Aceites y cremas para masaje

Cuando se trata de dar un masaje relajante y efectivo, la elección de los productos adecuados puede marcar la diferencia.

Las cremas, los aceites y las esencias son elementos clave en el masaje, ya que pueden potenciar los beneficios terapéuticos, facilitar el deslizamiento y fluidez de los movimientos, mejorar la nutrición e hidratación de la piel y mejorar la experiencia sensorial.

Pero la elección de estos productos no solo tiene un impacto físico en el cuerpo, sino también un efecto psicológico significativo. Además de nutrir y suavizar piel, sino que también desencadenan respuestas sensoriales y emocionales que contribuyen a una experiencia de masaje más completa y satisfactoria. La elección del producto variará en función del tipo de masaje, de los objetivos que se pretendan conseguir y de los gustos del profesional.

Por ello, es importante saber en qué momento debe utilizarse cada uno de estos productos. A continuación, repasaremos las opciones y las pautas para seleccionar la más adecuada para cada ocasión.

Diferencias entre cremas y aceites de masaje

Normalmente, para los masajes se suelen usar cremas y también aceites, aunque también se pueden usar otros productos, como lociones, geles o incluso ceras. Cada uno de estos productos tiene sus ventajas y sus desventajas. Para empezar, es importante diferenciar bien entre estos dos tipos de productos. Nos centraremos en los aceites y las cremas para masaje, por ser los más utilizados.

Las cremas tienen una mayor consistencia que los aceites y pueden ser absorbidas con facilidad por la piel, por lo que pueden ser un complemento ideal del masaje profesional o aficionado.

Podemos encontrar cremas con efecto antiinflamatorio, frío, calor, etc. Además, poseen una potente acción hidratante. Las cremas pueden poseer nutrientes que ayuden a mantener una piel más sana y ayudar en tratamientos anticelulíticos y circulatorios.

Los aceites superan a las cremas en capacidad lubricante pero, no se pueden comparar en acción penetrante e hidratante. Estos aceites no son los aceites esenciales, son de textura muy untuosa.

No se utilizan aceites puros, sino que se mezclan en diferentes concentraciones según el efecto deseado con otros. En el mercado podemos encontrar aceite de almendras, de coco o de oliva, como aceite base, al que se pueden añadir algunas gotas de alguna esencia.

Una consideración a tener en cuenta es preguntar al cliente si es padece alergia a alguno de estos elementos, sobre todo, en el caso del aceite de almendras en personas alérgicas a los frutos secos.

Cremas: hidratación y nutrición para la piel

Usar cremas de masaje tiene muchas ventajas, aunque también alguna desventaja. Entre las ventajas de usar cremas de masaje destaca el hecho de que la crema penetra la piel aportando hidratación y suavidad. Además, muchas personas sienten que la loción ayuda a que su piel luzca más joven.

A la hora de elegir una crema, considera el tipo de piel de tu cliente y las necesidades específicas del masaje.

• Si la piel está seca o deshidratada, busca cremas que contengan ingredientes como manteca de karité, aceite de coco o aloe vera, ya que ofrecen una hidratación profunda.
• Para pieles sensibles, opta por cremas hipoalergénicas y libres de fragancias fuertes.

Por otra parte, las cremas suelen estar enriquecidas con vitaminas y compuestos beneficiosos, como vitamina D, aloe vera, manteca de karité, vitamina E y queratina. Además, contienen ingredientes beneficiosos de la loción pueden reemplazar la humedad de la piel perdida, curar las afecciones de la piel y reparar la piel dañada.

Otras de las ventajas de las cremas de masaje que no es necesario aplicarla con tanta frecuencia como el aceite. Esto ahorra tiempo y también resulta más económico. Además, las cremas para masajes no manchan.

Sin embargo, entre  las cremas de masaje podemos de es más probable que contengan productos químicos sintéticos. Además, por lo general vienen en un frasco que puede se difícil de sujetar. Por último, indicar que con la aplicación de la crema puede sentirse frío sobre la piel. Además, algunas cremas, especialmente las que son a base de agua, pueden dejar la piel reseca.

Las cremas  de masaje son adecuadas para los tejidos profundos y otros masajes de alta fricción. Tienden a proporcionar un deslizamiento medio y, aunque pueden ser nutritivos para la piel, normalmente se absorben con bastante lentitud. Además, como suelen ser antideslizantes, son más fáciles de limpiar tras el masaje y ayudan a una mayor estabilidad durante cada tratamiento.

Aceites: nutrición y deslizamiento

El uso de aceites para masaje también tiene muchas ventajas. Una de ellas es que el aceite protege la barrera lipídica de la piel, reteniendo más humedad.

