¿Qué tipo de masajes se puede hacer a una persona con osteoporosis?
¿Qué tipo de masajes se puede hacer a una persona con osteoporosis? 1

¿Qué tipo de masajes se puede hacer a una persona con osteoporosis?

Como masajistas profesionales, tenemos muy claro cuando podemos o no realizar un masaje. Algunas de las contraindicaciones del quiromasaje son absolutas, mientras que otras son relativas, pues cuando cesa la causa de la contradicción, la persona puede recibir el masaje.

No obstante, en ocasiones se presenta alguien quien sin tener una causa que contravenga la práctica, nos hace dudar acerca de cómo realizarla. Una de estas situaciones puede darse ante una persona con un diagnóstico de osteoporosis. La osteoporosis no es motivo para no efectuar un masaje, aunque sí que deberemos conocer el tipo de masaje más adecuado y cómo practicarlo.

¿Qué es la osteoporosis?

La osteoporosis es una patología asintomática cuyo diagnóstico suele darse a raíz de una fractura ósea provocada por una caída desde la propia altura, que puede hacer sospechar que exista fragilidad ósea.

El término osteoporosis está formado por dos los vocablos del griego antiguo ὀστέον (osteon = hueso), πόρος (poros = paso, poro) y el sufijo  ωσις (-osis = proceso, formación). El significado es claro: formación de poros en el hueso o, lo que es lo mismo, pérdida de densidad ósea.

A lo largo de la vida, se producen cambios continuados en el tejido óseo. La remodelación es un proceso constante de formación y reabsorción que permite reemplazar de forma gradual el tejido óseo viejo por tejido óseo nuevo. De esta manera, cada año se produce una renovación del 5% del hueso cortical (capa externa del hueso) y del 20% del hueso trabecular (en el interior del hueso). 

El pico de masa ósea se alcanza entre los 30 y 35 años y se mantiene con pequeñas variaciones hasta la quinta década de vida. A partir de ese momento, se produce una pérdida natural de masa ósea (que será de un 20 al 30% durante el resto de la vida).Esta pérdida es más acentuada en el sexo femenino por la disminución de estrógenos propia de la etapa vital de la menopausia. 

La osteoporosis es una enfermedad frecuente. Afecta a una de cada tres mujeres con más de 50 años y a una de cada dos a partir de los 75 años. La prevalencia en el sexo masculino es de uno cada 20 hombres mayores de 50 años y uno de cada 10 a partir de los 75 años.

Factores que inciden en el desarrollo de la osteoporosis

La edad y la menopausia son factores determinantes, a los que se suman otros agentes, algunos de ellos modificables y otros que no pueden serlo. 

Los agentes no modificables, además de la edad y los cambios propios del envejecimiento, son determinadas enfermedades, como pueden ser la artritis reumatoide, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), alteraciones intestinales u hormonales, celiaquía, anorexia nerviosa, cirugías o tratamientos médicos obligados con corticoides o con inhibidores de la aromatasa que reducen los niveles de estrógenos.

La osteoporosis asociada a otras patologías, cirugías o tratamientos se denomina osteoporosis secundaria.

Los factores modificables son los que pueden ayudar a alejar el riesgo de desarrollar la osteoporosis:

  • Tabaquismo
  • Sedentarismo
  • Dieta inadecuada
  • Consumo excesivo de alcohol

La clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), basada en la densidad ósea, sirve para establecer el diagnóstico, junto a la presencia de fracturas óseas que indiquen la posibilidad.

Masajes recomendados para una persona con osteoporosis

Una persona diagnosticada con osteoporosis puede recibir un masaje. De hecho, la práctica del quiromasaje forma parte de las recomendaciones, junto a una dieta equilibrada y ejercicio suave y adecuado al estado físico. 

Al igual que ante cualquier otra patología, las pautas del masaje se adecúan a las condiciones y características físicas de cada persona. 

El masaje procura estos beneficios a los pacientes con osteoporosis:

  • Mejora la nutrición de las articulaciones y facilita el movimiento articular.
  • Las manipulaciones y maniobras del masaje previenen las contracturas.
  • Alivia el dolor óseo.
  • Activa la circulación sanguínea. El efecto trófico del masaje es importante en esta patología. El aumento del aporte de nutrientes que llegan a los tejidos contribuye a mantener los huesos en mejores condiciones.
  • Favorece la relajación y el bienestar físico y psicológico.
  • El contacto físico que supone el masaje tiene un valioso beneficio emocional. Son muchas las personas mayores que al recibir un masaje se sienten más atendidas y cuidadas.

Cómo debe ser un masaje para una persona con osteoporosis

El quiromasajista adapta las condiciones del masaje de forma personalizada, según la anamnesis y exploración previa. 

En general, el masaje para una persona con osteoporosis sigue estas pautas:

  • La intensidad será superficial, sin efectuar ningún tipo de presión sobre los huesos ni practicar técnicas de quiromasaje como las percusiones. 
  • El tiempo de masaje no debe ser demasiado largo.
  • Las manipulaciones y estiramientos se efectúan de manera suave.

La aromaterapia y los aceites esenciales contribuyen a aumentar los beneficios del masaje:

El aceite esencial de romero alivia el dolor de huesos y articulaciones. Los aceites esenciales de cilantro y albahaca ayudan a fortalecer los huesos y los aceites esenciales de clavo y manzanilla romana tienen un efecto analgésico y antirreumático.

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