El período que transcurre desde los 21 a los 84 días es el más importante en la vida del cachorro, ya que es cuando aprende a socializar y a adquirir experiencias en entornos nuevos.
Varios de los sucesos que tienen lugar durante este período afectan y marcan el comportamiento del perro para el resto de su vida y se ha demostrado que tienen efecto sobre ciertas conductas como la ansiedad de separación, el comportamiento sexual, conducta de dominancia, la capacidad de resolución de problemas y el nivel o capacidad de adiestramiento, entre otros.
Adoptar un cachorro a una edad correcta y darle un ambiente apropiado es fundamental durante los periodos críticos de su desarrollo mental y físico. Esto se debe a que la naturaleza solo da una única oportunidad para poder orientar la personalidad del cachorro.
Socialización del cachorro
Primeros meses de vida
Entre la tercera y la quinta semana de vida, el cachorro comienza a exhibir patrones de comportamiento y tendencias emocionales. Ahí es cuando comienzan a diferenciar a sus hermanos e incluso a mostrar preferencia por algunos, además de llorar y mostrarse incómodos cuando son separados de sus hermanos.
Los cachorros empiezan a actuar como jauría y comienzan los juegos entre ellos. Durante esta etapa, los cachorros juegan, se muerden entre sí y tienen cuidado de no morderse demasiado fuerte, lo que indica que este período es importante en el aprendizaje del perro a no morder.
Este período también es importante para el afecto, la socialización y el temperamento, características inicialmente aprendidas de su madre. Los cachorros retirados de su madre a esta edad tienden a sufrir más ansiedad por separación, vocalización excesiva y problemas de agresividad.
En esa fase, la madre sale durante períodos de tiempo más largos, dejando solos a los cachorros. Estos momentos de aislamiento de la madre son importantes para crear lazos afectivos en el cachorro. Durante este período, los perros también comienzan a adquirir nuevos comportamientos, como explorar, saltar, olfatear, rasgar y cavar, entre otros.
Entre los muchos beneficios del período de socialización está el desarrollo de una conducta emocional estable y afectiva. Normalmente, los problemas de socialización con humanos pueden ser asociados a la falta de socialización durante este período del crecimiento del cachorro.
Esta separación también puede ser la base para que el cachorro entienda el castigo.
La socialización secundaria
A diferencia de otros animales, los perros necesitan socializar no sólo con su especie, sino también con los seres humanos.
Jugar es fundamental durante este período, teniendo efectos de entrenamiento y respuesta que afectarán a los cachorros durante el resto de su vida. Durante esta etapa, es importante que el dueño participe también en los juegos de los perros. El entrenamiento y educación del cachorro puede ser divertido por medio del juego. Hacer el entrenamiento divertido hará que al perro le guste aprender.
Los cachorros comienzan a competir socialmente a las 10 semanas de edad. Esas disputas de poder, que no implican peleas físicas, se pueden ver a la hora de comer. Los cachorros líderes comen más que los del resto del grupo.
Del mismo modo, cuando hay una disputa entre dos perros que quieren ser líderes, es común que el perdedor no opte por la lucha, pero sí que libere su frustración con otro perro sumiso. Este tipo de estado también se evidencia a la hora de dormir.
A partir de los 4 meses, es posible que el perro comience a morder la mano de su propietario. En tales casos, el problema debe ser tratado inmediatamente para que no se convierta en algo más serio en el futuro. En este período el cachorro está más predispuesto a cambiar su comportamiento con mayor facilidad.
Perro nuevo en casa
Hay razas de perros más indicadas para convivir con niños, pero al llevar un cachorro a casa, sea cual sea su raza, es importante tener en cuenta que el animal puede llegar a estresarse por la separación de los otros miembros de la camada y su madre.
Por lo tanto, es importante que el perro sea aislado gradualmente, de la misma forma que lo hacía su madre, para que no asocie el hecho de quedarse solo con una experiencia traumática o negativa. Sin embargo, es importante también señalar que los cachorros que no fueron expuestos a separación tienden a sufrir más y no toleran la soledad cuando son adultos.
