A los humanos nos gusta pensar que somos una especie fiel, pero cuando se trata de la verdadera fidelidad, muchos otros animales ofrecen mejores ejemplos de cómo mantener una relación juntos.
Si bien es prácticamente imposible encontrar una especie animal que sea completamente monógama (a menos que consideremos al rape o a los platelmintos, en que la relación monógama requiere la fusión real de los cuerpos), hay una serie de animales en el reino animal que tiene afinidad hacia la monogamia.
Se estima que sólo entre el 3-5% de las especies de mamíferos practican la monogamia, ya sea a corto o largo plazo. Muy pocas aves, peces o anfibios practican la monogamia. Y algunos insectos también son monógamos.
Si esta monogamía se fundamenta en el romanticismo o en la necesidad, es otra cosa, pero una serie de criaturas han encontrado que la decisión de ser monógamo es más beneficiosa que tener múltiples parejas.
Los animales más fieles
Gibones
Lo gibones son los parientes más cercanos a los seres humanos que se aparean de por vida. Se presentan enlaces muy fuertes bajo dimorfismo sexual, lo que significa que los machos y las hembras de la especie son de aproximadamente el mismo tamaño, un testimonio del hecho de que ambos sexos están en relativa igualdad de condiciones.
El macho y la hembra junto pasarán tiempo arreglándose entre sí y paseando juntos por los árboles. Aunque recientes investigaciones han dado con casos de «infidelidad» y «divorcio», lo que hace que los gibones presenten comportamientos más parecidos aún a los humanos de lo que nos pensábamos.
Cisnes
Los cisnes forman parejas monógamas que duran años, y en algunos casos, pueden durar toda la vida. Su lealtad a sus compañeros es tan legendaria que la imagen de dos cisnes nadando con sus cuellos entrelazados en forma de corazón se ha convertido en un símbolo casi universal del amor.
Pero no es tan romántico como parece a primera vista y tiene una explicación muy práctica. Teniendo en cuenta el tiempo necesario para migrar, establecer territorios, la incubación y la cría, el hecho de tener que «gastar» más tiempo para atraer a su pareja sería minimizar el tiempo de reproducción.
Pingüinos
Los pingüinos, otra especie que se enfrenta a numerosos desafíos a la hora de criar en un ambiente hostil, a veces se aparean de por vida. La búsqueda de pareja supone un ritual de exhibiciones. Suelen emitir extraños gritos y según la especie braman, sacuden la cabeza o levantan las alas en sus llamadas.
Varias especies sólo se aparean con la misma pareja año tras año. Pueden encontrar a su pareja de toda la vida incluso entre miles de pingüinos en el lugar habitual de apareamiento.
Lobos
En el folclore y cuentos populares, a menudo son descritos como embaucadores y que llevan a engaño. Pero los lobos tienen una vida familiar que es más leal que en los humanos. Normalmente, las familias están formadas por un macho, una hembra y sus crías.
Al igual que los pingüinos, los lobos practican la monogamia «en serie», es decir, pueden tener varios compañeros a lo largo de toda la vida, pero sólo uno a la vez. Una loba suele aparearse con un macho, pero tomará otro si su pareja muere, es expulsado de la manada o está tan herido o enfermo que no puede reproducirse.
Albatros
Un albatros puede volar grandes distancias a través de los mares, pero a pesar de sus numerosos viajes, esta ave siempre regresará al mismo lugar -y a la misma pareja- cuando es el momento de reproducirse. Los vínculos de pareja entre machos y hembras se forman durante varios años y duran toda la vida, cimentados a través del uso de cariñosas danzas rituales.
Ratones de campo
Aunque la mayoría de los roedores tienen una reputación de promiscuidad, los ratones de campo rompen la tendencia, con enlaces de parejas monógamas que a veces duran toda la vida.
Águilas calvas
Son el símbolo nacional de los Estados Unidos, y en lo que se refiere a mantener sus relaciones, superan en mucho a las personas del país que simbolizan. Las águilas calvas generalmente se aparean para toda la vida, excepto en el caso de muerte o la impotencia de su pareja (un número mucho menor que la tasa de divorcio en Estados Unidos, que supera el 50%).
