El principio de individualización es fundamental para que cada persona obtenga resultados del entrenamiento y para que no sobrepase los límites, especialmente en personas poco entrenadas.
En este artículo te hablamos con detalle del el principio de individualización del entrenamiento, cómo aplicarlo y sus repercusiones.
Aplicar el principio de individualización
Cada uno es diferente a los demás. Hay que tener en cuenta que no todos tienen el mismo nivel físico, por lo que pretender la homogeneidad en la clase no es viable. No todas las personas tienen la misma capacidad para adaptarse al entrenamiento. Por eso se aplica el principio de individualización.
El principio de individualización dicta que el entrenamiento deportivo debe ajustarse de acuerdo con las características y necesidades de cada deportista, como la edad, el género, la tasa de progreso y la experiencia previa. El objetivo de la individualización es capitalizar las fortalezas de cada deportistas, explotar su potencial genético y fortalecer sus debilidades.
A través de la individualización del trabajo se puede conseguir una sesión apta para todos los públicos, incluso para aquellos que creen que no pueden tomar parte en ellas. De este modo, con un programa de entrenamientos adecuado a las diferentes necesidades, podrán participar en la clase personas que han sufrido un infarto, personas con hipertensión, personas que entrenan para alguna disciplina deportiva, personas con bajo nivel físico y personas que desean perder peso, entre otras.
Las diferencias genéticas, en el metabolismo, en la regulación nerviosa o en los ritmos de crecimiento celular puede explicar por qué algunas personas manifiestan grandes mejoras después de participar en diferentes programas de entrenamiento, mientras que otras no experimentan los mismos cambios tras someterse al mismo tipo de programa.
Por eso cualquier tipo de programa de entrenamiento debe tener en cuenta las necesidades individuales y las capacidades específicas de cada persona.
Preescripción de ejercicio individual en una actividad colectiva
Al tratarse de una actividad colectiva, dificulta la prescripción individual del ejercicio. Por eso, al principio de la actividad, es importante considerar el principio. Para ello, el instructor debe explicar claramente en qué consiste la actividad, explicar cómo se realiza el ajuste de la bicicleta y por qué y darle instrucciones precisas para que se puede realizar una adaptación individual.
También hay que tener en cuenta las características específicas de cada caso: objetivos, limitaciones, forma física… Para ello es importante que el instructor hable con los participantes de manera individual y que se comunique con ellos abiertamente, para así poder dar instrucciones precisas.
Además, durante el entrenamiento el instructor puede ir recordando e indicando diferentes niveles o adaptaciones. Es importante que todos sepan que deben entrenar según sus capacidades, sin competir con nadie, y atendiendo a la ejecución correcta de la actividad.