Durante este período, el perro también debe ser expuesto a ambientes diferentes, con el fin de que interactúe y explore siempre cosas nuevas, porque su curiosidad se desarrolla junto con sus sentidos y su coordinación motora.
Esta interacción debe ser tanto con la naturaleza como con el ambiente donde vivirá el perro. Es decir, si vive en la ciudad, tendrá que acostumbrarse a los coches, motos, autobuses y el tráfico en general. Si vives en un pueblo o en el campo, entonces tendrá que acostumbrarse a un estilo de vida más tranquilo y a diferentes animales.
Si no se exponen los cachorros a mucho contacto y entornos durante esta etapa, eso puede perjudicar el desarrollo psicológico del animal.
Aunque es muy importante la socialización mientras son cachorros, también lo es cuando crecen. Hay que seguir fomentando su socialización cuando son adultos.
Periodos críticos durante el desarrollo del perro
Conocer cuándo se producen los periodos de desarrollo mental es básico para establecer unas relaciones óptimas, consiguiendo moldear su carácter y aumentar su capacidad de adiestramiento.
Estudios científicos han demostrado que el cachorro pasa por unos periodos críticos en su primera etapa de crecimiento, es decir, que pasa por una serie de fases de desarrollo mental durante los cuales si se producen situaciones excesivamente estresantes, podría dañar al perro emocionalmente el resto de su vida.
Si por lo contrario, se producen situaciones positivas durante estas fases, tendríamos un perro con óptimas aptitudes mentales y sociales.
Periodo prenatal: 40 a 62 días de gestación
Durante las tres últimas semanas de gestación, el sistema nervioso del cachorro se empieza a desarrollar. El estado emocional de la madre influenciará en el desarrollo mental del cachorro.
3 últimas semanas .
Si la madre sufre de estrés o sufre desnutrición, los cachorros se verán afectados por los cambios hormonales que ello conlleva.
Periodo neonatal: 0 a 12 días
La primera fase de desarrollo mental abarca desde el nacimiento hasta los doce días de vida. Durante este periodo, la capacidad mental del cachorro es prácticamente
nula y el cachorro solo reacciona a sus instintos para la supervivencia: mantenerse caliente, comer y la protección de su madre. No pueden ver ni oír.
El olfato se utiliza como complemente del tacto, para reconocer la localización de la madre y discriminar alimentos. Se ha podido encontrar una mejoría en la tolerancia a situaciones de
peligro, gracias a una mejoría en la tolerancia al estrés durante la manipulación del cachorro durante la segunda semana de vida.
Periodo de transición: 13 a 20 días
A los 13 días los párpados se abrirán y reaccionarán a la luz, aunque la retina no está todavía desarrollada. El cachorro podrá arrastrarse tanto hacia atrás como hacia delante y al
final de la semana empezará a utilizar la piernas, practicando el equilibrio.
Cuando empiece a andar, ya no volverá a arrastrarse. Los primeros dientes asomarán al final de este periodo, cuando empezará a mordisquear. Empieza a reaccionar a sonidos fuertes a partir de los 19 días, pero no podrá localizarlo.
Periodo del despertar: 21 a 28 días
Al comenzar con la cuarta semana todos los sentidos se ponen en marcha en apenas 24 horas. Durante la próxima semana, hasta los 28 días, el cachorro va a necesitar a su madre más que nunca. El cerebro y su sistema nervioso comienzan a dar el gran salto y el cachorro despertará su conciencia de estar vivo y a percibir el mundo como no lo había hecho nunca.
Todo le resultará nuevo y extraño. Su sistema nervioso se activa y todo lo que experimenta es por primera vez. Esto por si solo ya produce muchas cargas nerviosas, que aunque son necesarias para un correcto desarrollo del sistema nervioso, por otro lado puede llegar a desequilibrarlo si se llega a producirse sobrecargas negativa”, estás se implantarán en su memoria durante el transcurso de esta etapa, ya no desaparecerán por mucha educación o futuras experiencias agradables reciba al cachorro.
