La asistencia veterinaria continúa reivindicando su profesionalización mediante acciones colectivas. Según una encuesta del año 2020 de la Asociación Nacional de Técnicos Veterinarios en América (NAVTA), el 39 % de los encuestados estaba “muy satisfecho” con su función, y el 60% “probablemente” o “definitivamente” volvería a ser asistente veterinario.
La NAVTA enumera varias recomendaciones para aumentar la satisfacción en el sector, incluido el aumento de salarios, crear horarios flexibles, aumentar las oportunidades profesionales y más. Aunque las demandas de cada país pueden variar, como vemos en este caso, en España las exigencias de los asistentes veterinarios son las mismas, sólo faltaría añadir la necesidad de homologar los estudios.
Cuando se trata de expandir el papel de los asistentes en la clínica y potencialmente abrir la puerta a mayores ingresos de la práctica, la pandemia de COVID-19 puede haber presentado una oportunidad.
A medida que los clientes se acostumbren más a los servicios digitales en todos los aspectos de la vida, las clínicas veterinarias podrán expandir su uso de la tele salud para una variedad de servicios y citas.
La responsabilidad del auxiliar veterinario
Educar a los veterinarios y gerentes sobre las habilidades que poseen los asistentes veterinarios y los beneficios financieros de ampliar sus responsabilidades es una pieza clave del rompecabezas del empoderamiento de los ATV.
Algunos argumentos a favor de una mayor responsabilidad por parte de los ATV son los siguientes:
- Combatir el agotamiento y mejorar la satisfacción laboral. Cuando los miembros del equipo están capacitados para asumir responsabilidades adicionales, se sentirán confiables y valorados, lo que conducirá a una mayor satisfacción laboral.
- Mejorar la eficiencia a través de herramientas, para que la atención al paciente sea más satisfactoria y rápida.
- Mejorar la experiencia del cliente. Los servicios de telemedicina ofrecen un nivel de servicio que a los clientes les encanta.
- Proporcionar flexibilidad a través de tareas en remoto.
- Disminuir las demandas físicas del trabajo. Ser enfermera veterinaria no es fácil para el cuerpo. Es necesario ofrecer a los ATV oportunidades de descanso para recuperarse del esfuerzo y poder rendir durante toda la jornada.
- Permitir que las prácticas sean la fuente de información a la hora de decidir qué es lo mejor que se puede hacer en cada caso.
Tareas de telemedicina en la práctica veterinaria
Si bien algunas prácticas veterinarias han estado probando la telemedicina durante varios años, la pandemia ha obligado a acelerar las cosas. Algunas tareas de telemedicina que se pueden poner en práctica en la práctica veterinaria son las siguientes:
- Revisiones de cirugía. A través de videoconferencia se pueden hacer preguntas de seguimiento y se puede evaluar el estado de una cicatriz. También pueden revisarse en remoto fotos y vídeo.
- Tele triaje. Un ATV podría ser la primera persona en interactuar con un cliente cuando se comunica con la clínica veterinaria con inquietudes sobre su mascota. Los ATV pueden ser el primer punto de contacto e identificar cuándo un cliente necesita una cita en persona con el veterinario. Este simple paso les ahorrará tiempo a los veterinarios, les permitirá concentrarse en tareas que requieren sus habilidades especializadas y elevará a las enfermeras veterinarias como una voz familiar y experta para los clientes.
- Seguimientos. El seguimiento se puede hacer a través de chat y con el envío de material gráfico (fotos y vídeos), incluso usando una aplicación móvil para facilitar las cosas.
- Monitoreo continuo del paciente y educación del cliente. Hay muchas cosas que se involucran en el tratamiento y control de ciertas enfermedades crónicas. El ATV podría guiar al cliente y explicarle cómo aplicar inyecciones o hacer un control de sangre en el hogar a través de herramientas de telemedicina, en vez de implicar al veterinario y hacer que el cliente se desplace con su mascota a la consulta.
- Consultas. Las consultas de nutrición, comportamiento u otras pueden ser manejadas por enfermeras veterinarias acreditadas a través de telemedicina, y no solo con consulta en vivo, sino también asincrónicas.
- Colaboración en remoto. Si el veterinario no está en la clínica, los clientes podrían dejar a sus mascotas después de que se las haya evaluado, y los ATV pueden realizar cualquier prueba de diagnóstico y luego enviar al veterinario los resultados para que este pueda evaluar lo que se debe hacer.
- Tareas en remoto. Hay ciertas tareas que un ATV podría hacer en remoto, como contestar las llamadas telefónica o hacer gestiones informáticas.
¿La telemedicina es el futuro de la asistencia veterinaria?
Sin duda, la telemedicina será una parte importante del avance de la medicina veterinaria, y muchas de estas capacidades ya forman parte de la rutina diaria de muchos profesionales veterinarios. No cabe duda de que, a medida que se perfeccione la tecnología y más prácticas adopten estas herramientas, surgirán nuevas oportunidades.