La gente adora los masajes. Pero les gustarían aún más si tuvieran claras algunas respuestas a ciertas preguntas que tienen reparos en hacer. A continuación, abordaremos esas cuestiones peliagudas que a veces no se atreven a preguntarnos a los terapeutas manuales, como son la desnudez, el precio o los gases.
Además, a los que sois quiromasajistas profesionales puede serviros como ayuda para estar preparados y abordar esas situaciones con naturalidad durante una sesión de masaje, que es la mejor forma de quitarle peso al asunto.
¿Hay que desnudarse?
«Estoy un poco incómodo por tener que quitarme toda la ropa cuando voy a darme un masaje. ¿Tengo que estar desnudo para recibir el masaje?»
Algunas personas están sin nada de ropa debajo de la talla o sabanilla, otros llevan la ropa interior, y algunas personas prefieren usar pantalones cortos o deportivos, o incluso su ropa de calle normal. Así que la respuesta es: No. No hay porqué quitarse más ropa de la que usted se sienta cómodo para recibir el masaje. Es una cuestión a hablar de forma natural entre cliente y terapeuta y él o ella se adaptará a sus necesidades.
Ante todo, comodidad
Llevar más ropa puede interferir con el uso de ciertas técnicas, pero no hay razón para que no pueda disfrutar de recibir un masaje con ropa cómoda. El terapeuta no será capaz de usar la loción y sería difícil trabajar tan profundamente, pero puede adaptarse a su nivel de comodidad y aun así ofrecer una experiencia de masaje satisfactorio.
A la gente le gusta recibir masajes y, probablemente, acudirían a darse más si no tuvieran por medio el temor de la ropa interior. Para algunos, la ropa crea una barrera psicológica que les permite relajarse más a fondo durante el masaje, y eso está bien también. Como terapeutas manuales, debemos transmitir la seguridad de que trabajamos con todo tipo de cuerpos, desde los más esbeltos a con más formas, desde los más jóvenes a mayores…
Los masajistas solemos ser un grupo muy atento, responsable y cauteloso. Un terapeuta manual ve los cuerpos desnudos únicamente desde una perspectiva sanitaria y profesional. Nuestro trabajo consiste en la aplicación responsable de técnicas a los músculos, ligamentos y tejido conectivo, como medio para mejorar el bienestar del cliente y no para juzgar su cuerpo. Para tener éxito así es como debemos ser y tratar a nuestros clientes, y es importante que ellos sean conscientes de ello.
¿Cómo hablo sobre el precio?
La gente prefiere hablar de sus momentos más embarazosos antes que hablar de dinero. Pero si siente que su situación económica no le permitirá acudir a sesiones adicionales, asegúrese de que ha analizado todas las opciones:
- En lugar de agotar todo tu presupuesto en una sesión larga, puedes optar por sesiones más cortas.
- Otra posibilidad, si tienes algo de flexibilidad con su horario, es preguntar al terapeuta por algún hueco en este momento en su lista de clientes. Si el terapeuta tiene el hueco libre, quizás le puede hacer algún pequeño descuento por ocupar ese hueco de último minuto. Al igual que ocurre con las compañías aéreas, a veces los clientes cancelan su sesión, así que un masajista o terapeuta manual de confianza podría estar dispuesto a ocupar esa hora por una remuneración algo inferior, de manera que no quede ningún hueco en su jornada.
- Muchos terapeutas aceptan tarjetas de crédito, así que pueden recibir el pago en un tiempo diferido, como tenga estipulado con esa tarjeta.
Seguro que si te gusta recibir sesiones de masaje, con una buena comunicación con tu terapeuta, podréis llegar a un acuerdo que sea justo para ambos.
Propinas o no
Los quiromasajistas y terapeutas que trabajan en balnearios, centros de belleza o de relajación, por lo general, reciben un salario y una comisión por los servicios y tratamientos que haya realizado. En otras ocasiones tampoco existe tal comisión. En estos casos, la situación es comparable a la situación de un camarero en un restaurante. De manera que la propina será un excelente y necesario complemento a su remuneración establecida.
Si se trata de un profesional autónomo, probablemente apreciará también la propina, pero no se hace tan necesario.
