El cáncer también afecta a los perros. De hecho, el cáncer es la principal causa de muerte en perros mayores de 10 años. Lo cierto es que el cáncer en perros es bastante común, especialmente en perros mayores.
El 50% de los perros mayores de 10 años desarrollan cáncer en algún momento. Algunas de sus manifestaciones son a través de un linfoma maligno (tumor de los ganglios linfáticos), tumores de mastocitos (una forma de cáncer de piel), tumores de las glándulas mamarias, sarcomas de tejidos blandos y cáncer de huesos, entre otros. La buena noticia es que la mitad de los cánceres son curables si se detectan temprano.
Signos de advertencia de cáncer en perros
Las señales de advertencia de cáncer en los perros son muy similares a las señales que muestran las personas. Por ejemplo, un bulto o un golpe, una herida que no sana, cualquier tipo de hinchazón, nódulos linfáticos agrandados, cojera o hinchazón en el hueso o sangrado anormal son signos clásicos de cáncer.
Sin embargo, a veces hay pocos signos o ninguno, al menos en un principio. Entonces, cada vez que un animal no se siente bien, o hay algo anormal o no está del todo correcto, el dueño debe acudir al veterinario.
Bultos y protuberancias
No todos los bultos y protuberancias en o debajo de la piel de un perro o gato serán cancerosos, pero no hay manera de saberlo con certeza. Es especialmente importante comprobar si el bulto es canceroso, si este no se resuelve por sí mismo o está creciendo de tamaño.
Generalmente, se realiza una biopsia con aguja y un patólogo veterinario puede informar si las células son cancerosas o no.
Olores anormales
Los olores desagradables de la boca, las orejas o cualquier otra parte del cuerpo de la mascota deben ser revisados. A menudo, los cánceres de la boca, nariz o regiones anales pueden causar malos olores.
Supuraciones y excreciones anormales
Si la mascota supura pus o sangra de manera anormal, o tiene vómitos y/o diarrea, o suelta cualquier otra sustancia anómala por cualquier parte del cuerpo es necesario acudir al veterinario. Además de eso, si el abdomen del perro o del gato se hincha o distiende podría ser un signo de acumulación de flujo anormal dentro del cuerpo.
Heridas que no sanan
Si tu mascota tiene heridas o llagas que no se están curando, podría ser un signo de infección, enfermedad de la piel o incluso cáncer.
Pérdida de peso y de apetito
El cáncer en perros y gatos puede causar pérdida de peso en el animal, aunque no es la única enfermedad que puede manifestarse así. Si notas pérdida repentina de peso en tu perro o gato y no hay razón aparente, díselo al veterinario. Igualmente, habla con el veterinario si detectas falta de apetito en tu mascota.
Tos o dificultad para respirar
La tos o la respiración anormal pueden ser causadas por enfermedades del corazón, enfermedades pulmonares y también por cáncer. El cáncer puede derivar en metástasis en los pulmones y causar estos síntomas.
Letargo o depresión
Si notas que tu mascota no está actuando como lo hace normalmente, que duerme más, es menos juguetona, está menos dispuesta a salir a caminar o hacer ejercicio, esto también puede ser un signo de cáncer. Aunque el letargo o la depresión no son un síntoma exclusivo del cáncer, si se observa esto junto con otros de los signos mencionados, es importante decírselo al veterinario.
Dolor evidente
Si tu compañero peludo muestra síntomas de dolor al moverse o al ser tocado, debes acudir al veterinario. Puede tener problemas artríticos o enfermedades articulares o musculares, y también puede ser un signo de cáncer (especialmente de cáncer de hueso).
Menos al que hay muchos avances en veterinaria y cada vez son mayores las probabilidades de supervivencia.
En este campo es genial lo que llega ha hacer la cirugía veterinaria
Las señales de que algo no está bien en nuestras mascotas debemos atenderlas con velocidad. Los veterinarios son los incondicionales al momento de consultar inquietudes. Es importante no postergar la visita si hemos visto cualquier anormalidad. El compromiso con nuestras mascotas es ofrecerles una buena alimentación, un buen cuidado, atención y amor para alargar su calidad de vida.