Animación sociocultural en las instituciones de mayores dependientes
Dos personas mayores bailando
Foto: Maria Francisca Mayorga en Pixabay

Animación sociocultural en las instituciones de mayores dependientes

La animación sociocultural en las instituciones de personas mayores dependientes es de gran importancia para mejorar la calidad de vida de este colectivo. Mediante la animación sociocultural no solo se promueve la relación entre las personas –una cuestión básica para el bienestar emocional-, sino que también se potencia la convivencia y se permite que este colectivo tenga intereses e ilusiones.

También permite que este colectivo ocupe su tiempo con actividades lúdicas, formativas o artísticas, que se creen espacios de opinión y de participación y que se promueva un entorno adecuado para desarrollar las actividades socioculturales y facilitar la participación de los residentes, entre otras cuestiones.

Los centros residenciales son lugares donde las personas viven a menudo de forma indefinida, donde se encuentran con muchas personas con las cuales hay que compartir mucho tiempo. La presencia del animador sociocultural en los centros residenciales es imprescindible para la humanización de estos centros.

A quién está dirigida la animación sociocultural

La intervención del animador sociocultural en las instituciones geriátricas se basa en dos principios: acción individual y acción grupal

La acción individual requiere conocer a las personas con las que se va a trabajar. Ello requiere recoger información, hacer una valoración y diseñar un plan de trabajo y evaluación. La acción grupal es la base del trabajo del animador sociocultural.

Pero el animador sociocultural no solo trabaja con los residentes, sino también con sus familiares. Los residentes son el centro de cualquier proyecto de animación que se plantee en una institución para personas dependientes. Todas las propuestas tienen que dirigirse a mejorar su calidad de vida. Los familiares son, por su parte, un factor calve. Es muy importante incluir a los familiares en el proyecto de animación sociocultural del centro, ya que aportan a cada residente un apoyo afectivo insustituible y favorece la participación de los residentes.

Los voluntarios también son importantes en estas actividades, ya que aportan afecto, compañía y apoyo a los residentes.

La estructura de las actividades

Es recomendable que los programas de actividades en las instituciones de personas dependientes tengan en cuenta la realización de actividades periódicas, así como actividades puntuales. La realización de actividades periódicas de continuidad da estabilidad al programa y favorecen la normalidad en su participación. Las actividades puntuales permiten implicar a otros grupos como familiares, voluntarios, el equipo de profesionales y la comunidad más fácilmente.

Tal y como explica la autora Assumpció Ros Florenza en su libro «El reto de envejecer. Una mirada desde la animación sociocultural», la pirámide de las necesidades de Maslow es un buen punto de partida para pensar en la organización de la atención en una residencia:

  1. Necesidades fisiológicas: alimentación, cuidado de la salud, higiene, confort…
  2. De seguridad: instalaciones adecuadas, recursos económicos suficientes, continuidad en la atención…
  3. Afectivas: apoyo familiar, voluntariado, atención psicológica, religión…
  4. De relación: sentido de pertenencia a uno o más grupos, clima de confianza, convivencia, participación en un proyecto común…
  5. De autoestima: adaptación a la vejez, promoción de valores propios, confianza en uno mismo y en los otros…
  6. De autorrealización: crecimiento personal, proyecto vital, revisión de vida…

Técnicas de grupo

Las técnicas de grupo implican trabajar en conjunto. En las instituciones de atención a las personas mayores dependientes tienen ciertas ventajas. como son:

  • Los profesionales pueden atender a más personas con el mismo tiempo de dedicación.
  • Potencia la relación entre las personas.
  • Se promueve un espacio privilegiado de escucha, de respeto, de confianza y de ayuda mutua.
  • Conocer aspectos de las personas que en otras circunstancias no sería posible.

Es importante tener en cuenta que en la realización de estas técnicas de grupo hay que potenciar la relación entre los participantes y reconocer los valores de cada persona, potenciando su voluntad de participar y beneficiarse del trabajo de grupo. Además, es fundamental promover la solidaridad, el respeto y la valía de cada uno.

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Beneficios la animación en la tercera edad

La animación es algo que beneficia considerablemente el ánimo y la salud de las personas de la tercera edad. Actualmente se reconocen los llamado ‘derechos de la tercera generación’, que incluyen el derecho a la paz, a un medio ambiente sano y también el derecho al ocio. La animación geriátrica pretende ayudar a garantizar los dos últimos, especialmente el tercero.

Garantizar el derecho al ocio de las personas mayores significa garantizar el acceso a la vida comunitaria, a la recreación, a los espacios naturales y a la acción solidaria. De hecho, el ocio cumple una función de prevención y de rehabilitación muy importante en esta etapa de la vida.

