Para qué sirve el vendaje neuromuscular
Vendaje neuromuscular en la rodilla
Imagen: baranq en Shutterstock

Para qué sirve el vendaje neuromuscular

¿Conoces el vendaje neuromuscular o kinesiotaping?¿Lo has probado alguna vez? Este tipo de vendaje tan característico tiene su origen en Japón y Corea y, aunque nos parezca bastante novedoso, se desarrolló a principios de la década de los años 70 del siglo XX.

En los últimos años se han realizado diversas investigaciones sobre este método y los buenos resultados alientan a desarrollar nuevas aplicaciones en pacientes con afectaciones en el sistema nervioso central.

En este artículo explicamos qué es, cómo y por qué funciona y qué beneficios puede aportar.

Origen del vendaje neuromuscular

El creador de la idea de este tipo de vendaje es el Dr. Kenzo Kase, un quiropráctico y acupuntor japonés. Tras estudiar Quiropráctica en su país, se trasladó a Estados Unidos para completar sus estudios en la Escuela Nacional de Quiropráctica de Chicago. Allí llevó a cabo una investigación sobre el uso de la crioterapia para combatir la artritis y en ella utilizaba una cinta para ajustar la distorsión muscular. Pensó que esto mismo podía tener aplicación para otro tipo de lesiones y empezó a buscar algún tipo de vendaje que fuese adecuado. Contactó con diversos fabricantes de material para vendajes deportivos pero todos eran demasiado rígidos, pues el objetivo hasta aquel momento era inmovilizar.

Sin embargo, el Dr. Kase había observado que muchas de las lesiones que tradicionalmente se trataban con vendaje inmovilizador tenían su origen en el músculo, no en la propia articulación; pensó que era más efectivo aplicar un vendaje alrededor del músculo que permitiera la estabilización y corrección de la articulación y los tejidos blandos sin dificultar su movimiento.

Su idea era desarrollar un tipo de vendaje elástico que mantuviese la adecuada circulación sanguínea y linfática y la propiocepción y el control neuromuscular en la estabilización articular, favoreciendo el proceso de recuperación.

En 1973, junto al Dr. Murai creó las cintas que conocemos, aunque no fue hasta 1979 cuando desarrollaron el método de vendaje neuromuscular (VNM), también conocido como kinesiotaping, vendaje neuromiofascial o medical taping.

En 1984 se creó en Japón la Kinesio-Taping Association para divulgar el método entre otros profesionales del país. Rápidamente se popularizó y en las Olimpiadas de Seúl 88 eran numerosos los atletas nipones que lucían las tiras de colores. El futbolista y fisioterapeuta Alfred Nijhuis lo utilizó en varias ligas asiáticas y también lo dio a conocer en Europa, primero en Holanda y Alemania y luego en el resto del continente. A España llegó a principios del año 2000.

Bases del kinesiotaping o VNM

Las bases del VNM se encuentran en la kinesiología, una disciplina manual que usa el |kinesis| movimiento como método de estudio y diagnóstico. Los músculos controlan el movimiento del cuerpo, estabilizan las articulaciones, mantienen la postura, favorecen la circulación sanguínea y linfática y producen calor corporal. Es fácil entender que si la función muscular no es correcta pueden desarrollarse patologías diversas.

El vendaje funcional o convencional, necesario para otras aplicaciones, ejerce mucha presión comprimiendo los receptores del dolor y perjudicando la circulación sanguínea y linfática del área afectada.

La cinta desarrollada por los Drs. Kase y Murai, posee una elasticidad longitudinal y una textura muy similares a las de la piel humana. Está confeccionada con hilo de algodón trenzado y poliuretano y por una de sus caras tiene un adhesivo hipoalergénico para poder adherirse a la piel. Resulta un material ligero y transpirable que facilita la circulación, no altera la movilidad y disminuye el dolor, activando de esta forma el proceso natural de homeostasis.

Usos y beneficios del kinesiotaping

El vendaje neuromuscular supone una alternativa muy válida y cada vez más valorada por los profesionales. Estos son algunas de sus aplicaciones y beneficios más comunes:

  • Activa e incrementa el rendimiento muscular y reduce la fatiga. La cinta sujeta y estabiliza la musculatura y la articulación mejorando la contracción del músculo y contribuyendo a normalizar el tono tras una lesión o por falta de uso.
  • Efecto analgésico. El VNM eleva la piel y reduce la presión en los nociceptores de la piel, elevando el umbral de dolor y ayudando a reducir los espasmos musculares.
  • Favorece el drenaje. Al no obstruir la circulación sanguínea y linfática ayuda a eliminar líquidos y toxinas.
  • Ayuda a una correcta cicatrización. La cinta kinesiológica ayuda a estirar suavemente el tejido cicatricial y a disponer adecuadamente las fibras de colágeno.
  • Controla la hinchazón producida por una cirugía o una lesión al lograr disminuir la presión entre la piel y el resto de tejidos.
  • No interrumpe los ejercicios funcionales de recuperación, pues la movilidad no se ve restringida.
  • Es muy útil para corregir posturas incorrectas.
  • Es también eficaz en el área estética. Como complemento al drenaje linfático efectuado para eliminar la celulitis, su aplicación incrementa el drenaje de la zona tras el masaje.

