Fitocosmética y aromaterapia: uso en el ámbito de la estética
Manos en un laboratorio cosmético, añadiendo gotas de aceites esenciales
Foto: Lightcube en Shutterstock

Fitocosmética y aromaterapia: uso en el ámbito de la estética

La fitocosmética es un concepto o disciplina que aúna fitoterapia, aromaterapia y cosmética. En los últimos años se ha convertido en una sabia alquimia cada vez más demandada por un mayor número de personas.

Se trata de una perfecta simbiosis de principios activos de origen vegetal. Incluye  tinturas madres, extractos, suspensiones, hidrolatos, infusiones, decocciones, aceites esenciales o maceraciones destinadas a formular productos cosméticos que aseguran resultados sorprendentes a la hora de solucionar alteraciones cutáneas.

Los extractos vegetales en fitoterapia

Los extractos botánicos vegetales fueron ingredientes comunes en los productos de belleza de las culturas más ancestrales de nuestra existencia. Esta ya se utilizaban en la antigua China, África, Europa y América.

Un principio activo vegetal es un extracto botánico que puede estar formado por cientos de estructuras químicas. Todas ellas proceden de las diferentes partes de la planta: hojas, tallo, frutos, flores, bulbos, raíces o corteza.

Extraer y sintetizar estas estructuras químicas sin que pierdan su actividad biológica y, por tanto, su eficacia, es una tarea complicada que los laboratorios cosméticos han llegado a dominar muy bien. El método de extracción utilizado dependerá de la naturaleza y el uso que se quiera dar al agente botánico.

El valor cosmetológico de la planta se debe a la presencia de sustancias químicas que producen efectos fisiológicos y psicológicos en el tejido. Muchos de los principios activos son sumamente complejos y en algunos casos aún se desconoce su naturaleza química al completo. Otros principios han sido aislados, purificados, e incluso, sintetizados por la industria cosmética y farmacéutica.

La planta es una asombrosa factoría química de intensa y constante actividad. Los vegetales a través de la fotosíntesis elaboran y almacenan un gran número de proteínas, ácidos grasos, vitaminas y minerales. Además, transforman el dióxido de carbono y el agua en azúcares con ayuda de la energía solar y luego, a partir de su metabolismo, elaboran numerosos compuestos orgánicos.

El patrimonio del mundo vegetal es inmenso. Se estima que existen cerca de 800.000 especies, de las cuales tan solo se conocen aproximadamente 300.000. Y de estas, al menos, el 15 % tienen un empleo terapéutico o cosmetológico. Cada vegetal podría estar compuesto por 10.000 moléculas químicas diferentes, así pues las posibilidades que nos dan el reino vegetal son incalculables. En las últimas décadas ha aumentado progresivamente la búsqueda de nuevos principios activos por parte de laboratorios cosméticos, aunque parte del conocimiento de estas plantas proviene de su uso tradicional y de la cultura popular, fuente de datos imprescindible.

Aromaterapia en cosmética

La aromaterapia es la utilización terapéutica de los efectos producidos por los aromas, en el organismo. La aromaterapia, en medicina integrativa, implica el uso terapéutico de aceites esenciales extraídos de las plantas. Los aceites esenciales proporcionan a las plantas su fragancia, y sus efectos curativos sobre el cuerpo y la mente son conocidos desde la antigüedad.

Los aceites esenciales son químicamente complejos, ya que un aceite puede contener entre 50 y 500 sustancias químicas diferentes. Estos aceites, además, poseen un gran número de propiedades medicinales. Pueden dilatar o constreñir los vasos sanguíneos, servir como sedantes o estimulantes, y actuar sobre las glándulas suprarrenales, los ovarios, la tiroides o en el proceso de digestión. Las sustancias elaboradas por las plantas, además de ser muy variadas, se adaptan sobre todo más al hombre, porque son un producto que tiene su origen en la química de la vida.

Los aceites esenciales han experimentado un resurgimiento en los cosméticos en los últimos años y seguirán aumentando, apreciados por su capacidad para impartir una amplia gama de fragancias naturales, únicas y agradables, pero también tienen un impacto bioactivo.

La mayoría de los aceites esenciales tienen beneficios cosméticos además de sus propiedades terapéuticas.  Se pueden utilizar de diversas formas: en el baño, en aceite de masaje o en productos de belleza. Todo lo que debe hacer es agregar unas gotas de su aceite esencial favorito a un aceite base o crema neutra. Sin embargo, si no se usan correctamente, los aceites esenciales pueden hacer más daño que bien.

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