Los caniches son perros inteligentes, activos, ágiles, fáciles de entrenar, ansiosos por aprender, extrovertidos y complacientes con la gente. Además, no sueltan tanto pelo como otras razas, lo que no deja de ser una característica interesante a tener en cuenta.
Sin embargo, el pelaje del caniche requiere alto mantenimiento. Incluso si no se opta por estilos de cuidado elaborados, el pelaje naturalmente rizado del caniche requiere un cepillado constante y corte frecuente para mantenerlo.
No tener esto en cuenta puede dar lugar a dolorosas afecciones de la piel. En el mejor de los casos podemos acabar con un caniche «esquilado» como una oveja ante la imposibilidad de eliminar todas las esteras y enredos sin dañar la piel sensible del perro.
Consejos para el cuidado del caniche
Hay algunas cuestiones sobre el cuidado del pelaje del caniche que conviene tener en cuenta. Para empezar, la piel de caniche es realmente pelo: es más suave que la piel de la mayoría de los perros y crece continuamente.
Además, es importante considerar que los cachorros tienen el pelo muy suave y que a menudo crece ondulado en lugar de rizado. Pero esto durará poco, porque el pelo pasa de cachorro a adulto entre los 9 y los 18 meses de edad, aunque algunos consiguen su pelaje adulto completo hasta que cumplen tres años.
También hay que saber que, aunque los caniches mudan el peso, su pelo rizado de adulto atrapa el cabello suelto para que no se caiga. Esto es una buena noticia. Para contrarrestar esta ventaja, este pelo suelto se convierte en esteras y enredos a menos que se lo arregle continuamente.
Otro dato que hay que saber es que los caniches adultos tienen una capa gruesa, densa, áspera, de una sola capa de cabello muy rizado que varía desde rizos suaves hasta los llamados cordones.
En general, se recomienda el aseo profesional al menos cada 3 a 6 semanas para perros adultos y cepillarlos y peinarlos casi a diario para su mantenimiento.
Corte y arreglo del caniche
Para el arreglo del caniche son necesarias las siguientes herramientas: carda, peine, corta nudos, cortaúñas y tijera recta, tijera curva y tijera de esculpir.
Antes del lavado hay que cepillar bien el manto del caniche con la carda y después aplicar un desenredante líquido para evitar roturas de puntas.
Una vez hecho esto, es necesario lavar al perro con champú de volumen, acondicionador y añadir una mascarilla durante el secado. También hay que cepillar en húmedo con peine para terminar de eliminar el nudo.
Una vez que el pelaje esté seco se realizará el arreglo convencional de uñas, limpieza de oídos, ojos, glándulas, etc. Es importante arreglar las almohadillas y los zapatitos, dependiendo de la medida de corte de pelaje en las patas, se podrán dejar las manos peladas o trabajarlas con forma redonda.
En el corte comercial no hay un estándar definido, sino que se trabaja cortando con medidas limpias higiénicas y seguras para el manto del perro.
Para comenzar se marca a tijera recta de cruz a grupa la línea de lomo. Para ello es recomendable ayudarse de un peine para levantar. Después se comienza a reducir los cuartos traseros y se hacen las patas traseras en forma tubular.
Cuando ya se tenga la medida y una percepción general de cómo queda el tubo se podrá hacer una mano pelada con la 1.8 mm o cortarla redondeándola a una medida igual a la del tubo.
A continuación se realiza el corte por el lateral, reduciendo con la curva para delinear la caja torácica. Una vez que esté realizada la zona lateral y se hayan igualado las patas delanteras con las traseras, se arreglará la cara pelándola con la misma 1.8 o dejándola redonda a gusto del cliente.
Las orejas hay que dejarlas definidas y esculpidas redondas o más cortas según cliente. El rabo de inicio es pelará con la 1.8 mm también y se le dará forma de pompón.
En cualquier caso, para los caniches, ya sean toy, enano, mediano o gigante, se pueden probar un buen número de cortes de pelo, sin importar su tamaño. Se les puede hacer corte de verano, de pelo corto, moderno, holandés, inglés, león e incluso cupcake.