La cuarta semana es la más crítica. Las posibles experiencias traumáticas, producirían unas heridas en su sistema nervioso que nunca cicatrizarían, mermando su capacidad mental de
por vida.
Primeras experiencias de socialización canina: semanas 4-7
El cachorro empezará a saborear su entorno mas inmediato y para ello explorará sus alrededores y todo lo que incluye su campo de visión que en estos momentos solo es de metro y medio.
Empieza a reconocer voces y a personas. A partir de la sexta semana, empieza a distinguir entre especie humana y especie canina.
Se desarrolla su capacidad de aprendizaje, llegando al punto máximo cuando cumpla las siete semanas y se establece el estatus jerárquico entre hermanos.
El cachorro aprenderá a utilizar y comprender el lenguaje corporal canino. Esto permitirá comunicarse correctamente con lo de su especie, evitando futuras peleas y malos entendidos entre ellos.
Aprendizaje y socialización humana: semanas 7-12
Si permanece con la madre pasado las siete semanas, el desarrollo del cachorro se verá disminuido por la dependencia materna y el dominio que algunas madres ejercen sobre sus cachorros. Además si la madre tiene problemas de comportamiento, traumas o vicios adquiridos, puede transmitirle esa conductas indeseables.
Sin embargo, cuando la madre tiene conductas deseable instintivas como cazar o ser una buena guardiana y queremos que nuestro cachorro también desarrolle dichas conductas, entonces es interesante que acompañe a su madre durante las cacerías o cuando se dispone a defender su hogar de intrusos.
Si el cachorro permanece con sus hermanos y no tiene contacto con los humanos, su adaptabilidad a la sociedad humana se verá disminuida y lo que aprenda, lo aprenderá de sus hermanos en vez de los humanos. Además, los lazos de unión entre perro-hombre con son más fuertes que nunca. Esta es la edad óptima para llevarse un cachorro a casa. Está listo para aceptar a su nueva familia y empezar una nueva vida con ellos.
La socialización de perros adultos
Socializar a un cachorro permite que estos se sientan cómodos con una gran variedad de personas y en multitud de lugares y situaciones. Sin embargo, de lo que muchas personas no se dan cuenta es que es de lo importante que es continuar la socialización de perros adultos, para que estos sean capaces de adaptarse a nuevas situaciones, circunstancias y personas. De hecho, si un perro adulto no está bien socializado, puede volverse agresivo, temeroso y ansioso.
La buena noticia es que socializar a un perro adulto es bastante fácil. Para asegurarse de que un perro tiene suficiente socialización a lo largo de su vida conviene tener en cuenta lo siguiente:
- Pasear de manera regular por lugares donde el perro pueda conocer a otras personas y animales
- Visitar parques o zonas donde los perros se puedan esparcir libremente y relacionarse con otros perros
- Mantener relaciones sociales con personas que también tengan perro y verse con las mascotas. Pero no solo dueños de otros perros, porque para los canes puede resultar estresante conocer a gente nueva, así que es necesario enseñarle que no tiene porqué sentir miedo de otras personas. Debes presentarle a desconocidos para que aprende a interactuar con ellos.
- Llevar al perro a un centro especializado, como una campo de adiestramiento o entrenamiento o una residencia canina, donde pueda verse con otros perros
Es importante que todas la las interacciones del perro con otras personas y socialización de perros se mantengan tan positivas como sea posible. Además, es muy útil usar elogios y ofrecer premios para decirle al perro que es bueno tener a otras personas y animales cerca.
Si un perro comienza a mostrar miedo o agrede repentinamente cuando está con gente nueva o en un entorno nuevo, la falta de socialización puede ser un factor que importante que explique ese comportamiento.
La mejor manera de manejar dicha situación es encontrar un educador canino profesional o especialista en comportamiento animal que haya trabajado con perros temerosos o agresivos. Dicho profesional podrá ayudar a identificar la causa exacta del comportamiento de su perro y crear un programa de modificación del comportamiento para ayudarle a manejar el problema.