El diafragma es uno de los músculos más fascinantes del cuerpo humano y vital para la respiración. Asimismo, por su situación e inserciones, interviene en muchas otras funciones y se relaciona con diversas patologías.
¿Qué es el diafragma?
El diafragma torácico es un tejido músculo tendinoso situado debajo de los pulmones y se encarga de separar el tórax y el abdomen. La palabra diafragma, es un vocablo compuesto de origen griego y significa separación: δια (diá), que significa “a través de”, y φφαγμα (phragma) que se traduce como “separación”.
El diafragma es el principal músculo respiratorio. Al inhalar, se contrae y desciende dejando mayor espacio en la cavidad torácica a los pulmones que se llenan de aire. En la espiración el diafragma se relaja.
Anatomía del diafragma
El músculo diafragma tiene forma de doble cúpula, una para cada cavidad pulmonar. Cierra por arriba la cavidad abdominal y limita por abajo la cavidad torácica. En el centro presenta una formación tendinosa en forma de trébol, denominada centro frénico, situado en la parte más alta, donde confluyen todas las fibras y que no está fijado en ninguna estructura ósea, sino que forma parte del propio músculo. En el centro frénico hay varios orificios por los que pasan diversas estructuras desde el tórax al abdomen y viceversa. El diafragma está inervado por el nervio frénico.
Anatómicamente, el diafragma se divide en distintas porciones musculares:
- Porción esternal. Se origina en la cara posterior de la apófisis xifoides. El denominado triángulo esternocostal la separa de la siguiente porción.
- Porción costal. A ambos lados, por la cara medial de las costillas inferiores, de la séptima a la duodécima, en dirección descendente de adelante hacia atrás.
- Porción lumbar. Se subdivide en un pilar derecho y un pilar izquierdo, con orígenes bilaterales en los cuerpos de las vértebras lumbares y en los ligamentos arcuatos medial y lateral.
- El pilar medial derecho se origina en los cuerpos vertebrales de L1 a L4, mientras que el pilar medial izquierdo en los cuerpos vertebrales de L1 a L3.
- Los pilares laterales se originan en dos arcos fibrosos, el primero desde la superficie lateral del cuerpo de L1 hasta la apófisis costal de la misma vértebra (arco del músculo psoas). Desde este punto nace el segundo arco hasta la punta de la duodécima costilla (arco del músculo cuadrado lumbar).
Los pilares se unen en el denominado ligamento arqueado medio, una banda fibrosa alrededor de la arteria aorta.
Por su situación, el diafragma está relacionado con muchas estructuras de las cavidades torácica y abdominal como el pulmón, la pleura, el corazón, el pericardio, el estómago, el hígado, el páncreas y el duodeno, siendo atravesado por el esófago, la vena cava inferior y la arteria aorta abdominal.
Funciones del diafragma
La función principal en la que interviene el músculo diafragma es el proceso de la respiración. Mediante el ciclo de contracción y relajación, el diafragma regula el flujo de aire y la presión en los pulmones, posibilitando, junto al resto de músculos que intervienen en el proceso de la respiración, la obtención de oxígeno y la eliminación del dióxido de carbono.
Al inspirar, el diafragma baja y se aplana, a la vez que se expande la cavidad torácica con la ayuda de la musculatura intercostal inspiratoria, el músculo esternocleidomastoideo y los escalenos. Al espirar, el diafragma se relaja y asciende, recuperando su forma de cúpula. Junto a la musculatura intercostal exhaladora y los músculos abdominales mengua el tamaño de la cavidad torácica y distiende la cavidad abdominal.
El músculo diafragma torácico también interviene en otros procesos fisiológicos:
- Fonación. Participa en el trabajo muscular necesario para producir vibraciones sonoras que permiten emitir sonidos inteligibles.
- Estabilidad del torso. Debido a su localización e inserciones, el diafragma participa en el mantenimiento de la postura y en los cambios de posición del cuerpo.
