Las inyecciones de bótox se usan para suavizar las arrugas faciales, para prevenir las migrañas crónicas, la sudoración excesiva, la distonía cervical, la espasticidad, algunas afecciones de los músculos oculares y para tratar las pérdidas de orina causadas por una vejiga hiperactiva.
Funcionan relajando los músculos al bloquear las señales que hacen que los músculos se contraigan. En este artículo vemos más a fondo en que consisten las inyecciones de bótox y sus principales implicaciones.
Qué es el bótox
El bótox está hecho de la bacteria que causa el botulismo. La toxina botulínica bloquea la actividad nerviosa en los músculos. Sus usos iniciales fueron para el ojo vago (estrabismo), el blefaroespasmo (incapacidad para mover los párpados de ciertas maneras) y tortícolis (distonía cervical).
Una idea errónea común es que el bótox paraliza los músculos de la cara. Aunque esto puede suceder con cantidades extremas, la mayoría de los médicos se esfuerzan por inyectar solo la cantidad que le permite al paciente tener una actividad limitada, pero no tanto que tenga hiperactividad en las áreas.
¿Para qué sirve el bótox?
El bótox puede aplicarse en los siguientes casos:
- Migraña crónica. Se usa en pacientes que tienen 15 o más dolores de cabeza al mes que duran 4 horas al día o más. Para las migrañas, el bótox se administra en siete áreas específicas de los músculos de la cabeza y el cuello. Los resultados generalmente duran hasta 12 semanas dependiendo de cada paciente.
- Arrugas faciales. Se utiliza para disminuir temporalmente la aparición de arrugas faciales en adultos.
- Distonía cervical. Esta es una afección que hace que los músculos del cuello se contraigan de manera anormal y que provoca que el cuello se tuerza y que la cabeza se incline hacia un lado, hacia delante o hacia atrás.
- Rigidez muscular. Se emplea para tratar la rigidez muscular (espasticidad) de los brazos, manos, piernas y pies en adultos y niños que tienen al menos 2 años de edad. La espasticidad se produce cuando hay un aumento anormal en el tono muscular o rigidez del músculo, lo que puede causar problemas con el movimiento, el habla o puede causar molestias o dolor.
- Afecciones de los músculos oculares. Se usa para tratar ciertas afecciones de los músculos oculares causadas por trastornos nerviosos en adultos y niños mayores de 12 años. Esto incluye parpadeo incontrolable o espasmos de los párpados y una condición en la que los ojos no apuntan en la misma dirección (estrabismo).
- Problemas de la vejiga. Se emplea en adultos para tratar la vejiga hiperactiva y la incontinencia (pérdida de orina) que no ha mejorado con otros medicamentos. El bótox se puede usar para tratar la incontinencia causada por trastornos nerviosos, como lesión de la médula espinal o esclerosis múltiple. El bótox también se usa para tratar la vejiga hiperactiva debido a una enfermedad neurológica (como esclerosis múltiple o lesión de la médula espinal) en niños de 5 años de edad y mayores cuando otro tipo de medicamento (anticolinérgico) no funciona lo suficientemente bien o no se puede tomar.
- Sudoración excesiva. Se usa para tratar la sudoración intensa de las axilas (hiperhidrosis) en adultos.
Advertencias respecto al uso de las inyecciones de bótox
No se debe usar Bótox en caso de padecer una infección en el área donde se inyectará el medicamento. Este medicamento no debe utilizarse para tratar la vejiga hiperactiva o la incontinencia si actualmente tiene una infección de la vejiga o si no puede orinar (a menos que utilice un catéter de forma rutinaria).
Además, hay que tener en cuenta que la toxina botulínica contenida en bótox puede extenderse a otras áreas del cuerpo más allá de donde se inyectó. Esto puede causar efectos secundarios graves que ponen en peligro la vida.
Por otra parte, no se debe recibir tratamiento con bótox en los siguientes casos:
- Alergia a la toxina botulínica.
- Infección en el área donde se inyectará el medicamento.
- En caso de uso para vejiga hiperactiva e incontinencia, si se tiene una infección de vejiga actual o si no puede orinar y no usa un catéter de forma rutinaria.
Para asegurarse de que bótox sea seguro, el médico debe conocer si el paciente alguna vez ha estado en las siguientes situaciones:
- Si se ha recibido otras inyecciones de toxina botulínica (especialmente en los últimos 4 meses).
- Si se padece esclerosis lateral amiotrófica (ELA), miastenia grave o síndrome de Lambert-Eaton.
- Si se ha sufrido algún efecto secundario después del uso previo de toxina botulínica.
- Si se padece algún trastorno respiratorio, como asma o enfisema.
- Si se tiene problemas para tragar.
- Si se presenta debilidad de los músculos faciales (párpados caídos, frente débil, dificultad para levantar las cejas).
- Si se presenta un cambio en la apariencia normal de su rostro.
- Si se tienen problemas de sangrado.
- Si el paciente se ha sometido a algún tipo de cirugía (especialmente en la cara).
Es importante tener en cuenta que el bótox está hecho de plasma humano donado y puede contener virus u otros agentes infecciosos. El plasma donado se analiza y trata para reducir el riesgo de contaminación, pero aún existe una pequeña posibilidad de que pueda transmitir enfermedades.