El dolor de hombro es uno de los problemas más comunes que se ven en las consultas de osteopatía. El primer problema suele ser aclarar exactamente qué tipo de dolor es y dónde duele, puesto que el hombro es estructura complicada.
Tiene tantos enlaces a otras estructuras cercanas que la verdadera causa debe buscarse cuidadosamente. De hecho, el hombro suele manifestar dolores reflejos y estar implicado en otras dolencias.
Si la fuente es la articulación en sí (o sus tejidos blandos locales), el dolor se acumulará al usar el brazo (por ejemplo, llegar a lo alto de una estantería, ponerse una chaqueta, cepillarse el pelo, etc.). En este caso, el dolor generalmente está en la parte superior del brazo y puede extenderse por todo el brazo. Este tipo de problema es bastante común y responde bien al tratamiento osteopático y a un programa de ejercicios.
Sin embargo, muchas veces el problema no está realmente en el hombro mismo. Puede ser un problema articular en la zona de las costillas, debajo del omóplato. A veces tiene que ver con el cuello o hay un problema de tensión en los músculos grandes en esta área.
Dolor de hombro referido
Otras veces el problema del dolor de hombro es lo que se conoce como dolor referido, que significa que existe un problema en otra parte del cuerpo que no sea donde siente el dolor. En ocasiones se produce dolor abdominal irradiado a hombro izquierdo, pero las causas del dolor referido en el hombro pueden ser las siguientes:
- Problemas abdominales, como cálculos biliares o pancreatitis.
- Problemas pélvicos, como un quiste ovárico roto.
- Problemas cardíacos o de vasos sanguíneos en los que el dolor se siente con mayor frecuencia en el brazo y el hombro izquierdos, como un ataque cardíaco o inflamación alrededor del corazón (pericarditis).
- Un problema pulmonar, como neumonía, donde se puede sentir dolor en todo el hombro, el área del omóplato, la parte superior del pecho, la parte superior del brazo, el cuello y la axila. El dolor generalmente se siente en el hombro del mismo lado que el problema pulmonar.
- Otras afecciones, como el herpes zoster (culebrilla), la enfermedad de Paget o el síndrome de salida torácica.
- Otros problemas, como el gas de la cirugía abdominal laparoscópica o el aire que ingresa a la vagina bajo la presión de algunos procedimientos ginecológicos.
- Problemas relacionados con el estómago o con el hígado.
Dolor de estómago y brazo izquierdo
En este punto es importante hablar del diafragma. El diafragma es una estructura musculotendinosa muy interesante en términos de la distancia que refiere su dolor al hombro. Además, muchas vísceras (pulmón, esófago, estómago, hígado y páncreas) pueden referir el dolor al hombro a través del contacto con el diafragma. La porción central del diafragma puede referir el dolor al hombro.
El dolor en el hombro relacionado con este tipo de problema se siente con mayor frecuencia en las porciones superior o posterior del hombro. La parte superior del brazo y las porciones anteriores del hombro no son áreas comunes de dolor referido para el diafragma. Normalmente, el paciente no tiene quejas de dolor en la región del diafragma, a menos que sufra un trauma o una tensión musculoesquelética en los tejidos circundantes.
El estómago puede referir el dolor al hombro a través del contacto con la porción central del diafragma, y lo mismo el hígado.
Un osteópata siempre estará alerta a la posibilidad de una causa visceral de dolor en el hombro. Si se trata del lado izquierdo, los problemas cardíacos serán lo primero que se debe tener en cuenta. Si los problemas están del lado derecho, puede haber un problema en el sistema digestivo que hace referencia al dolor de hombro.
Diagnóstico osteopático del hombro
El diagnóstico osteopático del hombro es un proceso crucial para identificar las lesiones que pueden estar causando dolor o limitación en la movilidad de la articulación. En presencia de una radiculalgia cervicobraquial, el osteópata debe verificar la integridad total del segmento raquídeo correspondiente, así como los componentes de las líneas matemáticas del cuerpo humano a la que pertenece y también con las que se relaciona.
Test de abducción de articulaciones
El test de abducción de las articulaciones escapulohumeral, acromioclavicular y escapulotorácica evalúa la capacidad del hombro para realizar el movimiento de abducción, que es la elevación del brazo en un plano lateral alejándolo del cuerpo. Este test se realiza con el paciente en posición de pie o sentado, y se le pide que eleve el brazo en el plano de la escápula mientras el terapeuta sujeta la clavícula y la escápula para evitar el movimiento compensatorio.
