¿Qué son los humectantes en las cremas y lociones?
Mujer utiliza humectante
Foto: Humphrey Muleba en Unsplash

¿Qué son los humectantes en las cremas y lociones?

Tratando de cremas y lociones seguro que habrás oído hablar de los humectantes. Seguro que también sabes (o intuyes) que son algo de gran importancia en los productos cosméticos. Pero, ¿qué es exactamente un humectante?

Los humectantes son ingredientes clave en lociones y limpiadores que hidratan la piel, bloqueando la humedad y atrayendo agua como un imán. Técnicamente hablando, los humectantes forman enlaces de hidrógeno con moléculas de agua. Los humectantes en las cremas son extremadamente importantes para mantener la piel suave y flexible.

En nuestro curso de estética y belleza explicamos de una manera práctica, y en este artículo os explicamos las claves principales.

Humectantes en las cremas

Los humectantes extraen el agua de la dermis -la segunda y más gruesa capa de piel- y la llevan a la epidermis -la capa más externa de la piel-. Si la humedad es superior al 70 por ciento, pueden incluso aspirar la humedad del aire.

Los humectantes en las cremas aumentan la cantidad de agua que el estrato córneo -la capa más externa de la epidermis- puede contener. Esto ayuda a reparar la piel seca y agrietada, proporcionando la máxima hidratación y reduciendo la irritación de la piel.

Los humectantes también fomentan la descamación, es decir, el proceso de desprendimiento por el desgaste de los corneodesmosomas que mantienen las células de la piel juntas. Actúan como una barrera, evitando que los productos químicos externos entren en contacto con la dermis.

Tipos de humectantes en las cremas y productos cosméticos

Los humectantes están presentes en diferentes productos cosméticos y de cuidado personal que proporcionan beneficios hidratantes. Hay dos tipos de humectantes: sintéticos y naturales.

  • Los humectantes sintéticos son bastante comunes porque son menos costosos de producir que los humectantes naturales. Lo que hacen es bloquear la humedad en cierta medida, pero no proporcionan ningún nutriente notable o beneficio para la piel. En realidad, lo que hacen es hidratar la piel a corto plazo y secarla a largo plazo.
  • Son mucho más interesantes los humectantes naturales, los cuales cumplen un doble propósito: por una parte, atraen la humedad a la superficie de la piel y, por otra, llevan gran humedad y nutrientes a las capas más profundas de la piel. Así, los humectantes naturales mejoran realmente la hidratación de la piel. Algunos ejemplos de humectantes naturales son el ácido hialurónico, el aloe vera, la miel y las algas y los extractos marinos, entre otros.

Jabones y humectación de la piel

La piel es el órgano más grande que tiene el cuerpo. Funciona día y noche para protegernos de los daños del mundo exterior. Entonces, tiene sentido tratarla correctamente y mantenerla bien protegida. Sin embargo, desafortunadamente no siempre es así. Pasamos demasiado tiempo al sol, usamos productos ásperos en la piel y la despojamos de su capa protectora con los jabones que utilizamos a diario.

Olvidamos que nuestra piel necesita humedad para protegerse. La humedad es lo único que mantiene la piel en plena forma, ya que garantiza que la capa protectora de la superficie permanezca equilibrada y sea capaz de bloquear las bacterias dañinas.

El secado excesivo de la piel puede causar tantos problemas que pueden tardar mucho tiempo en sanar y, a veces, pueden dejar un daño permanente: signos tempranos de envejecimiento, acné, enrojecimiento e hinchazón, entre otros. Es por eso que siempre debemos asegurarnos de usar jabón humectante para la limpieza y algún tipo de crema hidratante.

La humectación de la piel

Según un estudio de la Universidad de Binghamton, es posible alterar la humectabilidad de la piel utilizando un ingrediente que se encuentra comúnmente en los limpiadores cosméticos.

La capa más externa de la piel humana actúa como una barrera protectora entre el tejido vivo subyacente y el ambiente externo. La humectabilidad de esta capa de tejido puede influir en la propagación de productos químicos y la adhesión de microorganismos patógenos.

Los investigadores han demostrado que la humectabilidad de esta capa de piel se puede controlar mediante el tratamiento con soluciones del surfactante aniónico conocido como laurilsulfato de sodio, tamponado (estabilizando el pH de una disolución mediante un tampón) a diferentes valores de pH.

Según dicen los investigadores, este estudio demuestra que podemos alterar la humectabilidad de la superficie de la piel humana utilizando un ingrediente comúnmente utilizado en los limpiadores cosméticos: surfactantes aniónicos. «La piel actúa como la primera línea de defensa para el mundo exterior y la humectación de la piel desempeña un papel importante en la inhibición por contacto de los microorganismos, así como en la percepción sensorial de los productos cosméticos», explican.

Los surfactantes son anfifílicos. Esto significa que contienen grupos hidrófobos (colas) y grupos hidrofílicos (cabezas), y se pueden encontrar en jabones, champús, cremas médicas y cremas de afeitar. Las personas han usado surfactantes para alterar la humectabilidad de la lana y el cabello humano, y ahora se puede aplicar a la piel.

Los investigadores explican que lo que parece sugerir es que a medida que cambia el pH de la solución, realmente podemos volver del revés estas pequeñas moléculas. Explican que en ambientes ácidos, la piel en realidad tiene una carga positiva. La carga negativa del grupo de la cabeza en realidad se une con la carga positiva de la piel, y las colas se pegan.

Cuando las colas se pegan, eso significa que tienes una superficie realmente hidrófoba. Pero cuando se llega a condiciones alcalinas, ya no se obtiene esa carga positiva en la piel, y las colas evitan que el agua se adhiera a la piel. Los grupos de cabezas expuestas hacen que la piel sea mucho más hidrófila.

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