El apadrinamiento que llevamos a cabo en esta ocasión es un tanto especial, ya que se trata de un animal que no suele ser protagonista de este tipo de acciones.
Oing es un cerdo vietnamita que fue comprado por sus anteriores dueños como animal de compañía. Era bueno y querido. Vivía con perros y jugaba mucho con ellos, pero creció, se hizo grande y la familia tuvo que tomar una dura decisión.
Una de las perras tiene displasia de cadera, lo que le provoca mucho dolor. Como Oing es muy juguetón, le hacía daño al tratar de jugar. Así que su familia buscó un hogar donde pudiesen atender a Oing y así contactó con Món la Bassa.
El cerdo vietnamita se ha considerado durante mucho tiempo un mascota, pero en realidad no lo es. Necesita un espacio acondicionado, hacer agujeros en la tierra y relacionarse con otros cerdos, porque son gregarios. Son animales muy sensibles que sufren mucho con los cambios.
Sobre Món la bassa
Món la Bassa es, ante todo, un espacio en la naturaleza donde habitan animales y nos invitan a los humanos a convivir con ellos, respetarlos y amarlos. Las personas podemos encontrar un espacio para el crecimiento personal, para la educación viva y para las fiestas responsables.
El refugio es el centro del proyecto. Está en Tarragona, habitado por animales rescatados en riesgo o maltratados, que pueden disfrutar de una segunda oportunidad llena de amor.
Es también un lugar de crecimiento personal, que aporta herramientas en la vida para que podamos conocernos, aceptarnos, respetarnos y responsabilizarnos. Y con todo ello poder tener una vida plena, coherente y satisfactoria.
También se organizan fiestas de Navidad, Halloween, primavera, verano, e incluso privadas y espectáculos. Y hay hueco para la educación, con las visitas de colegios y el proyecto Escola Petita, dirigido a niños de 2 a 12 años.