De todos modos, al igual que con todo, si como cliente no sientes la necesidad de dar una propina por el servicio, no lo hagas. Bien sea por insatisfacción o simplemente porque en un momento determinado no te lo puedes permitir, no estás obligado a ello.
Cosquillas durante el masaje
Algunas personas son sensibles a algunas técnicas en particular, que los hacen sentir incómodos y les entra ganas de reír. Si eso ocurre, el terapeuta puede usar un trazo amplio o una presión más profunda que no provocarán cosquillas. En el caso improbable de que aun con esas variaciones el cliente sea demasiado delicado en esa zona, el terapeuta puede saltar esa parte del cuerpo y concentrarse en zonas menos sensibles.
Si piensa que puede encontrarse en esta situación, coméntalo de antemano y de manera natural a su terapeuta cuáles son esas áreas sensibles o especialmente delicadas de su cuerpo, para que él o ella puedan adaptar y aplicar el masaje con mayor eficacia.
¿El masaje duele?
Este es un error común acerca del masaje. Dar un masaje eficaz consiste en aplicar diferentes técnicas. Si todo consistiera en trabajar el músculo de la misma manera a cada persona, el terapeuta manual sufriría un agotamiento terrible.
Los terapeutas profesionales no trabajan en serie como en una fábrica de montaje, haciendo las cosas repetitivamente, sino que se trabaja de forma y con intensidad diferente dependiendo de cada cliente y cada ocasión.
Tratamos a ancianas con osteoporosis con mucha menos presión que a un atleta joven que prefiere un trabajo profundo del tejido conectivo. Y una mujer terapeuta puede trabajar con mucha profundidad, de la misma manera que un hombre corpulento puede dar un masaje relajante también.
El masaje no tiene que doler
El cliente debe saber que puede obtener los beneficios terapéuticos de un masaje relajante, que no duele, o puede buscar opciones de masaje más profundas, que pueden llegar a causar algunas molestias. La técnica de los puntos gatillo y la fricción son ejemplos de técnicas que pueden ser ligeramente incómodas, pero muy útiles en muchos casos.
Si no quieres recibir una fuerte presión, simplemente dígalo. Haga saber con total confianza a su terapeuta con qué técnicas se siente bien y con cuáles no. Además, las necesidades como cliente y el umbral del dolor pueden cambiar en cada visita.
Y los masajistas únicamente quieren ayudar. Un masajista no es un torturador, así que si haces alguna mueca ante la presión, el masajista aligerará esa presión. El objetivo del masaje es invitar a su cuerpo a relajarse, reducir el dolor, aumentar el bienestar y flexibilizar los músculos.
¿Y si me quedo dormido?
Es muy común que los clientes se duerman durante una sesión de masaje. Muchas personas buscan un masaje para relajarse cuando están demasiado estresadas o cansadas. Se sienten tan relajados y desestresados que acaban quedándose dormidos en la camilla.
A los clientes que lo pregunten es bueno tranquilizarles. Al fin y al cabo, es un situación habitual. En caso de que un cliente no lo pregunte, pero se dé la situación, es bueno tratar la situación con naturalidad, quitarle importancia e incluso «felicitar» al cliente por haberse relajado tanto.
Erección durante masaje
Las erecciones ocurren raramente, pero si lo hacen, no hay que preocuparse. A veces ocurren erecciones como resultado de que el sistema nervioso entra en un modo de relajación. Los terapeutas saben que esto es una reacción fisiológica y tratará la situación en consecuencia y con la profesionalidad apropiada.
Por lo general, su terapeuta tratará de volver a dirigir su atención con un cambio en el foco de su trabajo, tal vez mediante la alteración de la presión o el cambio a un área diferente de su cuerpo. Su erección es involuntaria, y no debe tener ningún tipo de vergüenza por ello, pronto pasará.
¿Tienes cualquier otra pregunta tabú para tu masajista o terapeuta manual? Pregúntale sin dudar. Tu honestidad fortalecerá el vínculo terapéutico y podrás disfrutar más de tus sesiones de masaje.
¿Y si tengo gases?
