Las prácticas son experiencias de aprendizaje práctico y real en entornos laborales. En el sector de la educación, las prácticas complementan la formación teórica de los estudiantes. Estas prácticas permiten a los estudiantes aplicar y desarrollar los conocimientos adquiridos en el aula en un entorno de trabajo real.
Suelen ser parte de programas de formación profesional, técnicos, universitarios o de posgrado, y pueden ser obligatorias o voluntarias, dependiendo del plan de estudios y de los requisitos del programa educativo.
Para realizar las prácticas, en primer lugar la institución educativa y la empresa firman un acuerdo de colaboración o convenio. La empresa propone una oferta y son los alumnos quienes deciden si optan a esta.
Pueden tener diferentes características que, a continuación enumeramos:
- Duración: las prácticas pueden tener una duración variable, dependiendo del programa educativo, las horas de formación y de los requisitos del empleador. El horario también puede variar, normalmente se establece en función de la disponibilidad del estudiante y las necesidades del empleador.
- Supervisión y orientación: durante el tiempo que duren las prácticas, los estudiantes son supervisados y orientados por profesionales en el lugar de trabajo. Son los llamados tutores, quienes les brindan apoyo y guía.
- Evaluación y seguimiento: al finalizar las prácticas, los estudiantes suelen ser evaluados por su desempeño y pueden recibir retroalimentación sobre sus fortalezas y áreas de mejora.
- Retribución: en España estamos acostumbrados a que las prácticas no incluyan retribución económica. Aunque existen algunos sectores en los que es obligatorio. Las prácticas extracurriculares pueden ser más propensas a ser remuneradas. En cualquier caso, el contrato de prácticas establecer los términos y condiciones de la misma.
¿Para qué sirven las prácticas de empresa?
Las prácticas ofrecen beneficios significativos tanto para las empresas como para los estudiantes, incluso si estos últimos aún no están totalmente formados. Son una parte fundamental de la formación profesional y educativa, ya que ofrecen a los estudiantes la oportunidad de adquirir experiencia práctica y desarrollar habilidades profesionales relevantes para su futuro laboral.
Para las empresas, las prácticas pueden servir como una vía para identificar y reclutar talento joven prometedor. Al recibir a estudiantes en prácticas, las empresas tienen la oportunidad de evaluar su desempeño, habilidades y adaptación a la cultura organizacional antes de ofrecerles un empleo a tiempo completo.
En muchas ocasiones, el estudiante puede acabar consiguiendo un contrato en la empresa donde realiza las prácticas, aunque para ello debe demostrar aptitudes. Es acertado señalar que ser proactivo, tomar la iniciativa en proyectos y ofrecerse para asumir responsabilidades adicionales puede mostrar compromiso y entusiasmo por el trabajo. Colaborar de manera efectiva con otros miembros del equipo y contribuir al éxito colectivo de los proyectos puede ser también valorado por la empresa en el momento que necesiten contratar a otra persona.