúngicas y antiseborreicas, y frecuentemente se administra también antibioterapia sistémica y suplementos a base de vitamina A, ácidos grasos omega 3 y, en casos excepcionales, como en la dermatitis seborreica, se les administra tambien corticoterapia.

De todas formas, si los propietarios están dispuestos a seguir la pauta de bañar al perro dos o tres veces por semana y el can coopera, la aplicación de un solo producto como un champú específico antiseborreico puede reducir el abuso de antibióticos, disminuyendo así el riesgo de resistencia bacteriana.

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