Durante el masaje algunas personas pueden sentir la necesidad de expulsar gases, especialmente en cierto tipo de masajes. La situación no deja de ser embarazosa.
Sin embargo, apretar los glúteos o cambiar de posición dificulta el masaje. En esta situación es importante tranquilizar al cliente, recordarle que puede usar el baño y hablar de la situación con naturalidad.
Es bueno recordar al cliente que puede ir al baño antes de empezar y que, si durante el masaje siente necesidad de ir, solo tiene que solicitarlo. Para evitar situaciones todavía más violentas, es bueno disponer de una bata o toalla para que el cliente lo use.
Muy interesante el texto y muy bien explicado. Gracias por publicarlo.
La verdad es que yo no tengo ningún tipo de problemas a la hora de dar un masaje referente a la ropa interior, como dice el texto yo explico muy bien y transmito mucha seguridad y comodidad a la hora de realizar la terapia a cualquier cliente/a.
En mi cabina cada uno trae la ropa que cree conveniente, aunque si les informo que la terapia no se puede realizar encima de prendas de ropa. Después cada cliente valora para la próxima sesión. Tengo gran aceptación entre el genero masculino, pero mas en el femenino.
Iván tienes que tener paciencia, supongo que el hecho de trabajar en una ciudad pequeña o pueblo también tiene esas contrariedades o inconvenientes.
Yo trabajo en Barcelona como autónomo y soy hombre.
Un saludo y ánimo.
Buenas,me gustaría saber si alguno trabajo como autónomo en la playa, ¿existe rentabilidad teniendo un intermediario?
Tengo una pregunta: cuando me hacen masajes en la espalda, a la persona que me lo está haciendo le empiezan a doler las manos y se le va la fuerza. ¿qué significa eso y por qué puede ser que le empiecen a doler las manos?
Hola Julissa, pueden ser muchas cosas, desde simple cansancio hasta alguna patología muscular, neurológica o articular. Debería ir al médico para que le haga las pruebas pertinentes y pueda emitir un diagnóstico preciso.
No se como combatir la mente cuadriculada de el lugar donde vivo, estoy en lérida y la verdad es que el tabú de que sea un masajista varón, es un problema, aparte soy joven y la verdad es que quien se hace la sesión conmigo suele repetir, y consigue los resultados optimos, yo me encuentro en expansión mental de aprendizaje, pero en ocasiones no llegan a darme la oportunidad de abrir la boca para presentarme, hablan con la recepcionista que necesitan masaje, y es enterarse que soy un hombre, ya no me dan la oportunidad a demostrar mi profesionalidad.
Luego esta la gente que lleva el masaje al terreno sexual o es la sensación que me da a mi, puesto que los varones quieren una masajista chica, y las mujeres también prefieren una masajista chica, yo me siento discriminado y realmente mi mente se viene abajo, puesto que no se si erré en escoger profesión.
Hay muchos masajistas varones, y suelen ser igual de buenos que las mujeres o mas pero yo aplico mucho mas cuidado en mis clientes (los que se fian de mi) puesto que yo controlo y canalizo mi fuerza, mucho mas mis manos son grandes. No entiendo como puedo enfocar el tema, ni que hacer ya para promocionarme puesto que ahora mi ultima arma es un corporal completo por 15 € Eso ya es bajar demasiado el precio del servicio, y aun asi el mayor problema es que sea un chico.
Como enfocariais vosotros este tema?
Hola Iván!
La situación la has de plantear con calma y profesionalidad. Según nos comentas, eres una persona seria, responsable y con ganas de mejorar, o sea, que eres un buen profesional. Ahí es donde debes de enfocar todos los esfuerzos para que te acepten en tu ciudad.
Les has de demostrar que eres un gran experto en tu profesión y digno de confianza, y eso solamente lo conseguirás a base de constancia y perseverancia. No sucumbas al desánimo, mantente firme. Unos clientes te traerán a otros, es cuestión de tiempo.
Por otro lado, no es una buena idea reducir el precio de la sesión. Debes cobrar lo mismo que los otros masajistas de la zona, tienes que valorarte y hacer que te valoren a todos los niveles.
Ánimo!!
