Terapia de masaje para el síndrome del túnel carpiano
Hombre dolorido por síndrome del túnel carpiano
Foto: Canva

Terapia de masaje para el síndrome del túnel carpiano

El Síndrome del Túnel Carpiano es una afección muy frecuente. Según datos del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, uno de cada cinco trabajadores diagnosticados con una enfermedad profesional es una mujer afectada por este síndrome.

Como quiromasajista puedes explicar y enseñar a los usuarios a efectuar un automasaje para aliviar los síntomas y limitar su agravamiento.

¿Qué es el túnel carpiano?

El túnel carpiano es un conducto angosto formado por los ocho huesos del carpo (escafoides, semilunar, piramidal, pisiforme, trapecio, trapezoide, hueso grande y ganchoso) dispuestos en dos filas y el ligamento transverso del carpo

El ligamento transverso del carpo se inserta en la tuberosidad del hueso escafoides por el lado radial y en los huesos pisiforme y ganchoso por el lado cubital. Su espesor varía entre 2,5 y 3,5 mm y su anchura es de 3 a 4 cm.

El corredor formado por estas estructuras protege el paso del nervio mediano y de los nueve tendones que flexionan los dedos de la mano – tendones flexores – .

El nervio mediano tiene su origen en el plexo braquial (C5-T1) e inerva los músculos flexores del antebrazo, excepto el músculo flexor cubital y la cabeza cubital del músculo flexor profundo de los dedos, los músculos de la eminencia tenar y los músculos lumbricales laterales. 

El nervio mediano posibilita realizar movimientos propios de la motricidad gruesa y fina como la oposición de los pulgares.

¿Qué es el síndrome del túnel carpiano?

El denominado Síndrome del Túnel Carpiano (STC) es el cuadro clínico que se presenta cuando el corredor o túnel carpiano se estrecha o bien se inflaman las vainas sinoviales que rodean a los tendones flexores causando presión sobre el nervio mediano y dando lugar a la sintomatología típica de este síndrome.

¿Cuáles son las causas?

No existe una causa clara que determine la aparición del STC. Más bien, como ocurre con la mayoría de los síndromes, son varios los factores que confluyen y caracterizan esta dolencia.

Algunos de estos factores son los siguientes:

  • Herencia. Algunas personas tienen el túnel carpiano más pequeño o presentan alguna diferencia anatómica que disminuye el espacio por el que transcurre el nervio mediano.
  • Movimientos repetitivos. Realizar las mismas actividades, de la mano o la muñeca, durante un largo periodo de tiempo puede causar inflamación en los tendones, cuya hinchazón estrecha el túnel.
  • Enfermedades. La artritis reumatoide, la diabetes o el hipotiroidismo aumentan el riesgo de sufrir este síndrome.
  • Dislocaciones o fracturas de huesos de la muñeca.
  • Quistes o tumores en la muñeca.
  • Retención de líquidos. Los cambios hormonales que suceden en los embarazos o en la etapa de la menopausia al desequilibrarse la regulación de los fluidos.
  • Alcoholismo.
  • Obesidad.

El STC es más habitual en las mujeres que en los hombres y la franja de edad más común es la de treinta a sesenta años. Puede afectar a una o a ambas manos.

Sintomatología del síndrome del túnel carpiano

Los síntomas del STC comienzan de manera gradual y no continua. Es importante prestar atención a los síntomas para no agravar la dolencia. Al principio, el uso de una férula o el cese de la realización de determinadas actividades alivia las molestias y el dolor y evita medidas más extremas.

La sintomatología más común es ésta:

  • Entumecimiento y hormigueo en el dedo pulgar y en los dedos índice, corazón y anular.
  • Entumecimiento y hormigueo en la palma de la mano.
  • Dolor y sensación de espasmo en los dedos citados.
  • Irradiación del hormigueo y dolor hacia el antebrazo y el brazo, pudiendo llegar hasta el hombro.
  • Torpeza y debilidad al realizar acciones de motricidad fina.
  • Agarre débil de los objetos.

Los síntomas son habituales durante el descanso nocturno y pueden llegar a despertar a la persona afectada. Durante el día, acciones como sostener el teléfono o conducir durante un rato pueden desencadenarlos. Mover o agitar las manos puede procurar un cierto alivio.

Tratamiento conservador

El tratamiento no quirúrgico del Síndrome de Túnel Carpiano suele incluir el uso de una férula. De noche, evitará que al dormir se flexione la muñeca; durante el día, es conveniente usarla cuando van a realizarse actividades que puedan desencadenar los síntomas.

Evitar las actividades que causan la inflamación de los tendones es otra de las indicaciones, al igual que la toma de determinados fármacos para desinflamar y remitir el dolor. Aunque, en ocasiones, se prescriben inyecciones de corticosteroides, esta medida solo consigue un alivio temporal de los síntomas.

La cirugía es el paso más radical cuando el dolor no remite con el tiempo y puede darse un daño irreversible en los músculos implicados.

Eficacia del masaje para el síndrome del túnel carpiano

Son varios los estudios realizados sobre la eficacia del masaje para aliviar los síntomas del STC. La mayoría de estos estudios se basan en los efectos analgésicos y relajantes de la práctica del masaje que aumenta los niveles de endorfinas y logra una acción anestesiante sobre las terminaciones nerviosas.

Uno de estos estudios realizó una comparativa más específica con un grupo de pacientes afectados por el STC, que se dividió en dos de manera aleatoria. A uno de los grupos se le aplicó el uso de férula y al otro grupo el uso de férula más terapia de automasaje.

Tras seis semanas de aplicación se analizaron los resultados sobre la sintomatología, la funcionalidad de la mano y pruebas electroneurofisiológicas concluyendo que la mejoría fue más evidente en el grupo al que se aplicó la férula más la práctica del masaje.

Características del masaje para aliviar el STC

Es un masaje de corta duración que puede aplicar el propio afectado sobre la mano y el antebrazo. Las maniobras implicadas son:

  • Effleurage. Las maniobras casi de caricia del effleurage, deslizantes o aplicadas en círculo en la mano y el antebrazo tienen un efecto sedante que relaja la musculatura flexora y reduce la presión sobre el nervio mediano.
  • Fricción. Esta manipulación debe aplicarse en la dirección del drenaje linfático para aliviar el edema y favorecer el flujo de retorno. La aplicación de las fricciones logra aumentar el umbral de dolor.
  • Petrissage. Estas maniobras de amasamiento y compresión se aplican a un nivel más profundo para activar la circulación sanguínea, mejorando el tono y la elasticidad de la musculatura y la eliminación de residuos metabólicos acumulados.

El masaje es beneficioso para abordar el Síndrome del Túnel Carpiano desde una óptica no invasiva. Enseñar su aplicación es una buena manera de ayudar a las personas afectadas por este síndrome.

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