En este nuevo año 2017, en CIM Formación continuamos con nuestra campaña de apadrinamiento animal, fomentando la adopción y la educación, que consideramos que es la base fundamental para evitar el abandono. Recordemos lo que decía el poeta y novelista judeo alemán Berthold Auerbach: «El modo de valorar el grado de educación de un pueblo y de un hombre es la forma como tratan los animales».
Este mes de enero hemos apadrinado a Tufo, un perro que se encuentra acogido en la Asociación AsoKa el Grande, en Alicante. El equipo de AsoKa nos cuenta la historia de Tufo.
Tufo: la tragedia de ser adoptado de joven y abandonado de adulto
Tufo fue adoptado hace casi cuatro años, y se suma por desgracia a la lista de asoketes adoptados cuando son jóvenes y devueltos de mayor. Es muy desesperante que cada poco tiempo regrese alguno a nuestro albergue, con las posibilidades de ser adoptado menguadas. A veces esto ocurre por divorcios, otras por mudanzas, o simplemente porque se han cansado. Familias que prometieron cuidarlos para siempre que nos defraudan, y perros que vuelven sin saber qué está pasando, ya mayores con pocas posibilidades de ser adoptados nuevamente. Siempre, de cualquier modo, por culpa del ser humano, casi nunca culpa de nuestros hermanos de 4 patas.
¿Qué pasó con Tufo? Simple, a la vez que frustrante. Tufo tan solo fue devuelto porque se escapaba del campo donde vivía. En todos estos años desde que lo adoptaron hasta que lo devolvieron no han sabido o no han podido buscar alguna solución. Así es el ser humano, capaz de deshacerse de un amigo fiel, un miembro de la familia, por razones tan superficiales como ésta.
Ahora Tufo es un perro senior. Dentro de poco cumplirá 8 años. Ya se le notan las canas de la edad, aunque ha envejecido aún más por culpa del abandono.
Sobre Tufo. Es tranquilo, pasea muy bien con la correa. Para él buscamos una familia que viva en un piso, o un campo bien acondicionado, lo importante es que le dediquen el tiempo necesario para que se adapte y se sienta querido. Tufo ya vivió bastante tiempo en el albergue y nunca intentó escaparse, quizá para él Asoka siempre fue como su casa y ahí recibía lo que necesitaba. Se ha alegrado mucho al reconocer a algunos voluntarios, al menos, dentro de lo malo, le queda la gente de Asoka.
Sí, ahora es difícil que lo adopten, lo sabemos. Y de pensarlo se nos rompe el corazón. Pero no tiraremos la toalla. AsoKa el Grande y CIM Formación, unidos contra el abandono animal, juntamos fuerzas y demostramos nuestro amor por los animales buscando una familia a Tufo. ¿Le das una segunda oportunidad? Quizá tú puedas enseñarle lo que es una familia de verdad, lo que es el amor incondicional. Él seguro que lo hará.
Si te decides, no dudes en contactar con la Asociación AsoKa el Grande, Tufo estará encantado.