Gracias a todos estos beneficios, el kinesiotaping es utilizado en patologías diversas como:

Aplicación del vendaje neuromuscular

Antes de aplicar las cintas kinesiológicas, el terapeuta debe asegurarse que la piel del receptor está limpia y seca, libre de restos de aceites, cremas o sudor para no perjudicar la adherencia de la cinta. Si es una persona con mucho vello corporal, es recomendable depilar o rasurar la zona para facilitar el enganche.

A continuación, se debe preparar el VNM. Hay que medir la longitud que se necesita tomando como referencia el músculo en tensión y dejando algunos centímetros de más por cada extremo. Luego, hay que redondear los extremos de la cinta para evitar que se despegue con el roce de la ropa.

El músculo debe estar en tensión en el momento en que se aplica el VNM. En cuanto se coloca, hay que frotar la cinta para activar el adhesivo con el calor y lograr una óptima fijación.

Las cintas de VNM han de ser aplicadas siempre por un profesional formado en la disciplina, quien sabrá cuáles son la técnica y la presión más adecuadas.

Técnicas de aplicación de las cintas kinesiológicas

En función de la finalidad del vendaje, el terapeuta decidirá alguna de estas formas de colocación:

  • Corte en I. Es el más usado. Se utiliza una única tira que se coloca a lo largo del músculo lesionado. Está indicado para zonas pequeñas o lineales.
  • Corte en Y. Reparte la tensión uniformemente rodeando el vientre muscular. Es indicado para músculos grandes como el deltoides.
  • Corte en X.  Indicado para músculos largos como el bíceps. Ejerce tensión en la zona central y la dispersa hacia los cuatro extremos.
  • Corte en abanico. Útil cuando se debe cubrir por completo una articulación. Es habitual en técnicas correctivas de la circulación linfática o sanguínea, pues al adherirse a la piel, ésta se eleva con el movimiento, aumentando el espacio del flujo de líquidos.
  • Corte en red. En este caso, los dos extremos de la cinta están unidos y los cortes se practican dentro de la cinta.
  • Corte en donut. A partir de los cortes en I y en X, se incorpora un agujero central. Se emplea en zonas con edema o dolor agudo para elevar la zona afectada y favorecer el efecto analgésico.

En función del objetivo, el vendaje se colocará con estiramiento de la cinta o sin estiramiento. En el primer caso, se pretende una corrección mecánica para que el músculo trabaje de manera correcta; en el caso del vendaje sin estiramiento, la finalidad es promover la circulación sanguínea y linfática.

Contraindicaciones del vendaje neuromuscular

El VNM es una técnica sencilla sin apenas riesgos. No obstante, no debe utilizarse ante alguno de estos casos:

  • Cuando la piel del área a tratar esté muy irritada.
  • Presencia de heridas abiertas en el lugar donde debe aplicarse el VNM.
  • Personas con trombosis o riesgo alto de padecer esta patología. Al estimular la circulación, puede desprenderse algún trombo.
  • Nunca se aplicará tras un traumatismo sin haber sido objeto de exploración y diagnóstico médico.
  • Personas con piel atópica o hipersensibilidad o alergia a los materiales adhesivos.
  • Personas que padecen quemaduras, eccemas o placas de psoriasis en la zona a tratar.
  • Se desaconseja el uso de kinesiotaping en personas aquejadas de diabetes, pues la técnica puede alterar la correcta absorción de la insulina.
  • Pacientes con cáncer metastásico.
  • Durante el embarazo, no se aplicará ningún vendaje con acción en la zona del útero.

En ocasiones, puede notarse un leve picor nada más colocar el vendaje. Se recomienda cambiarlo cada 3 o 4 días, según las indicaciones del profesional de la terapia. Al retirarlo, es aconsejable hacerlo a favor del vello y puede ayudar mojar el vendaje con agua. Para retirar los restos de adhesivo, puede usarse una gasa empapada en aceite corporal.

No hay inconveniente en ducharse con el vendaje, aunque es mejor esperar una hora para mojarlo tras su aplicación.

Colores del kinesiotaping

Las cintas kinesiológicas se encuentran en varios colores para poder aplicar los principios de la cromoterapia, que indica que los colores inciden en el organismo y las emociones según la acción de la luz sobre la glándula pineal, una pequeña estructura cronobiótica del tamaño de un guisante que se encarga de regular los ritmos circadianos. En función del color reflejado se producen o inhiben unas hormonas u otras. 

Estos son los colores y su acción:

  • Negro, violeta, turquesa y azul. Refrescan, calman y reducen la temperatura de la zona. Se utilizan en lesiones inflamadas o agudas. El negro potencia a los colores que acompaña.
  • Amarillo, marrón y beige. Mejoran el tono muscular.
  • Rojo, naranja, rosa o fucsia. Son energéticos, caloríficos y activan la circulación. Ideales para lesiones musculares crónicas. 
  • Verde. Es armónico y reconfortante. Se utiliza en lesiones producidas por estrés.

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