Es muy habitual hablar de tratamientos cosméticos para prevenir el envejecimiento. Es más, cada vez más se habla de tratamientos personalizados para conseguir este fin. La cuestión es: ¿realmente funcionan este tipo de tratamientos?
Para encontrar una respuesta apropiada primero tenemos que entender qué implica el término «antienvejecimiento», ya que el envejecimiento es un proceso que, por mucho que nos empeñemos, no se puede detener.
Qué es «antienvejecimiento»
Para la comunidad científica, el término «antienvejecimiento» incluye todas las acciones dirigidas reducir, retrasar o prevenir el proceso de envejecimiento. Estas acciones incluyen todo tipo de estrategias y terapias cuyo objetivo sea controlar el proceso de envejecimiento y revitalizar el organismo. Esto incluye medicina preventiva así como medidas de higiene, alimentación, hábitos, etc.
En este sentido, Juan Lemmel publica un artículo en el año 2003 en el que explica lo siguiente: «El envejecimiento cutáneo fisiológico es un proceso biológico irreversible que aparece con la edad y se manifiesta por una serie de cambios estructurales y funcionales que producen un progresivo deterioro del organismo.
Este envejecimiento no es el resultado de una acumulación de alteraciones patológicas, sino un proceso fundamental en la biología celular. Depende de una serie de factores complejos, tanto endógenos como exógenos. Puede presentarse a los 30 años o ser incluso imperceptible a los 60 años».
Además, Lemmel explica que «el envejecimiento cutáneo puede retrasarse mediante unos tratamientos de tipo cosmetológico«. Y añade: «De hecho, es muy fácil encontrar personas de edades iguales o semejantes, pero cuyo aspecto externo dista mucho de ser parecido. La diferencia entre ambos tipos de personas debe buscarse en el tratamiento que han tenido y a las causas externas en las que han sido expuestas». Por lo tanto, luchar contra en envejecimiento supone evitar las causas del mismo.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que el proceso de envejecimiento se produce en todo el organismo, por lo que el antienvejecimiento tiene que ser de tipo multidisciplinar. Es decir, no basta con centrarse en tratamientos cutáneos dirigidos a mejorar la apariencia de la piel, sino que hay que abordar el asunto de manera global, incluyendo factores como la alimentación, el sueño, el ejercicio, la calidad del aire e incluso los factores que pueden alterar la salud mental.
¿Un tratamiento cosmético ayuda con el envejecimiento?
Para empezar, hay que de dejar claro que cualquier tipo de aparatología o intervención, así como tratamientos puntuales que puedan realizarse en medicina estética no eximen de seguir una series de rutinas y cuidados diarios y constantes destinados a retrasar el envejecimiento. De hecho, sin un cuidado diario, tanto externo como interno, los tratamientos de medicina estética no serán tan eficaces y solo se podrán obtener resultados temporales reducidos.
Es por ello que en la clínica de medicina estética se debe hacer una evaluación inicial y ofrecer una serie de consejos de cuidado personal destinados a que los productos y los tratamientos aplicados sean realmente eficaces.
Porque, por muy personalizado que esté un tratamiento estético para prevenir el envejecimiento, si no se trabaja de forma activa y constante, los resultados no conseguirán ser tan eficaces como podrían ser. Algunos de estos tratamientos pueden ser radiofrecuencia, electroporación transdérmica, mesoterapia inyectada, etc.
Los tratamientos personalizados pueden incluir formulaciones revisadas para mejorar las arrugas, la flacidez o las manchas, así como rellenos o microcirugía. Si esto se refuerza con un cuidado diario de la piel exquisito y un cuidado interno minucioso, los resultados pueden llegar a ser espectaculares. No hay que perder de vista que, desde el punto de vista del cuidado externo, es imprescindible realizar una buena rutina diaria de limpieza facial y usar filtro solar.
Cómo evitar el envejecimiento prematuro
- Evitar la exposición solar. El sol es uno de los factores que más acusa el envejecimiento cutáneo, por lo que es importante evitar en la medida de lo posible el sol en las horas más críticas y usar siempre protección solar.
- Evitar el calor, el frío y al viento en exceso. Si no es posible, es importante salir con protección.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura.
- Evitar o disminuir al máximo el consumo de alcohol, azúcares refinados, bebidas azucaradas y edulcoradas; así como alimentos fritos, picantes y ultra procesados.
- No fumar y evitar ambientes con humos de tabaco.
- Llevar una dieta rica en frutas y verduras.
- Evitar el sedentarismo y hacer ejercicio físico con regularidad.
La conclusión es, por tanto, que sí, los tratamientos cosméticos personalizados ayudan a prevenir y atenuar los efectos del envejecimiento. Pero estos tratamientos deben ir acompañados de otras acciones, como el ejercicio físico, la alimentación saludable y la protección diaria de la piel. Agentes externos como la contaminación o el tabaco, aceleran el proceso de envejecimiento.