La interpretación de los resultados del test de abducción de las articulaciones escapulohumeral, acromioclavicular y escapulotorácica depende de la presencia o ausencia de dolor y la cantidad de movimiento ejecutado por el paciente. Si el paciente no presenta dolor y logra realizar la abducción del brazo hasta los 180 grados, se considera un resultado normal. Si el paciente presenta dolor o no logra hacer el movimiento completo, se debe investigar la causa de la restricción y el dolor.
Test de flexión o antepulsión
El test de flexión o antepulsión de las articulaciones escapulohumeral, acromioclavicular, esternoclavicular y escapulotorácica evalúa la movilidad y estabilidad de estas articulaciones en relación con la flexión anterior del brazo.
Para realizar este test, el paciente se coloca de pie, de espaldas al terapeuta, con los brazos relajados a los costados. El terapeuta posiciona sus manos sobre las clavículas del paciente y pide que el paciente eleve sus brazos hacia delante, manteniéndolos rectos. El terapeuta evalúa la movilidad y estabilidad de las articulaciones a medida que los brazos se elevan, prestando atención a la simetría y la presencia de dolor o incomodidad.
La evaluación de la movilidad de la articulación escapulohumeral se basa en la capacidad del paciente para levantar el brazo por encima de la cabeza sin inclinar el tronco hacia un lado o sin elevar el hombro contrario. Si el paciente es incapaz de realizar esta acción, puede indicar una restricción en la articulación escapulohumeral.
Test de extensión o retropulsión
El test de extensión o retropulsión de las articulaciones escapulohumeral y escapulotorácica es una técnica utilizada en osteopatía para evaluar la movilidad y detectar posibles restricciones o dolores en estas articulaciones. Para llevar a cabo este test, el paciente se coloca en posición de sedestación o bipedestación, y el terapeuta se sitúa detrás del paciente, apoyando una mano sobre el trapecio y cogiendo la muñeca con la otra mano.
Durante la técnica, el terapeuta lleva el brazo del paciente en extensión o retropulsión, de adelante hacia atrás, evaluando la movilidad de las articulaciones escapulohumeral y escapulotorácica. La interpretación de los resultados se basa en la detección de posibles restricciones o dolores que puedan indicar una lesión en las articulaciones evaluadas.
Test de abducción-rotación externa
El test de abducción-rotación externa es una prueba utilizada para evaluar la movilidad y posible lesión en la articulación del hombro. Para realizar el test, el paciente se coloca en decúbito supino con el brazo en abducción de 90 grados y la muñeca flexionada. El terapeuta estabiliza la escápula del paciente con una mano y con la otra toma el brazo del paciente y lo rota hacia fuera.
La técnica del test de abducción-rotación externa es simple y consiste en aplicar una fuerza de rotación externa sobre el hombro del paciente mientras se mantiene la abducción de 90 grados. El terapeuta debe observar y registrar la cantidad de rotación externa lograda por el paciente. Una disminución en la rotación externa puede indicar una posible lesión en los músculos del manguito rotador o una lesión en la articulación glenohumeral.
Test de movilidad de la articulación escapulohumeral
a movilidad de la articulación del hombro y determinar si hay alguna restricción en su rango de movimiento. Para realizar el test, el paciente debe estar sentado con los pies apoyados en el suelo y el terapeuta debe estar detrás de él.
En primer lugar, se evalúa la movilidad de la articulación escapulohumeral mediante la flexión y extensión del brazo del paciente, mientras el terapeuta sostiene el húmero y el paciente mantiene el codo extendido. Posteriormente, se evalúa la movilidad en abducción y aducción, con el brazo del paciente en posición lateral y el codo doblado a 90 grados.
Durante la prueba, el terapeuta debe evaluar la calidad del movimiento y la amplitud de la articulación, así como la presencia de dolor o restricciones. Es importante que el paciente mantenga una postura adecuada y que se realice la prueba de forma suave y controlada para evitar lesiones o dolor adicional.
Los resultados del test permiten al terapeuta evaluar la movilidad de la articulación escapulohumeral y determinar si hay algún tipo de restricción. Si se detecta alguna restricción, el terapeuta puede proceder a realizar otras pruebas para determinar la causa subyacente de la restricción y elaborar un plan de tratamiento adecuado.
Técnicas de palpación y movilidad
Además de estos test, se pueden llevar a cabo técnicas de palpación y movilidad para identificar asimetrías o limitaciones en las articulaciones esternoclaviculares. También es importante explorar las zonas relacionadas con el dolor reflejo, como el diafragma, las cervicales, la articulación occipitoatloidea y esfenobasilar, los temporales y las suturas occipitotemporales.