Moquillo canino en perros: síntomas y tratamiento
Perro no se encuentra bien
Foto: Roger costa morera en Shutterstock

Moquillo canino en perros: síntomas y tratamiento

Aunque su nombre no parece muy alarmante, lo cierto es que el moquillo canino es una enfermedad muy contagiosa que, además, puede ser incluso mortal. Conocer los conceptos básicos sobre el moquillo canino, como los síntomas del moquillo y cuándo buscar atención veterinaria, puede ayudar a mantener a un perro a salvo de esta enfermedad que, además, es bastante común.

El moquillo canino es un virus que afecta al sistema respiratorio, al sistema gastrointestinal, al sistema respiratorio y al sistema central del perro, así como las membranas conjuntivas del ojo. El moquillo en los perros es altamente contagioso.

Esta enfermedad a veces es mortal, aunque su prevalencia ha disminuido considerablemente debido a la vacunación. No obstante, todavía se observan casos de moquillo canino.

Es importante tener en cuenta que el virus del moquillo canino también puede infectar a otras especies, incluidos hurones y animales salvajes como coyotes, zorros, lobos, zorrillos y mapaches.

Los animales generalmente se infectan por contacto directo con partículas de virus de las secreciones de otros animales infectados, generalmente por inhalación.

La transmisión indirecta (por ejemplo a través de platos u otros objetos) no es común, porque el virus no sobrevive mucho tiempo en el ambiente. Los perros pueden seguir diseminando el virus durante varias semanas después de su recuperación.

Síntomas del moquillo canino

Como ya hemos mencionado, el moquillo canino causa síntomas en múltiples sistemas del cuerpo. La apariencia de los síntomas y el curso del moquillo pueden ser variables, desde una enfermedad muy leve hasta una enfermedad mortal.

Los primeros signos de moquillo canino incluyen estornudos, tos y mucosidad espesa proveniente de los ojos y la nariz. Además, también son síntomas del virus la aparición de fiebre, letargo, vómitos y diarrea repentinos, depresión y/o pérdida del apetito.

También puede aparecer dificultad para respirar, endurecimiento de las almohadillas y la nariz, inflamación de varias partes del ojo e infecciones bacterianas secundarias.

Los síntomas neurológicos son variables y pueden no desarrollarse o desarrollarse más tarde en la enfermedad (a veces incluso después de varias semanas). Los síntomas neurológicos del moquillo pueden incluir espasmos musculares, debilidad o parálisis,  convulsiones, movimientos descoordinado y mayor sensibilidad al tacto o al dolor.

Diagnóstico del moquillo

Para diagnosticar el moquillo canino, el veterinario tendrá en cuenta el historial de salud del perro, el historial de vacunación y las conclusiones de un examen físico. Debido a que el moquillo es muy común y contagioso, cualquier cachorro joven que muestre síntomas y no haya sido vacunado se considerará potencialmente infectado. En estos escenarios, se deberán tomar precauciones para aislar al perro.

Hay que tener en cuenta que los signos del moquillo canino pueden imitar los de varias otras enfermedades infecciosas, como el parvovirus, la tos de las perreras y la meningitis.

Para confirmar el diagnóstico, el veterinario probablemente le recomendará una serie de pruebas de laboratorio, que incluyen análisis de sangre, hemograma completo, exámenes fecales para detectar parásitos y pruebas de parvovirus. También puede recomendar análisis de sangre adicionales específicos para el moquillo. Si sospecha neumonía, el veterinario también puede recomendar radiografías de tórax.

Tratamiento del moquillo canino

No existe un tratamiento del moquillo canino específico para el virus del moquillo canino. Debido a ello, el tratamiento implica el manejo de los síntomas e infecciones secundarias. Incluso con tratamiento, el moquillo puede ser fatal.

El tratamiento depende de los síntomas que se muestran y puede incluir líquidos para combatir la deshidratación, medicamentos para reducir el vómito, antibióticos y otros medicamentos para tratar la neumonía, antibióticos para infecciones secundarias y anticonvulsivos para tratar las convulsiones.

Cabe destacar que los síntomas neurológicos pueden empeorar progresivamente y no responder al tratamiento, e incluso con la recuperación, algunos efectos neurológicos pueden persistir.

En cualquier caso, es de vital importancia acudir veterinario de inmediato si se sospecha que el perro ha sido infectado con el virus del moquillo canino y que sean los especialistas quienes determinen el tratamiento del moquillo canino. El virus se propaga rápidamente y debe ser tratado agresivamente tan pronto como se descubra.

Prevención del moquillo canino

Afortunadamente, existe una vacuna  altamente efectiva para prevenir el moquillo canino. Esta vacuna se considera básica para cachorros. Se recomienda que todos los cachorros de 6 semanas o más reciban de tres a cuatro refuerzos de la vacuna contra el moquillo cada dos a cuatro semanas hasta que tengan 16 semanas de edad.

Además, la mayoría de los cachorros están protegidos del moquillo cuando nacen, gracias a los poderosos anticuerpos que reciben de la leche materna. Sin embargo, estos anticuerpos maternos desaparecen a medida que el cachorro crece, dejándolos vulnerables a las infecciones. Estos anticuerpos también interfieren con la vacuna, por lo que un cachorro necesitará múltiples refuerzos para desarrollar adecuadamente los anticuerpos de la vacuna.

¿Cómo es la recuperación de un perro tras sufrir moquillo?

Los perros pueden vivir una vez infectados con el moquillo. Sin embargo, con bastante probabilidad  desarrollarán problemas del sistema nervioso de por vida que les resultarán debilitantes.

También hay que tener en cuenta que los perros adultos tienen más probabilidades de sobrevivir a la infección que los cachorros. La enfermedad tiende a ser fatal en los cachorros, ya que son más susceptibles a las enfermedades virales.

El moquillo puede causar convulsiones duraderas y neumonía crónica grave, que es muy dolorosa y difícil de controlar. La enfermedad puede durar en perros hasta por seis meses, lo que dificulta el aislamiento y aumenta la probabilidad de propagación infecciosa.

Por otra parte, muchos perros que eliminan activamente el virus muestran signos clínicos de enfermedad neurológica, respiratoria y gastrointestinal. Es posible que algunos perros no muestren ningún signo clínico, pero todavía pueden continuar eliminando el virus hasta seis meses después de contagiarse.

El moquillo canino ¿afecta a los humanos?

Actualmente, no hay evidencia de que los humanos puedan contraer moquillo canino. Sin embargo, el moquillo se puede propagar a través del contacto con algunos mamíferos. Los hurones también corren el riesgo de contraer el virus del moquillo y deben vacunarse si en la casa en la que viven hay también perros o estos están cerca de ellos.

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