Los 5 trastornos musculoesqueléticos más habituales
Los 5 trastornos musculoesqueléticos más habituales 1

Los 5 trastornos musculoesqueléticos más habituales

¿Sabías que los trastornos musculoesqueléticos (TME) son la principal causa de discapacidad a nivel mundial? Este es solo uno de los datos relativos a este tipo de lesiones que afectan a millones de personas y que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a poner en marcha la iniciativa 2030, con el fin de poner de manifiesto la urgente necesidad de fortalecer los sistemas de salud para poder atender las necesidades de cuidado profesional de los afectados.

En este artículo abordamos los 5 trastornos musculoesqueléticos más frecuentes en todo el mundo, porque ocurren y cómo intentar prevenirlos.

¿Qué son los trastornos musculoesqueléticos?

Los trastornos musculoesqueléticos son lesiones inflamatorias o degenerativas que afectan al sistema locomotor. Según datos de la OMS, los TME integran más de 150 trastornos que comprenden desde afectaciones repentinas y de corta duración hasta patologías crónicas que afectan seriamente a la calidad de vida y al desempeño laboral de las personas que las sufren.

El principal síntoma es el dolor, muchas veces persistente, al que acompañan otros síntomas como la inflamación, la limitación de la movilidad, la falta de destreza y la pérdida de fuerza y funcionalidad del área anatómica afectada.

Los trastornos musculoesqueléticos pueden afectar a las articulaciones, los huesos, los músculos, la columna vertebral e incluso a varios sistemas del organismo, debido a las enfermedades inflamatorias que presentan manifestaciones musculoesqueléticas.

Los TME son el impedimento más común relacionado con el ámbito laboral, pues afecta a millones de trabajadores que deben jubilarse anticipadamente, mermando sus niveles de bienestar y su participación en la sociedad.

El total de afectados por trastornos musculoesqueléticos en el mundo se estima en 1710 millones de personas. La discapacidad que provocan los TME ha ido incrementándose y se prevé que continúe creciendo en los próximos años.

El dolor lumbar es el TME más frecuente y afecta aproximadamente a 619 millones de personas (según datos de 2020), siendo la causa más habitual de discapacidad en 160 países.

Debido a la alta prevalencia de los TME, la afectación que causa en las personas que los padecen y el elevado coste que suponen para las empresas y la sociedad es necesario evaluar las directrices a seguir. Para ello, la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud y el Trabajo ha elaborado recientemente un extenso informe sobre la situación de estos trastornos, sus principales causas y los diversos factores que inciden en ellos.

¿Cuáles son las causas de la alta prevalencia de los trastornos musculoesqueléticos?

La mayoría de los trastornos musculoesqueléticos no se deben a una sola causa, sino que son el resultado de una acumulación de diversos factores de riesgo, tanto físicos y biomecánicos como psicosociales y organizativos. 

Estos son los factores físicos y biomecánicos más significativos:

  • La manipulación de cargas, principalmente al girar o flexionar el cuerpo.
  • La adopción de posturas forzadas.
  • Mantener una misma postura, tanto erguida como sentada, durante un tiempo largo.
  • Realizar movimientos repetitivos o excesivamente enérgicos.
  • Mantener un ritmo muy rápido al ejecutar una tarea.
  • Trabajar en un entorno de trabajo mal iluminado, con vibraciones o a bajas temperaturas.

Los principales factores psicosociales y organizativos son:

  • Alta exigencia laboral.
  • Falta de intervalos de descanso o de oportunidad de cambiar de postura.
  • El uso muy rápido y durante muchas horas de las nuevas tecnologías.
  • Largas jornadas laborales.
  • Cambios de turno de forma habitual.
  • Baja satisfacción laboral.
  • Situaciones de discriminación o acoso en el entorno de trabajo.

El estrés que generan estos factores, solos o combinados entre ellos, incrementa muchísimo el riesgo de padecer trastornos musculoesqueléticos.

Otro aspecto a tener en cuenta son los factores de riesgo propios de cada individuo como el estado físico, los antecedentes de salud, el estilo de vida  y la capacidad física.

Los 5 trastornos musculoesqueléticos más frecuentes en el mundo

Como hemos mencionado el dolor lumbar es el trastorno musculoesquelético más frecuente en el mundo y la mayor causa de discapacidad. Estos son los cinco TME más comunes por orden de afectación.

Lumbalgia

La lumbalgia es el dolor localizado en la parte inferior de la espalda o zona lumbar. Existen diferentes tipos de lumbalgia: aguda, subaguda y crónica, y puede cursar con afectación neurológica. El 80% de las personas la sufren alguna vez a lo largo de la vida y el riesgo aumenta al cumplir años. El tramo de edad con más casos es el de 50 a 55 años y es más frecuente entre las mujeres. En el ámbito laboral, es frecuente en profesiones o actividades no laborales que suponen sobrecargas mantenidas de la musculatura en la zona baja de la espalda o que requieran estar muchas horas sentados o en posturas forzadas. Otras causas que pueden producir lumbalgia son los traumatismos o una afección degenerativa.

