Dirofilariosis, la enfermedad que ataca el corazón de perros y gatos
Perra delgada
Foto: Daniele Franchi en Unsplash

Dirofilariosis, la enfermedad que ataca el corazón de perros y gatos

La dirofilariosis, filariosis o enfermedad del gusano del corazón está producida por el nematodo Dirofilaria immitis, un parásito largo y redondo transmitido por mosquitos que se aloja en el lado derecho del corazón y vasos sanguíneos pulmonares adyacentes.

Este gusano se alimenta robando nutrientes de la sangre y puede crecer hasta una longitud de 15-30 cm. En infestaciones severas pueden encontrarse de 300 a 500 gusanos en un solo perro.

El daño causado por la filariosis es, a menudo, el resultado de la obstrucción que producen los gusanos adultos en el corazón al dificultar el paso de la sangre. Como consecuencia de ello, no sólo puede afectarse el corazón, sino también los pulmones o el hígado. A veces, el daño es tan extenso que sobreviene la muerte, por ello es importante acudir pronto al veterinario y que determine las señales de la enfermedad.

Qué es la dirofilariosis

La gravedad de esta enfermedad depende directamente del número de parásitos presentes en el cuerpo, la duración de la infestación y la respuesta del huésped. El gusano del corazón puede afectar a diversos animales, entre ellos perros, gatos, hurones, lobos, coyotes y zorros, entre otros, e incluso a seres humanos. Sin embargo, los cánidos, especialmente los perros, son los huéspedes definitivos.

Síntomas y causas de la dirofilariosis

Los signos de infestación del gusano del corazón incluyen tos, vómitos y disnea (respiración dificultosa, trabajosa y dolorosa, con aumento de la frecuencia respiratoria, boca abierta y gran ansiedad y vómitos.

También pueden mostrar falta de apetito o pérdida de peso y, de vez en cuando, puede haber dificultad para caminar, desmayos o convulsiones, e incluso acumulación de líquido en el abdomen. Los problemas respiratorios y vómitos son los síntomas predominantes en los casos de infestación crónica.

Gusano del corazón en perros

La filariosis canina se transmite a través de los mosquitos comunes, los cuales propagan la enfermedad de los perros enfermos a los sanos. Dentro de un perro infestado, las hembras del parásito producen “crías” llamadas microfilarias que circulan por la sangre. Cuando el mosquito pica al perro, al chupar la sangre ingiere estas formas inmaduras del gusano.

Dos o tres semanas después, estos gusanos inmaduros se han desarrollado en larvas infestantes y son transmitidos a otros perros cuando el mosquito vuelve a picar. Ya en el perro continúan su evolución para finalmente migrar al corazón, donde alcanzan la forma adulta y se reproducen nuevamente. Todo perro expuesto a mosquitos por tanto, corre un riesgo.

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¿Cómo llega el gusano al corazón?

La filariosis provoca daños antes de la aparición de los síntomas visibles. Cuando éstos se hacen evidentes la enfermedad suele estar ya muy avanzada y las lesiones en los órganos internos pueden ser irreversibles. Los síntomas del estado avanzado pueden ser: tos blanda crónica, respiración acelerada, debilidad general, colapso durante el ejercicio, cansancio al hacer un ejercicio moderado…

El tratamiento es laborioso y costoso. Los fármacos disponibles son difíciles de encontrar y potencialmente peligrosos para el perro.

La filariosis se puede prevenir sometiendo al perro a un programa de medicación preventiva. Previamente es necesario determinar si el perro ha adquirido ya la enfermedad, lo cual puede realizarse mediante un sencillo análisis de sangre. El procedimiento es indoloro y rápido. Una vez comprobado que el animal está sano, como medida preventiva, una simple tableta mensual puede eliminar eficazmente cualquier desarrollo de larvas del gusano del corazón transmitidas por mosquitos.

Si tienes alguna duda, consulta con tu veterinario sobre el diagnóstico y prevención de la dirofilariosis canina.

Gusano del corazón en gatos

Los gatos son huéspedes anormales o atípicos. De hecho, la tasa de prevalencia de la enfermedad del gusano del corazón en los gatos que no han recibido la medicación preventiva adecuada es significativamente menor que la de los perros no protegidos. Además, la mayoría de los gatos solo tienen una cantidad reducida de parásitos presentes. Por otra parte, los gusanos que suelen afectar a los gatos son físicamente más pequeños y tienen una vida más corta que los que afectan a los perros.

Ciclo del gusano del corazón en el gato
Ciclo del gusano del corazón en el gato

Los parásitos del gusano del corazón se transmiten por la picadura de mosquitos que transportan las larvas del gusano del corazón. Debido a que el ciclo de vida del parásito que afecta a los gatos es más corto, es más difícil que alcancen el corazón y los vasos sanguíneo-pulmonares, que es donde maduran y se reproducen. Esto facilita una curación espontánea sin tratamiento en los gatos, aunque no siempre es así.

Sin embargo, este corto ciclo y el hecho de que los gatos sean mucho menos propensos a tener el parásito adulto hace que la enfermedad sea más difícil de detectar. Sin embargo, aunque el veterinario cuenta con diversos medios para detectar y tratar la enfermedad, la prevención es fundamental.

El principal problema puede surgir por un mal diagnóstico, puesto que la muerte de los gusanos en las arterias pulmonares puede ser mortal para los gatos, ya que la enfermedad puede ser diagnosticada erróneamente como un problema respiratorio.

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