Sujeción de animales por parte del auxiliar veterinario
Veterinarios sujetando a un perro en consulta
Foto: Getty Images

Sujeción de animales por parte del auxiliar veterinario

Una de las funciones del auxiliar técnico veterinario es la sujeción de animales para que el veterinario pueda examinar o aplicar el tratamiento requerido por el paciente. Esta función es de gran importancia y requiere conocer bien la forma en que hay que sujetar a cada animal en función no solo del tipo de animal, sino también de su tamaño, su edad o su estado.

Para sujetar bien a un animal en consulta, una cuestión fundamental que debe tener en cuenta el ATV es la seguridad para realizar dicha sujeción, ya que de ello depende no solo el éxito de la intervención del veterinario, sino la salud del animal y también la propia salud e integridad del técnico.

Los animales sienten estrés cuando les sujetan

Como explicamos en nuestro curso de Ayudante Técnico Veterinario, la sujeción o contención de un animal en consulta es una acto que puede generar mucho estrés al animal, tanto si se trata de animales sanos como enfermos, y si estamos hablando de cachorros o animales de avanzada edad, aún más, por lo que hay que tener especial cuidado con ellos.

Las primeras sujeciones puede crear una impronta, especialmente en los cachorros, por lo que hacerlo bien determinará el estrés al que le sometamos en el futuro y, además, influirá en su reacción en posteriores consultas. Con los animales de edad avanzada hay que tener también mucho cuidado, ya que las maniobras de contención pueden resultar muy dolorosas, por lo que hay que ser cuidadoso para intentar evitar que sientan más dolor, en la medida de lo posible.

Si la sujeción en consulta produce altos niveles de estrés en un animal lesionado o enfermo, esta situación contribuirá a retardar su mejoría. De hecho, en algunos animales, como en las aves, el estrés puede llegar incluso a causar su muerte.

Otra cuestión que es muy importante tener en cuenta tiene que ver con las hembras mamíferas gestantes. Una hembra gestante puede verse afectada por el estrés ante una sujeción de forma más acentuada aún, especialmente si el parto es inminente. Los niveles de ansiedad que pueden sufrir pueden llegar a ser extremos, lo cual es muy perjudicial para ellas.

La sujeción no debe ser dolorosa ni estresante

Manejo y sujeción de aves
Foto: Alamy

Siempre que se realice la sujeción de animales para exploración o tratamiento es necesario cerciorarse de que no se le está causando daño. En cualquier caso, si surgen problemas para contener al animal o el ATV valora que puede haber dificultades es mejor rechazar la maniobra.

Es necesario considerar que cada animal, independientemente de su especie o raza, tiene unas características propias, las cuales deben ser tenidas en cuenta para sujetarlo de manera adecuada, sin aplicar más presión de la necesaria y escogiendo la técnica de contención más adecuada en ese caso concreto.

Cómo sujetar e inmovilizar a un perro

Para la exploración y tratamientos en la clínica veterinaria es muy importante saber sujetar e inmovilizar a un perro de la manera adecuada. Como norma general, el auxiliar veterinario debe aplicar el mínimo grado de inmovilización que sea necesario, asegurando la integridad de las personas y protegiendo al animal de posibles autolesiones.

Hay diferentes motivos para inmovilizar. Uno de ellos es poder realizar pruebas diagnósticas con garantía, examen físico, sondaje urinario, extracción de sangre, radiografías, ecografías o endoscopias. Otro es, como hemos señalado ya, la realización de procedimientos terapéuticos, como administración de medicamentos, vendajes, etc. Otro motivo es evitar autolesiones por salto o caída de la mesa y agresiones a los profesionales, propietarios y otros animales.

Gradación de las inmovilizaciones

La gradación de las inmovilizaciones desde mínima a máxima es la siguiente:

  1. Inmovilización verbal: quieto, siéntate…
  2. Inmovilización física: técnicas de inmovilización, bozal.
  3. Inmovilización farmacológica:
    • Tranquilizantes.
    • Sedantes (inducen al sueño).
    • Anestésicos.

A la hora de elegir el tipo de inmovilización es muy importante tener en cuenta la actitud del animal. Para ello:

  • Hay que valorar el estado del animal, su actitud y carácter.
  • Es necesario valorar la presencia del dueño: a veces es buena y otras no.
  • Hay que tener en cuenta la postura normal de un perro relajado.
  • También hay que valorar la postura de alerta previa a cualquier otro comportamiento o emoción: orejas tensas hacia delante, cola tensa, perro cuadrado (no relajado), boca cerrada, postura de agresión o postura sumisa.

La aproximación al perro siempre deberá ser tranquila y con confianza, utilizando el nombre del animal y hablando con tono agradable. El perro debe estar relajado, por lo que huele la mano, mueve la cola y permite la aproximación.

Formas de sujetar al perro

Inmovilización de la cabeza

Se coge  la piel del cuello por los dos lados y con los pulgares se aprieta hacia delante en la base de las orejas. Siempre hay que colocarse detrás del perro.

Colocación de un bozal

Es importante poner el bozal en el hocico del perro y ajustarlo con la hebilla para evitar mordiscos. Hay que utilizar diferentes bozales según el tamaña del perro.

Para la colocación de un bozal de lazo, hay que sujetar la cabeza y colocar una cinta o trozo de gasa con un lazo ya hecho alrededor del hocico. Apretar con rapidez y hacer otro lazo por debajo. Luego pasar la cinta por detrás de las orejas y hacer un lazo en la parte posterior del cuello.

Subir al perro a la mesa de exploración

Si se trata de un perro pequeño, hay cogerlo con una mano por la parte inferior del tórax y aproximarlo hacia el propio cuerpo y con la otra mano coger el collar para controlar la cabeza. Después, colocarlo sobre la mesa de exploración.

En el caso de un perro mediano, hay que cogerlo con los dos brazos, uno por delante del pecho y el otro por detrás de las extremidades posteriores, abrazándolo y ponerlo encima de la mesa de
exploración.

Para perros grandes se necesita la actuación de dos auxiliares: el primero coloca un brazo alrededor del cuello y la cabeza y otro brazo por debajo del pecho; el segundo, coloca el brazo por debajo del abdomen y otro brazo por detrás del muslo. Otra opción es con ambos brazos cruzados coger al perro por la zona del abdomen.

Esto también se puede hacer de forma de cúbito lateral. Para ello, sujetar una persona la cabeza para evitar que se golpee al caer. Otra persona, introduce las manos por el interior o por el exterior de las extremidades para coger las del lado opuesto y tirar de ellas hacia nosotros de forma que el animal caiga. Para sujetarlo, coger juntas las dos extremidades anteriores y las dos posteriores.

Sujeción en decúbito lateral

Para la sujeción en decúbito lateral se aguanta el perro con el pecho y con el codo en la zona del cuello. Se deja la parte central del perro, tórax y abdomen libre. En segundo lugar se aguanta el perro con el pecho y con el codo en la zona de la de la axila. Se deja la parte de la cabeza libre.

Sujeción en decúbito esternal

Para la sujeción decúbito esternal se carga el peso sobre el perro, se sujeta el hocico y se ofrece la región del cuello (vena yugular, a la izquierda) o de una extremidad anterior (vena cefálica, a la derecha).

Inmovilización en el suelo

En perros muy grandes o gigantes la inmovilización se suele realizar en el suelo. Para ello se le siente contra la pared y se le estiran las extremidades anteriores hasta que caiga. No obstante, esta movilización no se puede usar en perros dominantes.

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