Desarrollar alguna actividad de ocio es fundamental para mantener entrenadas ciertas capacidades cognitivas o físicas y minimizar el efecto de ciertos deterioros psico-físicos. También para mantener la interacción con el entorno, así como para orientar lo que se hace y encontrar un significado a esta etapa de la vida que puede resultar muy dura para quienes, de pronto, sienten que ya no tienen nada que hacer, que no pueden hacerlo, o que han dejado de ser y/o sentirse útiles.

Peligros de la falta de ocio

Podemos agrupar los principales peligros que la falta de ocio y estimulación tiene para la tercera edad en cuatro grandes bloques.

  • Inmovilismo físico: el primero de estos problemas es el inmovilismo físico. El inmovilismo físico se manifiesta en actitudes como la pasividad, la quietud, el apoltronamiento y simplemente la inactividad. El remedio para este problema es tan simple, y a la vez tan complejo, como darle a la persona que lo manifiesta posibilidades de actividad.
  • Inmovilismo afectivo: el segundo de los problemas que la falta de ocio presenta para la tercer edad es el inmovilismo afectivo, el cual se manifiesta en minusvaloración, déficit relacional, depresiones y soledad. Ofrecer opciones de convivencias, integración grupal y asociacionismo son algunos modos de poner remedio a este problema.
  • Inmovilismo mental: otro grupo de problemas que afectan a la tercera edad cuando no tienen opciones de ocio y estimulación es el inmovilismo mental, que se manifiesta en desinterés, aburrimiento, desmotivación y melancolía. La formación permanente y la posibilidad de acceder a información nueva pueden solucionar este problema.
  • Inmovilismo social: por último hay que tener en cuenta el problema de inmovilismo social, que se manifiesta en aislamiento, automarginación y desvinculación con el entorno. Ofrecer opciones de participación y compromiso social es fundamental para enfrentar este problema en la tercera edad.

Beneficios del ocio en las personas de la tercera edad

Los principales beneficios de que las personas de la tercera edad participen en actividades de ocio adecuadas son los siguientes:

  • Beneficios psicológicos: las actividades de ocio proporcionan sentimientos de libertad, diversión, cambio y pertenencia.
  • Beneficios sociales: las actividades de ocio ayudan a las personas de la tercera edad a establecer y mantener relaciones gratificantes con otras personas.
  • Beneficios educativos: las actividades de ocio favorecen el progreso intelectual y la adquisición de nuevos conocimientos, así como el mantenimiento de las capacidades ya adquiridas.
  • Beneficios de tipo estético: las actividades de ocio dan a las personas mayores acceso a entornos placenteros y a la belleza del medio que les rodea.
  • Beneficios de tipo fisiológico: las actividades de ocio favorecen que las personas de la tercera edad mejoren su forma física, su salud física y mental, que puedan mantener el peso controlado y, en general, que mejore su nivel de bienestar.

Animación geriátrica y ocio

La animación sociocultural es la metodología por excelencia para desarrollar el ocio en las personas de la tercera edad. Quienes trabajan con estas personas deben conocer las necesidades de cada una de ellas y motivarles para realizar actividades.

La animación sociocultural en personas mayores se define por cinco características fundamentales:

  1. Desarrollo que permita crear situaciones en las que los sujetos puedan solucionar por sí mismo problemas comunes
  2. Relación interpersonal para favorecer la comunicación
  3. Creatividad, tanto individual como colectiva.
  4. Participación
  5. Convivencia

Planificación de la animación geriátrica

Para las personas mayores es muy importante mantenerse activos, porque eso ayuda a mantener su estado de salud y bienestar, tanto física como mental y emocional. Sin embargo, los cambios que se sufren a medida que progresa el envejecimiento provocan que se entre en una etapa en el que aumenta la vulnerabilidad en muchos aspectos. De ahí que mantener una vida activa física y mentalmente ayude a los mayores a disfrutar de una buena calidad de vida y un buen estado de salud.

Para favorecer esto, en los centros residenciales y centros de mayores se desarrollan planes de animación geriátrica. La animación geriátrica bien organizada y planificada favorece el ocio de los mayores para favorecer en estos un envejecimiento que potencie su salud y bienestar.

Animación sociocultural en las instituciones de mayores dependientes 1
Foto: John Moeses Bauan en Unsplash

Personas mayores y atención a la dependencia

Convertirse en una persona dependiente es un proceso difícil que necesita tiempo y apoyo. Esto puede ocurrir en cualquier momento, de forma gradual o de forma brusca, así como en diferentes grados.