- Digestión. El movimiento del diafragma ejerce presión sobre las vísceras abdominales, favoreciendo el movimiento peristáltico. También ayuda en la micción y en la evacuación de las heces, aumentando la presión intraabdominal al contraerse. El control de la presión intraabdominal también colabora en la realización de esfuerzo físico.
- Función gastroesofágica. El diafragma crural (la parte muscular que forma los hiatos esofágico y aórtico) previene el reflujo. También interviene en otras acciones de expulsión de desechos como el vómito, la expectoración, la tos o el estornudo.
- Circulación sanguínea y linfática. El movimiento de ascenso y descenso del diafragma favorece el retorno sanguíneo a los pulmones y de la linfa al conducto torácico.
- Movimiento. La dinámica corporal tiene como punto fijo el núcleo abdominal (core), en el que la sujeción y la presión ejercida por el músculo diafragma son fundamentales para su estabilización.
Patologías relacionadas con el diafragma
La correcta función del diafragma puede verse afectada por diversas enfermedades de origen estructural, funcional o por patologías infecciosas o tumorales. En cualquier caso, la disfunción del principal músculo respiratorio puede dar lugar a consecuencias como las siguientes:
- Problemas respiratorios.
- Fatiga.
- Alteraciones digestivas.
- Problemas circulatorios.
- Cervicalgias.
- Dorso-lumbalgias.
- Ansiedad y estrés.
Por ello, es importante valorar el tratamiento del diafragma al abordar estas patologías.
El diafragma y las emociones
El proceso de la respiración, principal función del diafragma, convierte a este músculo en el receptor de nuestras emociones. El estrés, la ansiedad, las preocupaciones o el miedo provocan nerviosismo y nos hacen respirar solo con la parte alta del tórax, de forma superficial y acelerada, utilizando en exceso la musculatura costal en lugar del diafragma, cuyo movimiento se restringe, ocasionando una insuficiente entrada de aire en la cavidad torácica y dando lugar a un círculo vicioso que puede generar ataques de ansiedad, bloqueos en la respiración o dolores en la boca del estómago. De ahí expresiones como “quedarse sin respiración” o “sentir un puñetazo en el estómago” tras un shock emocional.
En la medicina china, el diafragma es el núcleo de las emociones viscerales que, en función de su intensidad, pueden generar un bloqueo, impidiendo una respiración eficiente.
Al contrario, el mantenimiento de la salud del diafragma y la práctica de la respiración diafragmática, consciente y profunda, ayuda a recuperar la calma y procura bienestar emocional.
Masaje diafragmático
Recibir un masaje en el diafragma efectuado por las manos de un quiromasajista profesional permite obtener todos los beneficios de esta práctica:
- Personalización: el masajista adapta las maniobras y técnicas a las necesidades específicas de cada usuario, en función de los datos facilitados en la anamnesis, la exploración y el objetivo del masaje.
- Ejecución. Los conocimientos anatómicos que posee el masajista profesional le faculta para efectuar cada maniobra con la precisión y profundidad adecuadas.
- Bienestar físico y emocional. El masajista procura el ambiente idóneo para la práctica del masaje. La decoración, la iluminación, la música o el uso de aceites esenciales favorecen la relajación del cuerpo, la mente y las emociones.
El enfoque del masaje no solo se circunscribe al músculo diafragma. El masajista también trabaja sobre la musculatura intercostal y la zona dorso lumbar con el fin de liberar la tensión y promover la movilidad.
Algunas de las maniobras habituales en el masaje del diafragma son:
- Presiones suaves sobre el abdomen.
- Estiramientos suaves del diafragma y de la musculatura relacionada.
- Técnicas de liberación miofascial para liberar puntos de tensión.
El masaje diafragmático alarga las fibras musculares y aminora el dolor y la restricción causados por puntos gatillo activos del diafragma y de la musculatura adyacente. Con el masaje en el diafragma se recupera un adecuado patrón respiratorio, junto a la mejora del resto de funciones en que interviene este músculo.