Cervicalgia tensional

Es un dolor que afecta a la zona cervical, pudiendo extenderse desde la línea occipital y primera vértebra cervical hasta la séptima vértebra cervical y primera vértebra dorsal e irradiar por los brazos hasta los dedos. Generalmente, los músculos más afectados por la contractura son el trapecio y el elevador de la escápula y las causas más comunes son los antecedentes traumáticos, las posturas forzadas y el uso repetido de la musculatura cervical. El uso continuado y desmedido de los dispositivos tecnológicos (teléfonos móviles, consolas, …) y las situaciones de estrés cotidiano tensionan el área cervical y acortan los músculos. En ocasiones, el dolor se acompaña de mareos, náuseas y vértigos.

Tendinitis del manguito rotador

Consiste en la inflamación de los tendones que rodean la articulación del hombro, concretamente del manguito de los rotadores. Debido a la estrechez de la zona por la que discurren es frecuente el rozamiento con el acromion, provocando la lesión de las estructuras tendinosas, su desgarro e incluso su rotura. Los motivos más habituales de esta afección son los movimientos repetidos de rotación y abducción de la extremidad superior y el dolor se incrementa al elevar el brazo y al transportar cargas.

Epicondilitis y epitrocleitis

Ambas patologías están relacionadas con la inflamación de los tendones de la musculatura del codo. La epicondilitis afecta a los músculos situados en la cara externa de la articulación, por movimientos repetidos de supinación forzada. A su vez, la epitrocleitis afecta a los músculos situados en la cara interna del codo debido a los movimientos repetidos de pronación forzada. El sobreuso de esta musculatura con posturas forzadas y mantenidas provocan su acortamiento y el aumento de la tensión que soporta.

Síndrome del túnel carpiano

El síndrome del túnel carpiano se produce por la compresión del nervio mediano a su paso por el túnel del carpo. Ello provoca alteraciones motoras y sensitivas, así como hormigueo, sensación de calor y dolor, pudiendo desarrollarse atrofia tenar y debilidad en las maniobras de abducción y oposición del pulgar. En la mayoría de los casos no se conoce la causa exacta que desencadena la patología. Puede darse como consecuencia de otra afección, como la artritis, la diabetes mellitus o el edema producido por el embarazo y verse favorecida por movimientos y posturas forzadas de la mano o golpes en la zona palmar. Es más frecuente en mujeres debido a una predisposición congénita.

La mejor prevención… Un buen masaje

Ante cualquiera de estas frecuentes patologías es fundamental adoptar hábitos para prevenirlas, tanto en el ámbito laboral como en el particular:

  • Evitar mantener la misma postura durante periodos de tiempo prolongados.
  • Realizar pausas al ejecutar una misma tarea a lo largo de la jornada.
  • Realizar ejercicios de fortalecimiento y estiramiento de la musculatura implicada.
  • Disponer de medidas ergonómicas en el puesto de trabajo que mejoren las condiciones laborales y reduzcan el riesgo de lesiones.
  • Mantener un peso corporal adecuado.
  • Seguir una alimentación sana y equilibrada y estar físicamente activos.

 

Recibir masajes de forma periódica es una estrategia eficaz. Las diversas técnicas de quiromasaje tienen un reconocido resultado positivo en el tratamiento de los trastornos musculoesqueléticos

Algunos de los efectos del quiromasaje que contribuyen a prevenir y aliviar estos trastornos son:

  • Activación de la circulación sanguínea y linfática, promoviendo un mayor aporte de oxígeno y nutrientes a los tejidos del cuerpo.
  • Eliminación de toxinas y sustancias de desecho.
  • Alivio del estrés y la ansiedad, consiguiendo relajar el cuerpo y la mente.
  • Mejora del dolor y la movilidad articular.
  • Mantenimiento de la elasticidad muscular.
  • Corrección de malos hábitos posturales.
  • Mayor estímulo en la recuperación de lesiones de músculos, tendones y ligamentos.

La previsión del aumento de los trastornos musculoesqueléticos a nivel mundial junto al progresivo envejecimiento de la población es una realidad que debe obligar a los servicios de salud a tomar medidas preventivas y rehabilitadoras. Sin embargo, cada individuo puede hacer mucho por preservar la salud y el bienestar del organismo: Una correcta alimentación, el ejercicio físico y el cuidado del cuerpo y la mente constituyen una sólida base para mantenerse sano. 

 

 

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