Lo que habitualmente llamamos agujetas se conoce técnicamente dolor muscular de aparición tardía (Delayed Onset Muscle Soreness – DOMS, por sus siglas en inglés) y se refiere al dolor y la rigidez muscular que se experimenta después de un ejercicio o actividad física extenuante y no acostumbrado.
El dolor muscular de aparición retardada es causado por un microdesgarro en las fibras musculares como resultado de actividades intensas. Es una parte normal del proceso de curación natural del cuerpo.
¿Qué son las agujetas?
La manifestación de las agujetas es causada por contracciones musculares excéntricas o formas de ejercicio a las que el cuerpo no está acostumbrado.
Siempre que se introduce un ejercicio nuevo o se aumenta drásticamente la intensidad o duración de una actividad física existe el riesgo de que aparezcan agujetas. Por ese motivo, es importante introducir una nueva práctica deportiva o actividad física de manera progresiva, así como entrenar de cara a una actividad física intensa o más prolongada de lo habitual. Solo la adaptación progresiva de los músculos al ejercicio ayudará a prevenir las desagradables agujetas.
Las agujetas incluyen capacidades de fuerza muscular deterioradas, restricción dolorosa del movimiento, rigidez, hinchazón y biomecánica alterada en las articulaciones adyacente. Aunque las agujetas se consideran un tipo leve de daño muscular, es una de las razones más comunes por las que el rendimiento deportivo se ve comprometido.
En otras palabras, el dolor muscular de aparición tardía es el dolor y la tensión que se desarrolla en el tejido muscular luego de un ejercicio intenso o desacostumbrado. Este dolor tiende a empeorar por las contracciones musculares de tipo excéntrico, que es cuando el músculo se alarga bajo carga.
El dolor no ocurre de inmediato, por lo tanto, se ‘retrasa’. Generalmente comienza a las 24-48 horas después y generalmente alcanza su punto máximo a las 48-72 horas y luego vuelve a disminuir.
Las agujetas suponen un problema por el malestar y la limitación que supone el propio dolor, y no porque supongan un daño muscular grave. Esto es especialmente importante en deportistas, pero también en los que no lo son, pues suponen un importante impedimento en el desarrollo de sus funciones. Debido a ello, cualquier cosa que ayuda a aliviar las agujetas suele ser bienvenida, con tal de sentirse mejor y de que los músculos pueden funcionar mejor una vez que pasa.
Quiromasaje para las agujetas
Ante un caso de agujetas, el quiromasaje debe ser acariciante y no profundo, evitando amasamientos, estrujamientos y maniobras bruscas que provoquen más dolor. Debe realizarse a ritmo lento y a una intensidad superficial-media.
Los objetivos del quiromasaje para aliviar las agujetas incluyen disminuir el dolor, mejorar la respuesta neuromuscular, estimular la circulación sanguínea y linfática y dar elasticidad a los grupos musculares trabajados.
El protocolo para agujetas debe incluir las siguientes maniobras:
- Pases magnéticos sedantes
- Vaciado venoso
- Amasamiento digital y palmodigital (suave)
- Vaciado venoso
- Fricciones longitudinales
- Roce profundo
- Vaciado venoso
- Pases magnéticos sedantes
Los beneficios del masaje en el tratamiento de las agujetas han sido bien documentados con organizaciones deportivas profesionales y amateur de todo el mundo reconociendo las muchas ventajas. Reconocen que el masaje es una ayuda esencial para ayudar a acelerar el proceso de recuperación de DOMS en los atletas.
Por ejemplo, un estudio de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Poitiers comparó una serie de métodos y técnicas comúnmente utilizados para recuperarse de las agujetas, fatiga percibida, daño muscular y marcadores inflamatorios.
Los métodos incluyeron masajes, prendas de compresión, inmersión en agua fría, inmersión de contraste (agua fría y caliente alternadas), recuperación activa (ejercicio de baja intensidad), crioterapia y estiramiento/electroestimulación. El estudio concluyó que el masaje es la mejor manera de reducir los efectos de las agujetas y la fatiga percibida y es igualmente efectivo para reducir la inflamación/daño muscular con la exposición a técnicas de frío.
Otros métodos contra las agujetas
Además del masaje, se pueden realizar otras actividades que ayudarán a reducir la inflamación y fortalecer el músculo dañado. No obstante, hay cierto mitos acerca de las agujetas que deben ser desmentidos.
Por ejemplo, no es cierto que el agua con azúcar evite las agujetas. Esta afirmación es antigua, de cuando se creía que las agujetas se producían por exceso de ácido láctico. Tampoco es cierto que sean la evidencia de un trabajo bien hecho. Cualquiera puede tener agujetas en cualquier momento y lugar, no sólo por hacer deporte.
Si que son buenos los baños con agua helada, pero de un máximo de 20 minutos. El agua fría favorece la circulación y reduce la inflamación. También ayuda hacer deporte moderado, ya que mejora el riego sanguíneo y eliminado metabolitos, lo que mejora la absorción de nutrientes. Es también útil la presión con el rodillo de espuma.
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