Los cuidados del gato adulto
Gato adulto mirando fijamente
Foto: Nathan Fertig en Unsplash

Los cuidados del gato adulto

A medida que un gato se acerca a la tercera edad, algunos pequeños cambios en sus cuidados pueden marcar la diferencia en su calidad de vida. Asegúrate de que tu gato senior siente tu cariño siguiendo estos consejos.

Llega un momento en que se hace evidente que ya no es un gato joven. El cuidado del gato adulto requiere algo más de atención debido al envejecimiento de los huesos y al deterioro de los sentidos.

Cuidados del gato senior

Alimentación

Echa un vistazo a la sección de comida para gatos de cualquier tienda de mascotas y verás comida destinada específicamente a cada una de las etapas de la vida de un gato, desde su nacimiento hasta la vejez.

En términos generales, aunque dependiendo de la marca, la comida para gatos de 2 a 12 meses se etiqueta “junior”, de 1 a 10 años como “edad adulta” y a partir de 10 años como “senior”. También existen alimentos especiales para gatos de más de 12-15 años, que se etiquetan como “ageing” o «geriátricos».

Según un estudio realizado en 2010 (Hutchinson y Freeman, 2010), no hay mucha diferencia real detrás de estos alimentos. Dicho esto, no hay nada malo en el uso de ellos, sobre todo si su veterinario recomienda una por alguna razón. Hay una serie de problemas de salud que pueden surgir en un gato de edad avanzada para el que se indica un cambio en la dieta. La diabetes y las enfermedades renales son las más obvias.

Además, hay que tener en cuenta que se puede producir pérdida de peso en un gato senior, en torno a los doce o trece años. También podría aparecer como una combinación de pérdida de tono muscular, con un aumento de grasa. Si esto sucede, es importante acudir al veterinario para descartar otros problemas de salud.

Dado que los gatos utilizan el olfato para determinar lo que es bueno para comer, puede ser más difícil de convencer a un gato para que coma lo necesario cuando su sentido del olfato comienza a desvanecerse.

Eso por sí solo puede conducir a la pérdida de peso. Favorece que el gato coma añadiendo salsa de carne con olor fuerte o un caldo bajo en sodio y sin sal. Calentar la comida del gato a temperatura corporal también puede animar al gato para comer.

Hidratación

Los gatos senior a menudo no beben suficiente agua para mantenerse sanos. Es especialmente importante para el gato adulto mantener los riñones bien hidratados.

Ayuda a que tu gato beba más poniendo diferentes cuencos de agua repartidos por varios lugares de la casa, de manera que no tenga que caminar muy lejos para beber frecuentemente. También puedes colocar una fuente de agua, con la que la mayoría de los gatos tienden a beber más.

Además, puedes darle comida en lata si normalmente el gato se alimenta de pienso. La comida en lata suele estar más hidratada, lo que ayudará a la hidratación general del animal.

Estética y grooming

Algunos gatos mayores tienen problemas para acicalarse adecuadamente. La artritis interfiere en su flexibilidad, y no procesan las bolas de pelo tan fácilmente como cuando eran más jóvenes. Un cepillado suave ayudará a tu gato a mantenerse saludable y tener una buena imagen.

Ten cuidado con los nudos del pelo. Los nudos pueden son dolorosos porque tiran de la piel, y tienden a aparecer en las partes del cuerpo que requieren de movilidad, como las axilas y las ingles. Si cepillas con regularidad, no llegan a aparecer y pueden deshacerse simplemente con un peine.

A los gatos de pelo largo a menudo se les pueden quedar restos de excrementos en el pelo de la cola y la región del ano, por lo que es conveniente efectuar un arreglo en esa zona un par de veces al año.

Comodidad

Los gatos gerontes aprecian el calor y lechos suaves para dormir. En las zonas más frías y casas con aire acondicionado, un gato senior agradecerá una cama cálida y con mantas.

Es posible que tu gato requiera más atención por tu parte, conforme pasa el tiempo. Ofrécele algunas caricias y parte de tu tiempo para el gato se sienta querido.

