Esta es una historia con final feliz que parece escrita con la intención de que Quique, nuestro protagonista, pudiese cumplir su objetivo.
Empezaremos por el principio y para ello retrocedemos al momento en el que Quique empezó a escoger el camino para trabajar con animales cuando inició la ESO (Educación Secundaria Obligatoria). Siempre le han gustado, dice. Muestra de ello es que actualmente vive junto a un border collie, un yorkshire y 3 gatos. Pasaron los años, llegó a Bachiller y aunque lo intentó, no pudo conseguir la nota para entrar en la carrera de veterinaria.
En este momento decidió tirar hacia otro lado y optó por la FP de Técnico en Electromecánica de vehículos automóviles. En el primer año le ofrecieron un contrato y se marchó a trabajar a BMW. Aquí Quique empezó a desarrollar una idea nueva, dejó la FP y continuó trabajando para ahorrar y poder llevar a cabo esa idea.
Buscó en Internet y nos encontró. Quique vive en Villarreal, un municipio que está a 50 minutos en tren de Valencia. Tenía claro que quería trabajar con animales y para ello quería una formación presencial. Le gustó lo que vio y utilizó sus ahorros para pagar el curso.
En octubre de 2022 empezaron las clases. Llegó emocionado y nervioso por un nuevo comienzo. Cuando le preguntamos por lo que más le gustó del curso, es incapaz de decir algo concreto, responde que le gustaba todo y que cada vez quería más. Él es una persona muy curiosa, demuestra mucho interés y esto no sólo le permite aprender más a él, sino a todos sus compañeros.
Nos ha insistido que destaquemos a su profesora Carmen Cámara, quien, según dice, ha sido la mejor que ha tenido nunca. Al contárselo a Carmen, ella nos ha dicho casi lo mismo, que él ha sido el alumno con mejor nota desde que es profesora en CIM Formación. Según él mismo nos contó, era un alumno de notable y en CIM ha conseguido Matrícula de Honor.
En cuanto terminó el curso, en junio de 2023, empezó las prácticas de auxiliar veterinario en el Hospital Veterinario del Mar en Castellón. Tras dos intensos meses de verano, le ofrecieron cubrir una baja y aceptó, por supuesto. Desde entonces trabaja en turnos rotatorios de dos semanas de mañana o tarde, junto a seis auxiliares más y 16 veterinarios. Su trabajo abarca hospitalización, laboratorio y quirófano.
Al preguntarle por la diferencia de trabajo mientras hacía las prácticas y ahora, dice que, aunque durante las prácticas se ayuda mucho, ahora hay más responsabilidad. De momento su objetivo es seguir aprendiendo y consolidarse como auxiliar veterinario, después ya se verá, aunque no descarta la carrera.
Quique nos recuerda, como si quisiese darle un mensaje a quien lea este artículo, que tanto en clase como en las prácticas hay mostrar mucho interés, preguntarlo siempre todo y mostrar curiosidad.