En lo que se refiere a la dependencia crónica, esta puede adquirirse de manera gradual o ser consecuencia de una enfermedad aguda. También puede ser funcional   y/o cognitiva. La depedencia funcional es la que tiene que ver con degeneración osteomuscular y/o neurológica, así como   insuficiencia cardiorrespiratoria, fracturas óseas, etc. Por su parte, la dependencia cognitiva  deriva prioritariamente de la enfermedad de Alzheimer y de otras demencias.

El diagnóstico de dependencia será el punto de partida para iniciar un conjunto de decisiones relacionadas con el cuidado de la persona mayor afectada.

Es muy importante dinamizar en los grupos de personas mayores la necesidad de pensar en las personas dependientes que se quedan en su domicilio, especialmente aquellas que antes participaban en actividades socioculturales y han dejado de hacerlo a causa de su dependencia.  Por eso sería recomendable pensar este proyecto con el colectivo de personas mayores. En relación a esto, en este proyecto es muy importante priorizar la solidaridad, el respecto a la diferencia y la promoción de la autonomía de las personas atendidas.

 En lo que se refiere a la animación sociocultural en las instituciones de personas mayores dependiente, es muy importante, por una parte, promover la relación entre las personas y, por otra, es necesario cuidar y potenciar la convivencia. Además, hay que considerar cuestiones como suscitar intereses e ilusiones, ocupar el tiempo con actividades artísticas, lúdicas y formativas, así como dar valor al uso del tiempo de la persona mayor institucionalizada, crear espacios de opinión y de participación y promover un entorno adecuado para desarrollar las actividades socioculturales y facilitar la participación de los residentes.

Objetivos de la animación geriátrica

La animación geriátrica es un tipo de animación sociocultural en colectivos de la tercera edad cuyo objetivo principal es diseñar y ofrecer actividades de animación que se adapten a las distintas tipologías de personas. Para ello, la animación geriátrica tiene en cuenta las limitaciones y posibilidades del colectivo al que se dirige, así como las limitaciones y posibilidades de la institución donde se desarrolla la acción de animación.

Teniendo eso en cuenta, el papel de la planificación es incuestionable, puesto que es fundamental analizar dichas limitaciones y posibilidades, tanto del colectivo concreto como de las instalaciones disponibles.

Promoción de la autonomía en las personas mayores

La promoción de la autonomía en las personas mayores es uno de los factores que están detrás del éxito de los programas de animación sociocultural para personas mayores. Este tipo de programas es importante ponerlos en marcha a tiempo, que realmente ayuden a prevenir. La dinamización en grupo facilita la consecución de este tipo de objetivos relacionados con el envejecimiento activo y el envejecimiento saludable.

Los proyectos de animación sociocultural dirigidos a la promoción de la autonomía de las personas mayores tienen lugar en unas estructuras determinadas; concretamente oferta socioculturadirigida a la comunidad, centros cívicos y asociaciones de personas mayores; así como hogares de ancianos, centros de recreo de personas mayores, viviendas con servicios para personas mayores y hogares-residencia para personas mayores.

En qué consiste la planificación de la animación geriátrica

Para planificar es necesario prever con antelación la organización de los diferentes medios y recursos que sean necesarios para llevar a cabo los objetivos que se propongan. De este modo, es posible adelantarse a cualquier problema o circunstancia que se plantee.

La tarea de elaborar un proyecto de animación geriátrica implica realizar diversas operaciones de planificación para intervenir con personas mayores, teniendo en cuenta el tiempo disponible, las necesidades del colectivo objeto de la acción, los recursos disponibles, etc.

De hecho, la planificación es una de las intervenciones básicas que debe desarrollar el animador geriátrico. De este modo, se concretan las ideas y se les da una forma viable de ejecución, huyendo de la improvisación.

A la hora de planificar las actividades o planes de acción geriátrica hay que organizar todos los recursos de los que se dispone. Para ello hay que realizar, previamente, un concienzudo análisis de la realidad. De este modo, no solo podremos adaptar las acciones a la consecución de los objetivos, sino que se podrán adaptar dichos objetivos, si fuera necesario.

Como resultado de este análisis y su posterior planificación, el animador geriátrico podrá redactar un proyecto, programa o plan de acción. Esta será la herramienta que le facilite la acción en el momento de llevara a cabo.

No obstante, dicho proyecto, programa o plan de acción es un instrumento flexible. Por lo tanto, se podrá ir adaptando a las necesidades que surjan y, además, debe ser revisado constantemente para que se vaya adecuando a los cambios que se produzcan.

Cabe destacar que, aunque la planificación intenta reducir la incertidumbre en las intervenciones, las cosas no siempre ocurren como se tiene previsto sobre el papel. Es por eso que hay que mantener la mente abierta para poder adaptarse a los imprevistos, que pueden -y suelen- surgir, más allá de lo que probablemente se había analizado en el proyecto.

