Conocer las diferencias entre las diferentes técnicas manuales es fundamental para una mayor eficacia en su uso durante una sesión. En este artículo nos vamos a centrar en dos tipos de terapias manuales que, si bien tienen muchos aspectos en común, también ofrecen importantes diferencias: el masaje reductor y el drenaje linfático.
El masaje reductor es una técnica muy utilizada hoy en día y está indicada para reducir edemas, combatir la celulitis y es un gran aliado en el proceso de pérdida de peso, además de eliminar los líquidos acumulados entre las células por medio de maniobras que estimulan el sistema linfático.
Drenaje linfático vs. masaje reductor
Sin embargo, el drenaje linfático se confunde a veces por los no expertos con el masaje reductor anticelulítico. A continuación os explicaremos brevemente cómo funcionan las dos técnicas y su principal diferencia.
Drenaje linfático manual
El drenaje linfático manual es un tipo de masaje suave para favorecer el drenaje natural de la linfa, de modo que sea más fácil deshacerse de los productos de desecho. La estimulación del sistema linfático que se realiza mediante el drenaje linfático se basa en la aplicación de una cantidad específica de presión y el uso movimientos circulares rítmicos.
Al favorecer la circulación de fluidos y descongestionar los ganglios linfáticos, el drenaje linfático manual ayuda a impulsar el sistema inmunitario y a desintoxicar el cuerpo. Por lo tanto, podemos decir que el objetivo principal del drenaje linfático es estimular el sistema linfático para aumentar la eliminación de líquidos que se acumulan a veces entre las células.
Para efectuar el drenaje linfático, el terapeuta realiza movimientos muy suaves y superficiales con la punta de los dedos y las manos. Esta técnica llega a ser relajante para el usuario.
Gracias a esto, el drenaje linfático no solo promueve la desinflamación y la pérdida de peso, sino que también permite actuar sobre condiciones de salud diversas; como linfedemas y edemas, síndrome de fatiga crónica y fatiga general, dolores de cabeza o migrañas, dolores y condiciones músculo-esqueléticas y artritis, entre otros.
Masaje reductor
El masaje reductor actúa sobre el tejido conjuntivo y ayudan a mejorar la irrigación y el drenaje linfático y venoso. El proceso de reducción se produce porque se liberan los ácidos grasos y toxinas acumuladas en la zona tratada. Lo más importante de un masaje reductor es que activa la circulación sanguínea, aporta calor al tejido conjuntivo y ayuda a desinflamar los tejidos adiposos.
Los masajes reductores son manipulaciones de masa localizada en los tejidos adiposos. Ello no solo alivia el estrés, sino que también reduce el volumen de la grasa
acumulada y, por tanto, el contorno de la zona afectada.
Además del componente estético de este tipo de masaje es importante considerar que este también contribuye al apaciguamiento del estrés y al relajamiento mental. Y eso a pesar de que es un masaje intenso. No obstante, no hay que perder de vista que esto no es así para todos los sujetos. De hecho, para algunos este tipo de masaje puede resultar un poco molesto.
Sin embargo, a diferencia del drenaje, el masaje reductor trabaja con movimientos intensos, repetitivos y rápidos sobre la piel de la persona, utilizando la presión de los movimientos de amasamiento y de deslizamiento.
Los beneficios del masaje reductor anticelulítico son el modelado del cuerpo, una mejora de la circulación de la sangre, también resulta de gran ayuda en el tratamiento de las estrías y pérdida de volumen en general.
Sin embargo, para obtener mejores resultados, es siempre recomendable que el cliente lleve una dieta equilibrada, practique ejercicio físico de forma regular y que beba mucha agua. En general, se recomienda el masaje reductor anticelulítico para aquellos que quieran modelar las curvas de su cuerpo, trabajar las “cartucheras”, el abdomen, los glúteos, etc.
Durante el masaje reductor, las maniobras que se aplican deben ser lentas y profundas. Cuanto más lentas, más efectivas serán, incluidas las maniobras de presión y las presiones deslizadas. Estas maniobras se aplicarán en las zonas de tratamiento, que son abdomen, glúteos, muslos y piernas.
Diferencias entre el drenaje linfático y el masaje reductor
Por tanto, la gran diferencia entre el drenaje linfático y el masaje reductor anticelulítico se encuentra en los movimientos. Mientras que en el drenaje linfático utilizamos maniobras suaves y relajantes, en un masaje reductor utilizamos maniobras mucho más intensas y repetitivas que, en algunos casos puede provocar algo de incomodidad en el cliente que lo recibe.
Cada una de estas terapias tiene su propia técnica específica, y es importante aprenderlas correctamente para poder ofrecer el mejor y más adecuado servicio profesional a nuestros clientes durante las sesiones.