El masaje en casos de artrosis

La artrosis es una patología reumática producida por el desgaste del cartílago que protege los extremos de los huesos y favorece el movimiento de la articulación. Cuando esto ocurre, la superficie de las articulaciones roza entre sí con el movimiento de la articulación y se produce dolor, rigidez e incapacidad funcional.

La artrosis es la enfermedad reumática más frecuente, especialmente entre personas de edad avanzada, a partir de los cincuenta o los sesenta años aunque también puede aparecer antes. La artrosis afecta a rodillas, caderas, manos y espalda, principalmente. Algunos tipos de esta enfermedad se pueden evitar, otros no. Pero en todos los casos se puede mejorar la calidad de vida del paciente o frenar el deterioro de la articulación.

Un problema importante en el tratamiento de esta patología es que, siendo muy dolorosa, no tiene aún un tratamiento farmacológico eficaz. Alternativas como el quiromasaje ayudan a reducir los síntomas.

Qué es la artrosis

El aumento de la esperanza de vida hará, según los médicos, que la artrosis se convierta en la cuarta causa de discapacidad (hoy ya es responsable de más del 30% de las incapacidades laborales). Los expertos no dudan en calificarlo como «la epidemia que viene».

La artrosis es un trastorno crónico de las articulaciones. Su característica principal es la destrucción del cartílago que recubre las superficies de los huesos, lo que causa dolor y rigidez en las articulaciones. La artrosis también se conoce como osteoartritis,  enfermedad articular degenerativa o artritis hipertrófica.

Como parte de la vida normal, las articulaciones están expuestas a un nivel bajo constante de daño. En la mayoría de los casos, el cuerpo repara el daño por sí mismo y no experimenta ningún síntoma. Sin embargo, con el paso del tiempo, el sobreuso y diversas lesiones, las articulaciones se ven afectadas.

Con el paso de los años y las diferentes lesiones la estructura del cartílago comienza a cambiar. Debido a ello el cartílago se vuelve cada vez más delgado, dando lugar a grietas en su superficie. Esto hace que el hueso quede expuesto y en íntimo contacto, lo que impide que la articulación pueda moverse con facilidad. Debido a ello el hueso se vuelve cada vez más denso en los bordes de la articulación. Esto provoca tumefacciones o espuelas (conocidos también como picos de hueso o picos de loro).

Estas tumefacciones interfieren en el movimiento normal en articulación causando dolor. Por otra parte, la membrana sinovial se engrosa provocando un aumento de su volumen y la  producción de derrame de líquido sinovial.

Es importante tener en cuenta que la artrosis produce siempre una contractura muscular adyacente. Esta contractura, en muchas ocasiones, puede provocar un dolor mayor incluso que el que provoca el propio desgaste de la artículación en sí. Es por ello que el masaje, en estos casos, debe remitirse a reducir la contractura muscular de la zona afecta. Por este motivo, las manipulaciones fundamentales del quiromasaje en casos de artrosis deben ser los amasamientos.

Síntomas de la artrosis

Los principales síntomas de la artrosis son las siguientes:

•  dolor coma que aparece normalmente cuando en la articulación está cargada
•  matutina
•  limitación del movimiento
•  crujidos articulares
•  brotes inflamatorios
• no hay signos inflamatorios ni fiebre

Causas de la artrosis

Se desconoce la causa exacta, pero se cree que varias cosas aumentan el riesgo de desarrollar osteoartritis, que incluyen:

• Lesión articular: uso excesivo de la articulación cuando no ha tenido tiempo suficiente para sanar después de una lesión u operación.
• Otras afecciones: la artrosis puede aparecer en articulaciones gravemente dañadas por una afección previa o existente, como artritis reumatoide o gota.
• Edad: el riesgo de desarrollar la afección aumenta a medida que se envejece.
• Antecedentes familiares: la artrosis puede ser hereditaria, aunque los estudios no han identificado un solo gen responsable.
• Obesidad: ser obeso ejerce una presión excesiva sobre las articulaciones, en particular las que soportan la mayor parte de su peso, como las rodillas y las caderas.

Además, cabe destacar que las mujeres tienen más riesgo de sufrir artrosis que los hombres.

Cómo combatir la artrosis

El tratamiento para la artrosis debe de ser indicado y controlado por el médico especialista. Por lo general el médico recomienda analgésicos, en infiltración y/o relajantes musculares.. También son recomendables ciertos hábitos para convivir con la artrosis:

• El ejercicio moderado, como caminar, montar en bicicleta o natación, es bueno para la artrosis de rodilla o de cadera. Los días que se tenga más dolor es conveniente guardar reposo durante 2 o 3 días.
• No se debe mantener mucho tiempo una postura y evitar aquellas perjudiciales, como estar de rodillas y ponerse en cuclillas. Se debe dormir en cama dura y sentarse en sillas de respaldo recto.
• En general, el calor es más beneficioso. Pero es útil aplicar frío local si la articulación artrósica tiene un intenso brote inflamatorio.
• Son recomendables los zapatos elásticos pero firmes y de materiales no sintéticos.

Por su parte, el quiromasaje puede ser un complemento muy eficaz para el tratamiento de la artrosis. Esto se debe a que el quiromasaje aumenta la puerta y sanguíneo de nutrientes de la zona afectada. Esto ayuda a retrasar el proceso degenerativo. Además disminuye la tensión muscular. Por ese motivo disminuye la tensión muscular.  y con ello la reducción del dolor y la contractura muscular.

Masaje para artrosis

Las personas con artrosis pueden beneficiarse del quiromasaje de varias formas. Uno de estos beneficiosos es el aumento de flexibilidad en las articulaciones, porque la relajación que provoca el masaje reduce la tensión y, con ello, el quiromasajista puede mover y estirar los músculos con más facilidad.

Una disciplina de un masaje semanal o quincenal puede evitar que se produzcan los dolores, conseguir reducir la inflamación y mejorar la movilidad y funcionalidad de personas con artrosis. El quiromasajista puede conseguir el fortalecimiento de la musculatura sin someter las articulaciones a stress.

Además, el quiromasaje reduce la inflamación en caso de artrosis, mejorando con ello circulación sanguínea, lo que mejora y previene los procesos inflamatorios asociados.

«La importancia del masaje como una alternativa o un complemento a los fármacos es evidente. (…) Muchos pacientes ya están añadiendo o probando los masajes como terapia en la artrosis», comenta David L. Katz, director del Centro de Investigación en Prevención de la Universidad de Yale (EEUU).

Los efectos del masaje en la artrosis se atribuyen a que aumenta la circulación local a la articulación afectada, mejora el tono de la musculatura de apoyo, aumenta la flexibilidad de la articulación y alivia el dolor.

También el drenaje linfático manual resulta muy positivo por su efecto anti-edematoso (consigue reducir la retención de líquidos) y moderadamente analgésico (disminuye el dolor). Por último, cabe destacar que muchos balnearios ya aplican aguas mineromedicinales, generalmente termales, para el tratamiento de la artrosis. Con ello consiguen mejorar el dolor y relajar la musculatura de la zona implicada.