Además, la mayoría de los aceites naturales no son comedogénicos, lo que significa que no obstruirán los poros ni causarán brotes. Por otra parte, muchos masajistas sienten que el aceite se desliza mejor sobre la piel dureante el masaje. Por último, destacar que el aceite se calienta más rápido, por lo que es fácil calentarlo antes de aplicarlo sobre la piel.

Si el masaje se enfoca en aliviar la tensión muscular o tratar problemas específicos, se pueden utilizar aceites enriquecidos con ingredientes como árnica, menta o romero, que tienen propiedades analgésicas y antiinflamatorias, para ayudar a aliviar el malestar muscular y reducir la inflamación.

Los aceites también tienen algunas desventajas. Por ejemplo, hay que decir que el aceite es resbaladizo y puede resultar problemáticos si cae al suelo o si se cuela por alguna parte.

Además, algunas personas sienten que el aceite es demasiado graso sobre la piel y se sienten incómodos, especialmente al vestirse. Otro factor a tener en cuenta es que el aceite también puede manchar la ropa.

Aromas y esencias: aromaterapia

La aromaterapia es una técnica que se utiliza en los masajes para potenciar los beneficios terapéuticos y emocionales. Las esencias o aceites esenciales están fabricados con una concentración muy alta a partir de plantas. Cada esencia contiene propiedades únicas que pueden ayudar a relajar, revitalizar o equilibrar el estado de ánimo.

Tanto aceites como cremas pueden combinarse entre sí, como con aromas, obteniendo un efecto añadido. Algunas de las esencias más utilizadas son:

Lavanda: es probablemente el aceite más usado en el quiromasaje y puede hacerse de forma casera. El aroma de lavanda posee muchas propiedades, como su poder calmante para el sistema nervioso. Además de actuar como analgésico, la lavanda tiene efectos diuréticos y contrarresta las migrañas. Sin embargo, este aceite está contraindicado en embarazadas y niños.
Rosa mosqueta: en los últimos años, es uno de los aceites vegetales más valorados y reconocidos en el mundo de la aromaterapia médica y la cosmética natural, especialmente en tratamientos rejuvenecedores o antienvejecimiento. Tiene propiedades cicatrizantes, y es empleado en procesos que impliquen regeneración cutánea, estrías, arrugas, cicatrices retráctiles, manchas, eczema, quemaduras. Es un muy eficaz en la prevención de aparición de estrías en el embarazo, y carece de efectos secundarios.
Aloe vera: el aloe vera tiene propiedades relajantes. Por ello, está indicado para personas que sufren contracturas, que realizan mucho deporte y necesitan descansar los músculos o personas que simplemente quieren relajarse.
Romero: es una excelente elección para masajes circulatorios, ya que es un aceite estimulante con propiedades analgésicas, antisépticas, antirreumáticas y astringentes. El alcohol de romero previene las úlceras en la piel, pero hay que tener cuidado, ya que en dosis altas puede llegar a ser tóxico para la piel.
Albahaca: es un aroma utilizado en el tratamiento de asma, bronquitis, acné, úlceras y problemas intestinales. Este aceite posee cualidades antisépticas, vaporizado y mezclado con otros aceites para masajes y baños.

Combinación de productos

El uso de cada producto no es exclusivo para cada sesión de masaje. Es decir, la combinación de diferentes productos puede potenciar los beneficios y brindar una experiencia más completa.

Un protocolo ideal comenzaría aplicando una crema hidratante como base para el masaje. La crema proporcionará una buena hidratación y permitirá que las manos se deslicen suavemente sobre la piel. Esto es especialmente útil si el masaje se centra en la relajación o si se desea trabajar zonas específicas que requieren más fricción.

A continuación, se agrega el aceite para obtener un mayor deslizamiento y nutrición adicional para la piel. Los aceites penetran más profundamente, permitiendo un trabajo más efectivo en los músculos y en los tejidos.

Por último, las esencias pueden utilizarse para crear un ambiente aromático relajante, que ayuda a aliviar el estrés y potenciar una sensación de bienestar durante el masaje.

En general, recomendaremos utilizar aceites para realizar masajes de mayor intensidad, como en protocolos descontracturantes y de descarga en el ámbito deportivo. Las cremas las podemos reservar para masajes más superficiales, que pretendan los efectos asociados a su composición.

Además del tipo de masaje, debemos tener en cuenta la región corporal donde se aplica, desaconsejando la utilización de los aceites básicos en protocolos faciales y craneales.

No debemos olvidar que los aceites pueden dejar al finalizar la sesión de quiromasaje una película grasosa sobre la piel, por lo que el masajista deberá tener especial cuidado en retirarla. Por el contrario, las cremas, debido a su poder penetrante e hidratante, provocarán una mejor sensación en la mayoría de los usuarios.