En las terapias manuales y en el sector de la estética, se utilizan habitualmente multitud de productos en contacto con la piel, bien sea para hidratar o para proporcionar algún tipo de potenciador.
¿Cuál es la diferencia entre sérum y crema?
Puede ser difícil diferenciar entre todos los productos para el cuidado de la piel que existen. Pero hay dos productos básicos e imprescindibles en cualquier rutina de cuidado facial. Son el sérum facial y la crema facial hidratante.
Qué es el sérum
Los sérum tienden a ser líquidos espesos y generalmente (pero no siempre) transparentes. Son a base de agua, lo que los hace livianos y se absorben rápidamente en la piel. Muchas empresas formulan sérum para la entrega de ingredientes activos tópicos como vitamina C, péptidos, ácidos alfa hidroxi o retinoles.
Son una forma concentrada de obtener ingredientes antienvejecimiento en la piel y se pueden colocar debajo de otros productos sin interferir con ellos. Debido a que los sueros tienden a ser livianos y a base de agua, la mayoría de los tipos de piel pueden usarlos.
Están considerados como uno de los productos antienvejecimiento más efectivos por la concentración de sus principios activos. A veces denominados «refuerzos», los sérum se enfocan en un problema específico de la piel. Las concentraciones en los sérum están destinadas a penetrar en la piel más rápido y más fácilmente que las cremas, porque no se diluyen con humectantes. Por ejemplo, los sérum con ingredientes como la vitamina C funcionan para eliminar una capa de la piel, revelando una apariencia más suave y juvenil después de unas pocas semanas de uso.
Los sérum también pueden abordar otro tipo de problemas de la piel, como brillo o prevención del acné. Teniendo esto en cuenta, a la hora de elegir el mejor sérum facial, es importante optar por ingredientes adaptados a cada tipo de piel específica. El suero de vitamina C, por ejemplo, es perfecto para pieles apagadas, mientras que el ácido hialurónico es particularmente beneficioso para pieles secas.
Qué son las cremas
“Crema” es un término general para todo tipo de productos, desde la típica crema hidratante hasta las cremas de día y de noche. La mayoría de estas variedades más parecidas a lociones ofrecen una combinación de hidratación, nutrientes y protección solar.
Las cremas antienvejecimiento son humectantes con ingredientes clave que suavizan las líneas finas y las arrugas. Algunas cremas antienvejecimiento también están destinadas a iluminar la piel. A diferencia de un serum, que podría resecar o exfoliar en exceso la piel, según los ingredientes, una crema es más suave y se puede aplicar tanto por la mañana como por la noche.
Otra cualidad de las cremas que es beneficiosa para tu piel sin importar la edad es la protección solar que se puede incluir como parte de la fórmula. En este sentido, hay que tener en cuenta que mantener los poros protegidos de la luz solar tiene un mayor impacto a largo plazo.
En cuanto a su uso, hay que tener cuidado de encontrar una crema antienvejecimiento o humectante que sea compatible con el tipo de piel. Por ejemplo, hay que verificar que no se esté agregando aceite adicional en el caso de ser propenso al acné. Además, hay que evitar los productos que incluyan un agente secante si se tienen problemas con la piel deshidratada.
En cuanto a la elección de cremas, es importante tener en cuenta que todos los tipos de piel pueden beneficiarse de una buena crema hidratante (no solo las pieles secas), siempre que se apliquen las texturas y fórmulas adecuadas. No obstante, la piel seca requiere una crema en gel más rica que ayude a prevenir la pérdida de agua, mientras que la piel grasa necesita una crema facial sin aceite que hidrate y ayude a equilibrar el sebo. La piel madura puede beneficiarse de un humectante rico que aborde los signos clave del envejecimiento.