Controles médicos

Los chequeos de salud son más importantes en los gatos senior. Aunque todo parezca estar bien, es bueno un control cada seis meses. Si se observa cualquier signo de dolor o enfermedad, por supuesto, hay que llevar al gato a la clínica. Algunas de las enfermedades asociadas a la vejez pueden ser tratadas y gestionadas a largo plazo.

Comenta el plan vacunal con tu veterinario en uno de estos chequeos, ya que un gato mayor de interior puede no necesitar todas las vacunas con tanta frecuencia como un gato o un gatito joven que esté habitualmente al aire libre. Esto dependerá de las circunstancias de tu casa.

La demencia en gatos

Gato triste

La mayoría de los gatos corren el riesgo de padecer demencia felina a partir de los 11 años. La demencia en gatos es una de las afecciones más comunes en los gatos adultos, y puede ser difícil de tratar si no se entiende  lo que está pasando.

Es causada por lesiones que aparecen en el cerebro del gato a medida que envejece. Los síntomas varían entre felinos, pero en general, incluyen:

  • Desorientación
  • Comportamiento social anormal
  • Pérdida del apetito
  • Ansiedad
  • Incapacidad para reconocer a las personas
  • Alteraciones en los patrones de sueño
  • Aumento de la vocalización
  • Pérdida del entrenamiento en la caja de arena u otras actividades aprendidas

El mejor método para sobrellevar la demencia es prevenirla antes de que comience, manteniendo el cerebro del gato saludable a medida que envejece. Una manera de hacerlo es implementando un programa de enriquecimiento ambiental lo antes posible.

Esto incluye introducir nuevos estímulos regularmente, pero con cuidado, en el entorno de su gato.

Entrenamiento de recompensa

Incluso si tu gato ya tiene signos de demencia, intenta enseñarle a hacer algo nuevo, aunque sea algo simple. Eso ayudará a su mente a mantenerse activa.  Por ejemplo, entrena a tu gato para que vaya a buscar comida o para saltar sobre un mueble particular.

Tu gato puede o no ser capaz de aprender el nuevo comportamiento que estás buscando, pero vale la pena intentarlo como forma de desafiar su mente.

Reducir el estrés

Los gatos con demencia tienen una gran ansiedad. En estos cosas es útil averiguar qué está contribuyendo al estrés del gato y encontrar maneras de eliminarlo o disminuirlo. Puede tratarse de alguna afección física dolorosa (como artritis) o de dificultad para hacer algo (como llegar a la caja de arena).

Evaluar nutrición y suplementos

Es importante volver a evaluar la dieta del gato a medida que envejece. Las necesidades nutricionales de un gatito joven y las de un gato de 12 años de edad no son las mismas. Muchos gatos mayores necesitan alimentos que puedan digerir fácilmente. Además, existen suplementos para mejorar la función cerebral del gato.

Observar su comportamiento

Observa atentamente a tu gato anciano y avisa al veterinario de cualquier cambio en su comportamiento, incluso si parece pequeño. Es importante detectar la demencia felina lo antes posible para que puedas comenzar los pasos para mitigarla.

Estimular su sentido del olfato

El olor es una parte importante en las experiencias de los gatos. A medida que crezca, sus sentidos comenzarán a perder intensidad. Introduce nuevos aromas en su entorno para estimularlo, teniendo cuidado con lo que usas. Esto le mantendrá en alerta y agudizará su sentido del olfato.

Llevar al gato a revisión veterinaria con frecuencia

Incluso si tu gato parece sano, debes llevarlo igualmente a ver al veterinario regularmente. En este sentido, los gatos adultos deberían someterse a un examen físico exhaustivo al menos una vez al año, tal vez incluso dos veces. Esto se debe a que hay muchos problemas físicos que pueden causar síntomas parecidos a la demencia.

Mantener socializado al gato

No dejes a tu gato solo durante largos períodos de tiempo. Aumentará su ansiedad y le llevará a un comportamiento antisocial. Si tienes que estar lejos durante largos períodos, busca a alguien que se quede a su cuidado.

Puedes facilitar la vida de tu gato con demencia felina e incluso ayudar a prevenirla si comienzas temprano. Recuerda mantener estimulada la mente de tu mascota y favorecer todo lo que le haga concentrarse y pensar.

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