Cómo atender urgencias felinas
Gato tumbado finge emergencia
Foto: Ludemeula Fernandes en Unsplash

Cómo atender urgencias felinas

Las emergencias felinas ocurren repentinamente y sin previo aviso. Es importante actuar con rapidez, así que cualquier persona que vaya a tratar con felinos deberían saber cómo actuar inicialmente, no sólo veterinarios y asistentes.

Por tanto, es clave que los propietarios de gatos tengan una comprensión básica de las emergencias médicas veterinarias comunes para poder actuar en consecuencia. Algunas emergencias son obvias, mientras que otras pueden pasar desapercibidas en un primer momento.

¿Qué debo hacer en una emergencia felina?

En caso de que observes que tu gato está sufriendo un problema de salud que precise atención urgente, haz lo siguiente:

  1. Ante todo, mantén la calma. No conseguirás nada si te pones nervioso.
  2. En caso de accidente, evalúa la escena en busca de amenazas  para poder garantizar la seguridad de todos.
  3. Abriga a tu gato, excepto en los casos de golpe de calor. No lo muevas demasiado, especialmente si hay un posible trauma, extremidades rotas o cualquier síntoma neurológico.
  4. Llama a una clínica veterinaria, cuéntales lo que pasa y sigue los consejos de primeros auxilios que te indiquen.
  5. Utiliza un contenedor adecuado para llegar al gato a la clínica veterinaria. No empujes al gato: colócalo con cuidado.

Emergencias felinas comunes

Hay muchas emergencias médicas que pueden ocurrirle a un gato, desde ser atropellado por un automóvil hasta problemas internos agudos, como una obstrucción intestinal o urinaria. Algunas de las afecciones más comunes y graves que requieren atención veterinaria inmediata son las siguientes:

Anafilaxia o shock anafiláctico

Esta es una reacción alérgica grave caracterizada por un colapso repentino y graves dificultades para respirar. Los primeros signos clínicos suelen ser hinchazón alrededor de la cara o el hocico, aparición de ronchas o urticaria en la piel, vómitos o diarrea e inquietud.

Estos signos clínicos pueden progresar rápidamente a colapso y dificultad para respirar. Hay muchas causas para la anafilaxia que van desde picaduras de insectos, alergias por contacto hasta reacciones a las inyecciones. En estos casos es necesario buscar atención veterinaria de inmediato.

Atropello

Si el gato es atropellado es importante llevarlo a la clínica veterinaria cuanto antes. Asegúrate de que el gato tenga las vías respiratorias despejadas, pero no le meta la mano en la boca si está consciente. Cubre las heridas y maneja al gato con cuidado, sujetando su cuerpo tanto como sea posible. Usa una canasta, una caja o algo similar para llevarlo al veterinario.

Sangrado (hemorragia)

Si la hemorragia es grave en una extremidad, haz un torniquete sobre la herida lo suficientemente apretado para reducir significativamente el flujo de sangre. Asegúrate de aflojarlo cada veinte minutos. Aplica algún material absorbente (como gasas) sobre la herida o el punto sangrante. Véndalo firmemente o aplica presión directa mientras consigues atención veterinaria.

Disnea: dificultad para respirar

Si el gato tiene dificultad para respirar, especialmente si el gato respira con la boca abierta, debes acudir al veterinario inmediatamente. La disnea, o dificultad para respirar, no es una enfermedad sino un síntoma de una condición subyacente que podría ser causada por cientos de enfermedades o condiciones médicas.

Por ejemplo, el gato puede tener un objeto extraño en la nariz o puede estar experimentando asma inducida por una alergia. La insuficiencia cardíaca es otra razón por la que los gatos muestran signos de dificultad para respirar; esta afección requiere una evaluación veterinaria inmediata.

Diarrea o vómito persistente

Los vómitos o la diarrea repetidos o continuos, con o sin sangre, pueden ser un signo de intoxicación, una obstrucción intestinal o una infección gastrointestinal aguda. La deshidratación es una preocupación importante en los gatos.

Llama al veterinario si observa sangre en las heces, si los vómitos o la diarrea persisten más de seis a doce horas o si el gato responde menos o se debilita. Además, es importante que no obligues a tu gato a comer o beber, ya que esto podría empeorar la condición sin darte cuenta.

Golpe de calor

Los signos de un golpe de calor incluyen jadeo excesivo, letargo y angustia. Llegar a un estado de inconsciencia o incluso la muerte pueden ocurrir rápidamente.  Para un tratamiento inmediato, hay que enfriar la temperatura corporal del animal con agua fría y llevarlo a una clínica veterinaria envuelto en una toalla húmeda y fría.

Pérdida del conocimiento o colapso

Esto puede ocurrir con o sin actividad convulsiva. A menudo ocurre sin previo aviso, como en el caso de una insuficiencia cardíaca repentina o después de un golpe en la cabeza. En cualquier caso, el colapso siempre debe tratarse como una emergencia médica.

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