Cucarachas
A pesar de lo desagradables que nos resultan en general, hay unos cuantos hechos interesantes sobre las cucarachas. Son un brillante ejemplo de monogamia, que a menudo tienen parejas de por vida.
Buitre negro americano
Para los buitres negros, la aplicación de la monogamia es más que un asunto de familia. Si se detecta a un individuo teniendo relaciones sexuales con un ave que no sea su pareja, el buitre es atacado no sólo por su pareja, sino por otros buitres de la comunidad.
Tórtolas
Estos míticos emblemas del amor y la fidelidad, incluso han inspirado poesía, como el poema «El Fénix y la tórtala» de Shakespeare.
Especies animales más infieles
A pesar del listado anterior, cuando se trata de la monogamia, los animales rara vez participan. Más del 90% de los mamíferos tienen múltiples compañeros y hasta en los que forman alianzas socialmente monógamas se observa a menudo «engaño» a sus parejas. Aunque este comportamiento es común, algunos animales se han ganado una reputación especial por su promiscuidad.
Bonobos
Los bonobos no forman relaciones a largo plazo, sexuales. Más bien, se involucran en relaciones sexuales con parejas individuales o múltiples. Ellos participarán en los encuentros, tanto hetero como homosexuales. En la sociedad bonobo, el sexo se utiliza para la reproducción, pero también es una forma de saludo y resolución de conflictos.
Delfines
Los delfines son conocidos por su carácter lúdico y feliz. No es de extrañar que siendo tan alegres, se apareen varias veces al día. Aunque el acto reproductivo es corto, los delfines también se dedican una variedad de comportamientos sexuales simplemente por placer.
Los delfines tienen parejas hetero y homosexuales, y a veces se comportan sexualmente hacia otras subespecies de delfines y ballenas, lo que resulta en híbridos fértiles como los balfines.
Abeja reina
Durante un vuelo de apareamiento, una abeja reina puede aparearse con un máximo de cuarenta zánganos. Cuantas más parejas sexuales tenga una reina, más atractiva es para las abejas obreras que mantienen su colmena en funcionamiento.
Conejos
Los conejos son conocidos por su cría vigorosa e indiscriminada. Las conejas se reproducen con varios machos durante una temporada de apareamiento. El período de gestación de un conejo es sólo de 30 días, por lo que puede reproducirse varias veces en un año, copulando con diferentes socios en cada ocasión.
Elefantes marinos del norte
Los elefantes marinos machos son muy agresivos hacia los otros, luchando por convertirse en «dueños de la playa». Un macho domintante de la playa protege un harén de hasta 350 hembras. Un macho puede fecundar con éxito hasta 50 hembras en época de apareamiento y ser padre de más de 500 crías en toda su vida.
Jabalíes
Los jabalíes macho hacen uso de un sistema reproductivo conocido como «superposición de promiscuidad». A diferencia de otros animales, los jabalíes macho no defienden o establecen un grupo de mujeres a cambio de derechos de apareamiento.
Simplemente dan vueltas a diferentes territorios y se aparean con una hembra de cada población antes de pasar a nuevos territorios. Podríamos decir que «en cada puerto tiene una mujer».
Antílope topi
El antílope topi es un animal que muestra un comportamiento sexual fascinante. Las hembras son fértiles sólo un día al año. Cuando llega el gran día, la hembra se dedica a transitar por los territorios controlados por distintos machos para aparearse con el máximo número de pretendientes posible.
Cuando la hembra se aleja, el macho simula peligro con los mismos bufidos que cuando alerta de la presencia de un depredador, por lo que la hembra regresa y vuelve a copular con ella. Esto puede repetirse varias veces, hasta que llega un momento en que la hembra escapa del engaño y se marcha a otro territorio.
Antequinos
El antequino es un género de marsupial, y es polígamo. Cada hembra se aparea con varios machos en la época de reproducción, con el resultado de que una sola camada tiene varios padres. El ritual de apareamiento es larga y agotador, la cópula puede durar hasta 12 horas.
Los machos de esta especie mueren después de la época de celo, debido al estrés ocasionado por la competición y las agresiones entre ellos por conseguir aparearse, y la hiperactividad a que están sometidos durante la época de cría.
cierto, los lobos no son asi