Soy chica y quiromasajista.Yo voy en general a chicos.Los colegas hombres que conosco dan mas masajes a chicas que chicos.No te preocupes solo pon muy claro que das masajes serios,tambien puedes tener tu web donde tengas algunos testimonios.Mucha suerte
Es cierto yo.soy varon y en.el.complejo.que.doy masajes por cada 4 chicas que.atiendo solo 1 hombre atiendo siempre.doy mas a.chicas. todo esta en tratar de tener buena imagen y verse bien aparte de ser atento serio y verse muy profecional la gente juzga por lo que ve y.nosotros.como.masajistas.debemos.proyectar eso
Nunca te rebajes así si sabes que eres bueno.
A mí hay gente que me dice que soy barata por calidad y los que menos, que soy cara ya que cuando prueban de dan cuenta de que debería cobrar más, pero prefiero decir con mis precios para que todo el que me necesite lo pueda pagar.
A mí me es indiferente que sea un hombre o mujer Quiro!!! Pero los hombres suelen preferir mujer…muchos por el morbo, supongo. Al ser hombre te vas a ahorrar muchas llamadas fuera de tono..
Como terepeuta multidisciplinar y en concreto como quiromasajista con quince años de experiencia, este artículo me parece interesante para aquellas personas que desean disfrutar de los beneficios de un buen masaje, pero temen sentirse incómodas o no saben como abordar algunas dudas. Aún así, me gustaría comentar un par de los puntos tratados.
Punto nº 3 -Propinas- Opino que, en general, no es necesario tener un motivo para NO dejar propina, simplemente no tiene sentido dar propina por un quiromasaje a un profesional que cobra su trabajo. En los casos en que el quiromasajista está mal pagado, este, puede necesitar aceptarla por pura supervivencia; aunque haciéndolo esté dando por buena una situación que solo beneficia al que lo emplea. Cliente y profesional salen perdiendo.
Punto nº 6 -Erección- Nunca, en todos los años que llevo ejerciendo mi profesión, me he encontrado en ese supuesto durante una sesión de quiromasaje. Por lo menos, yo no lo he sabido (generalmente están tumbados boca abajo). De hecho, es muy frecuente que se acaben durmiendo. No creo que sea una situación por la que el usuario deba preocuparse en absoluto.
Isabel Quesada Locubiche
Te equivocas Isabel Quesada Lecubiche, siempre que acudo a un masaje y que estoy completamente desnudo frente a mi terapeuta tengo fuertes erecciones. Mi terapeuta es una chica tan profesional que no dice absolutamente nada y yo soy tan respetuoso que tampoco la incomodo con algún comentario o propuesta fuera de lugar. Ella entiende mi virilidad y mi salud y por ello considera muy natural tal reacción. Por mi parte yo no me imagino en un lugar lleno de tabúes y prejuicios donde la desnudez sea mala o prohibida. Todo está en la mente y en como veas las cosas.
Yo soy autónomo y supongo que tú también. En relación a las propinas… Pocas personas me dan, pero todas son bienvenidas. Sobretodo me las han dado extranjeros que les ha gustado mi trabajo y están acostumbrados a pagar bastante más de lo que cobro, en algunos países como Suiza hasta 70-80€por 1 hora de masaje (yo cobro la mitad) y da mucha satisfacción que si quieren lo hagan.
Noelia, me he sentido tan mal con una masajista que quiero expresarte el dolor emocional, tengo 68 años y hace un año que voy cada semana para que me hagan un masaje en la espalda, repito espalda y nada más lo demás cubierto, cada vez le decía a la masajista llamada Anna de un centro de Lérida, que manos que tienes, que bien que me siento, parece que tus dedos están dentro de mis costillas, hasta que un día salto y dice que la estoy haciendo sentir mal de cojones y que allí no se viene a buscar nada más y que no volviera nunca más. ¿ Esto es normal ?, me dejó perplejo y tres días tomando tranquimazin para poder reponerme del cuerpo desestabilizado.
Gracias por tú compresión.
Qué cierto! Si todos nos comunicáramos más! A veces la vergüenza nos lo impide pero la relación entre terapeuta-paciente siempre tendría que ser de confianza.