Terapia manual para el ganglión de muñeca
Terapia de ganglión

Terapia manual para el ganglión de muñeca

El ganglión de muñeca es una afección muy común que puede llegar a resultar muy molesta si no se trata. Apostar por la terapia manual como tratamiento conservador puede evitar tener que pasar por el quirófano.

Se trata de una lesión quística de carácter benigno que se forma en la mano y la muñeca. La primera referencia que se tiene de esta afección se atribuye al médico Hipócrates de Cos.
De hecho, el vocablo ganglión procede del latín ganglion [gánglio(n)] derivado del término del griego antiguo γάγγλιον [‘ganglio’], ya documentado por Galeno en el s. II d.C.

Características de un quiste sinovial

La localización más habitual es en el dorso de la mano sobre el ligamento escafolunar, aunque pueden darse en cualquier zona entre los tendones extensores. 

El quiste sinovial de la zona palmar es el segundo más frecuente. Suele estar localizado en el lado radial de la muñeca con origen en la articulación radiocarpiana o en la articulación escafotrapezoidal.

Otras zonas en las que puede aparecer un ganglión es en el túnel carpiano, pudiendo presionar el nervio mediano, o en la corredera cubital y afectar al nervio cubital. Cuando se da una compresión sobre un nervio se siente dolor que irradia hacia la mano y sensación de hormigueo.

El ganglión está lleno de líquido sinovial que procede de la cápsula articular. La textura más blanda del comienzo se vuelve más fibrosa y se endurece conforme pasa el tiempo.

Las mujeres de entre veinte y treinta años son las personas más proclives a padecer esta afección.

El tamaño depende de la cantidad de líquido extravasado. Y, aunque normalmente no superan los 18 mm, se han dado casos hasta de 80 mm, causando mucha molestia y dolor.

Causas de los quistes y cómo se diagnostican

Aunque se desconoce exactamente porqué se producen los quistes sinoviales, se relacionan con varias posibles causas:

  • Traumatismo directo.
  • Movimientos repetitivos y sobrecarga articular.
  • Trastornos de la biomecánica de la articulación.
  • Inestabilidad articular.
  • Alteraciones vertebrales y viscerales.
  • Malformación o desalineación de los huesos de la mano

Los síntomas más relevantes que provocan los quistes sinoviales son:

  • Dolor al realizar movimientos o sostener algo con la mano, por ejemplo una bandeja.
  • Sensación de entumecimiento y pérdida de fuerza cuando el ganglión presiona un nervio.
  • Dolor irradiado a la mano, los dedos e incluso hacia el antebrazo y el brazo.
  • El quiste sinovial no presenta signos inflamatorios como enrojecimiento o calentura.

El diagnóstico se realiza en base a la sintomatología, la observación visual y una prueba de imagen como una ecografía.

¿Cómo se forma el quiste sinovial?

Es muy probable que en la formación de los quistes sinoviales concurran varias circunstancias como son la debilidad de los tejidos conectivos que aseguran la posición articular más una sobrecarga de la cápsula articular. La combinación de ambos factores puede dar lugar a la salida del líquido sinovial por la parte más vulnerable de la cápsula. 

Además, existen otros factores que pueden predisponer a que se forme un ganglión en la muñeca:

  • Enfermedades que afectan a las articulaciones .
  • Daño crónico.
  • Traumatismo previo.
  • Causas genéticas.

Medidas y tratamiento del ganglión

Las personas que hagan habitualmente gestos repetidos o que lleven a cabo un sobreuso de la mano y la muñeca deberían realizar estiramientos del antebrazo y ejercicios y masajes de relajación para destensar la musculatura y no desestabilizar la articulación.

Cuando ya ha aparecido el ganglión, la mejor forma de actuar es en su estadio inicial, cuando aún no se ha endurecido. Es en este momento cuando la terapia manual es más efectiva y puede detener la evolución del ganglión y evitar tener que recurrir a la cirugía.

Hace muchos (muchos)  años, una de las formas más utilizadas era romper el ganglión golpeándolo con un libro muy pesado. Afortunadamente, esto ya no se lleva a cabo, entre otras razones porque solía generar otras lesiones.

El actual procedimiento conservador persigue evitar la pérdida de fuerza y de movilidad e intentar conseguir la reabsorción del ganglión.

Para ello se combinan estas acciones:

  • Masaje de la musculatura del antebrazo. Los músculos de la parte anterior del antebrazo son los encargados de flexionar las articulaciones radiocarpiana y de la mano y realizan la pronación del antebrazo. También se puede sobrecargar la musculatura antagonista, los músculos extensores y supinadores pudiendo dar lugar a otras lesiones como la epicondilitis.
  • Ejercicios con la musculatura del antebrazo. Junto al masaje, es recomendable que la persona afectada realice ejercicios para fortalecer estos músculos. Estos son algunos ejemplos:
  1. Sentado, apoya los antebrazos en las rodillas con los dedos mirando hacia abajo y sujetando una mancuerna ligera con cada mano. Debes elevar las muñecas sin separar los antebrazos. Haz 2-3 series de 15 repeticiones.
  2. Sitúate de pie con la espalda recta , con los hombros hacia atrás y las piernas un poco abiertas. Camina con los brazos extendidos a lo largo del cuerpo sujetando una mancuerna con cada mano. Los brazos no deben moverse ni balancearse.
  3. Siéntate y apoya el antebrazo en la mesa con el codo flexionado y la palma de la mano hacia arriba. Haz una torsión con el antebrazo y da la vuelta a la mano. Mantén unos segundos y vuelve a la posición de inicio. Hazlo 10/15 veces y cambia de antebrazo.

Ejercicios para fortalecer las muñecas

  1. Con el puño cerrado haz torsiones hacia adentro y hacia fuera. Series de 10/15 veces por cada lado.
  2. Retuerce una toalla tirando de un lado hacia delante y del otro hacia atrás, como hacemos para escurrir el agua.
  3. Con el puño cerrado flexiona la muñeca arriba y abajo. Mantén la muñeca hacia abajo y flexiona el codo llevando el puño hacia la axila para trabajar la musculatura extensora.
  4. Con las manos abiertas y apoyadas en la mesa inclina tu cuerpo hacia delante obligando a la muñeca a extenderse, notarás la presión hasta el tríceps. Mantén 10 segundos la posición.
  • Movilización y tracción de la articulación de la muñeca. Este sencillo ejercicio sirve para decoaptar la articulación. La extremidad que se va a trabajar debe estar relajada y suelta. Con el dedo corazón y pulgar de la otra mano rodeamos la articulación haciendo un anillo. Al apretar notaremos una ligera separación entre los huesos. Dejamos de apretar y repetimos el ejercicio 20 o 30 veces.

Tanto si hacemos un sobreuso de la articulación de la muñeca como si ya tenemos un quiste sinovial, la terapia manual contribuye a destensar la musculatura implicada y a relajar la articulación evitando que se produzca o agrave una lesión.

Estirar las articulaciones, ganar flexibilidad y un mayor rango de apertura y masajear la musculatura de todo el cuerpo de manera cotidiana es la mejor forma de descargar las tensiones acumuladas en el día a día y evitar la pérdida de funcionalidad.

Ver todos los artículos de Salud y Bienestar

Deja un comentario