Actividades para planificar en la animación geriátrica

En un proyecto de animación geriátrica se pueden incluir actividades de diversos tipos, como juegos de memoria, actividades de gimnasia mental, actividades de movilización articular y gimnasia, juegos físicos e incluso actividades de meditación y relajación.

Cabe destacar la importancia de las actividades de gimnasia mental, ya que esta ayudar a prevenir o ralentizar el deterioro cognitivo, el envejecimiento cerebral y la pérdida de memoria. Ejercitar el cerebro  ayudará a las personas de la tercera edad no solo a prevenir la pérdida de memoria, sino también a mejorar la concentración y a mantener sus recuerdos activos.

La actividades físicas, incluidos los juegos de mesas, además de mantener activos física y mental mente a los mayores, le permite socializar y mantenerse en relación con otras personas.

No hay que olvidarse de otras actividades que implican movimiento, como caminar, actividades acuáticas, incluso bailar.

Dónde desarrollar proyectos de animación sociocultural

El papel de la animación sociocultural ante el reto del envejecimiento es una apuesta por la normalidad en la tercera edad. Los proyectos de animación sociocultural para personas mayores están dirigidos a la promoción de su autonomía.

La participación en estos proyectos mejoran la calidad de vida de las personas, aumentan su vida útil y proporcionan una importante herramienta de socialización, fundamental para la salud mental. Los proyectos de animación sociocultural para la tercera edad se pueden desarrollar en diversos ámbitos.

Oferta sociocultural dirigida a la comunidad

Cada día es más habitual que haya personas mayores en talleres de arte, escuelas de música, clubes excursionistas, cursos de idiomas, grupos de teatro, etc. La participación en este tipo de proyectos aporta a las personas mayores una visión integradora y normalizadora del aprendizaje y les da la posibilidad de integrar las diferentes aportaciones, favoreciendo el intercambio de opiniones, experiencias y valores, así como la convivencia.

El animador sociocultural debe conocer a las personas mayores que participan en actividades dirigidas a todas las edades. Al estar sensibilizadas para desarrollar sus intereses en espacios intergeneracionales, la labor del animador sociocultural es más fácil, ya que las personas que participan en otras actividades suelen tener más predisposición a participar en otras actividades colectivas.

Centros cívicos

Los centros cívicos son equipamientos municipales para la organización de actividades culturales, sociales y asociativas para todas las edades. Las posibilidades de diseñar proyectos intergeneracionales en un espacio como un centro cívico son muy amplias.

En los centros cívicos se pueden poner en marcha proyectos como iniciativas de voluntariado, exposiciones, talleres, etc., que permiten poner en común lo mejor de cada uno de los participantes. Estos talleres  generan mucha satisfacción a las personas que disfrutan de ellos.

Asociaciones de personas mayores

Las asociaciones de personas mayores pueden tener su origen en función del agrupamiento por edad o por intereses comunes.

Las personas mayores puede asociarse por muchos motivos, como la defensa de sus derechos e intereses como colectivo, para promover valores propios o para dar apoyo a sus asociados para promover la ayuda mutua.

Los proyectos de animación en estas organizaciones son muy interesantes. Esto se debe a que a ellas acuden personas que tienen claros sus intereses y sus motivaciones.

Hogares de ancianos y centros de recreo de personas mayores

Estos centros tienen como objetivo ofrecer a las personas mayores un espacio de ocupación del tiempo de ocio y de promoción de las relaciones sociales. Es habitual encontrar en estos centro  animadores socioculturales y otros profesionales relacionados el sector.

Es importante la integración de servicios asistenciales para el ocio con una una buena gestión de la convivencia entre personas autónomas y personas dependientes. Esto es un objetivo prioritario.

Otros lugares donde desarrollar proyectos de animación sociocultural son las viviendas con servicios para personas mayores y los hogares residencia para la tercera edad.

La viviendas con servicios para personas mayores son promociones adaptadas a sus necesidades. Los usuarios de estas viviendas pueden participar en todo lo mencionado anteriormente, pero puede ser necesario animarlos a participar y promocionar adecuadamente las actividades.

Los hogares residencia para personas mayores son plazas residenciales sustitutorias del hogar para personas mayores autónomas. Sin embargo, este recurso está en disminución ya que se están reconvirtiendo estas plazas en residencia asistida. En cualquier caso, los usuarios de este recurso son candidatos a proyectos de animación sociocultural que promocionen la autonomía, no solo en la misma residencia, sino también en relación con el entorno.

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