Masaje para los calambres musculares
Calambre muscular en el gemelo
Foto: Getty Images

Masaje para los calambres musculares

Los calambres musculares son contracciones involuntarias dolorosas. Un masaje suele ser beneficioso para reducir los calambres musculares, que pueden ocurrir por diversas razones.

Hay muchas razones por las que las personas experimentan calambres musculares. Algunas de las causas más comunes incluyen deshidratación muscular, mala circulación, falta de estiramiento antes de un ejercicio intenso, ejercicio con calor y sobreesfuerzo de un músculo durante el ejercicio o la actividad. Para evitar los calambres o aliviarlos, es importante saber exactamente qué los está causando.

Las deficiencias nutricionales, como el magnesio y el calcio, pueden hacer que las personas se vuelvan propensas a sufrir calambres, especialmente en los pies.

Causa de los calambres

La causa exacta de los calambres musculares es aún desconocida, pero las teorías más consideradas incluyen las siguientes causas:

  • Control neuromuscular alterado
  • Deshidratación
  • Depleción de electrolitos
  • Pobre acondicionado físico
  • Fatiga muscular

Otros factores que se han asociado con los calambres musculares incluyen hacer ejercicio en situaciones de calor extremo. Se cree que los calambres musculares son más comunes haciendo el ejercicio con calor porque el sudor contiene fluidos y electrolitos (sal, potasio, magnesio y calcio). Cuando estos nutrientes caen a ciertos niveles, la incidencia de calambres musculares aumenta.

La investigación apoya el control neuromuscular alterado como la causa de los calambres. Si bien se están estudiando todas estas teorías, los investigadores están encontrando más evidencias de que la hipótesis de «control neuromuscular alterado» es el mecanismo fisiopatológico principal asociado a los calambres.

Sin embargo, de acuerdo con una revisión de la literatura realizada por Martin Schwellnus de la Universidad de Ciudad del Cabo, la evidencia de apoyo tanto a la «pérdida de electrólitos» y la hipótesis de «deshidratación»  como la causa de los calambres musculares no es convincente.

Isquemia

Ocurre cuando un músculo se ve privado repentina o gradualmente de oxígeno y puede ser causado por cualquier cosa que restrinja el flujo sanguíneo. Un músculo tenso puede restringir el flujo sanguíneo a otros, lo que provoca que estos últimos necesiten trabajar más y utilicen un entorno más anaeróbico (sin oxígeno).

Un entorno anaeróbico hace que los subproductos y los fragmentos de ácido láctico se acumulen. Como reacción, el músculo se vuelve aún más tenso, más fatigado y doloroso. Debido a que el músculo no funciona al 100%, pueden producirse espasmos y calambres.

Calambres asociados al ejercicio

Se producen hacia el final de un ejercicio extenuante. La deshidratación, el calor y los desequilibrios electrolíticos pueden ser una causa de esto.

En este caso, además de la ayuda que pueda aportar el masaje, es importante destacar que los calambres asociados al ejercicio se pueden prevenir con una hidratación adecuada, calentamiento y enfriamiento después de entrenamientos vigorosos.

Inmovilización

El calambre puede ocurrir como un mecanismo de protección después de una lesión en un área específica. El dolor es una protección para que no se produzcan más lesiones. No se recomienda el masaje en esta situación. Una vez que se ha resuelto la inmovilización, el masaje es muy eficaz para aliviar los músculos tensos y aumentar la circulación de sangre y oxígeno en el área de la lesión.

Qué hacer cuando hay calambres musculares

Sea cual sea su origen y lo que los provoca, lo cierto es que cuando se sufre un calambre muscular urge hacer algo.

Aunque los calambres por lo general desaparecen por sí solos, los siguientes consejos pueden ayudar a acelerar el proceso de curación. Son estos:

  • Detener la actividad que causó el calambre.
  • Estirar suavemente y masajear el músculo calambres.
  • Mantener la articulación en una posición estirada hasta que el calambre se detenga

Masaje tras calambres musculares

Los tipos de masaje más comunes que se utilizan para reducir los espasmos musculares incluyen el masaje de tejido profundo, el quiromasaje y el masaje sueco.

Masaje de tejido profundo

Los espasmos musculares pueden ser causados ​​por el esfuerzo excesivo de los músculos, lo que hace que la tensión se acumule. Una acumulación de tensión puede hacer que los músculos se contraigan involuntariamente.

El masaje de tejido profundo puede reducir los espasmos musculares aliviando la acumulación de tensión. Un masaje de tejido profundo penetra profundamente en los tejidos musculares para estirar, aflojar y relajar el músculo para así aliviar la tensión.

Quiromasaje

El quiromasaje en caso de calambres musculares ayuda a eliminar la contractura y a reducir el dolor. En estos casos, el masaje debe realizarse a ritmo lento e intensidad profunda, de forma suave pero enérgica, incluyendo estiramientos pasivos del músculo afectado y aplicación de calor suave.

En el caso de calambres musculares, el quiromasaje debe hacerse siempre en sentido centrípeto, a lo largo del músculo. Si es posible, además, es muy beneficioso seguir los trayectos venoso y linfático.

Masaje sueco

El masaje sueco suele utilizarse también para reducir los espasmos musculares. El  masaje sueco estimula un aumento de la circulación en el área de tratamiento al crear fricción entre la piel y los dedos. Es muy frecuente que se produzcan espasmos musculares debido a la falta de circulación.

La mala circulación provoca la acumulación de productos de desecho y la falta de oxígeno y nutrientes disponibles para mantener el músculo sano. La acumulación de productos de desecho y la falta de oxígeno y nutrientes pueden causar fatiga y debilidad muscular, lo que resulta da lugar a calambres musculares.

El aumento de la circulación del flujo sanguíneo y linfático mejora la eliminación de productos de desecho y la disponibilidad de oxígeno y nutrientes. Esto mejora la eliminación de productos de desecho y la disponibilidad de oxígeno y nutrientes, previene la fatiga y la debilidad muscular y reduce los espasmos y calambres musculares.

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