Al igual que el resto de los animales domésticos, los caballos poseen algunas enfermedades que se deben conocer para apreciar los síntomas a tiempo y actuar en consecuencia.
En general, los caballos poseen unos síntomas claros que nos pueden hacer sospechar que le ocurre algo como por ejemplo: temperatura superior a 38º C, un pulso por encima de 36-42 latidos por minuto, más de 12 inspiraciones por minuto, abatimiento o apatía, cabeza baja y orejas hacia atrás, salivación excesiva…
Si observamos alguno de estos síntomas en el animal, lo mejor será siempre llamar al veterinario, que hará una valoración más exhaustiva y algunas pruebas que confirmarán su estado y la enfermedad a tratar.
Ahora veremos algunas de estas enfermedades, sus síntomas más básicos y tratamientos.
Tétanos
Es una enfermedad causada por una toxina que penetra en el organismo del animal por una zona lesionada, y se instala en su tracto intestinal.
Las esporas de esta toxina se encuentran en el suelo y son viables durante años, así que el método más eficaz para evitarla es la vacunación anual, o la inyección de antitoxina tetánica si el animal posee alguna herida o si ha sido sometido a una cirugía.
Los síntomas más llamativos del tétanos son que el animal dobla su espina dorsal hacia atrás hasta 45º C y sufre espasmos en el cuello y convulsiones.
Esta enfermedad suele ser tratada con suero antitetánico o con tetraciclina y penicilina, pero por lo general suele acabar con la vida del animal.
Influenza equina o gripe
Afecta al sistema respiratorio y es altamente contagiosa. Pese a ser una enfermedad bastante leve, pueden aparecer complicaciones con facilidad.
El síntoma principal es la tos, aunque además, los caballos pueden dejar de comer y poseer una secreción nasal abundante. Suele aparecer fiebre hasta 41º C, debiendo remitir antes de 5 días (en caso contrario sospecharíamos de complicaciones).
Se aplicarán antibióticos, vitamina C y antisépticos broncopulmonares si la fiebre persiste. Con reposo absoluto (hasta una semana después de desaparecer los síntomas) y un cuidado apropiado, los animales deberían recuperarse en 10 días.
Rinoneumonitis equina
Esta enfermedad incluye dos tipos de virus que afectan al sistema respiratorio y pese a causar síntomas y señales distintas, ambas se conocen con este nombre. Estos virus pueden provocar que los potros desarrollen pulmonías y a las yeguas preñadas pueden provocarles abortos.
Se caracteriza por una secreción purulenta de color amarilla en las fosas nasales. Los potros pueden presentar fiebre, conjuntivitis, rinitis y tos.
Suele tratarse con antibióticos para impedir una complicación pero los pronósticos suelen ser favorables y generalmente no quedan secuelas. Los animales afectados deben ser aislados de otros por su alto peligro de contagio. Se recomienda la vacunación previa, sobre todo, a yeguas y potros.
Estos son sólo algunos ejemplos de las enfermedades que pueden tener nuestros compañeros equinos. La sintomatología es variables así que obviamente, si notas algo inusual o un cambio de carácter en tu animal, ponte inmediatamente en contacto con un veterinario. Esto evitará complicaciones y gastos extra posteriormente.