El dolor es intrínseco a la condición humana. Es una experiencia íntima y solitaria, nadie puede sentir objetivamente el dolor del otro y se relaciona con la enfermedad y la muerte.
Durante mucho tiempo, la comunidad científica menospreció el dolor, reduciéndolo a una simple señal de alarma. En nuestra sociedad el dolor psíquico tiene una connotación bastante peyorativa (“sólo está en su mente”), mientras que el dolor físico tiene más bien un marcado valor positivo (“ha sufrido mucho: es muy valiente”). Recientemente se viene reconociendo el dolor como una entidad autónoma y no sólo como señal de alarma. Ahora se distinguen el dolor agudo y el dolor crónico. Aunque hay dolores útiles, también se reconoce que algunos son perjudiciales y destructivos, y que es necesario detectarlos, evaluarlos y tratarlos.
Contenido
Dolor agudo y dolor crónico
El dolor agudo es una señal de alarma, es indispensable para sobrevivir, es breve y permite al organismo movilizarse con objeto de que pueda responder a la agresión y luego defenderse. El dolor agudo, casi siempre es útil, es un síntoma que aparece en muchas enfermedades. Revela un trastorno subyacente y obliga a preguntarse sobre la causa, a protegerse y buscar solución. El dolor agudo casi siempre desaparece con la remisión de la enfermedad.
Si el dolor agudo persiste, genera una tensión física y psíquica que agrava la situación patológica inicial. Si este dolor dura más de seis meses, no responde a los tratamientos comunes y provoca inadaptación en la conducta se convierte en dolor crónico. Constituye un estado en el que el síntoma se convierte en la enfermedad y en el objetivo del tratamiento. El dolor crónico es muy frecuente y, puede llegar a ser muy pernicioso para la vida psíquica así como para la vida familiar, social y profesional.
El tratamiento de los dolores crónicos procura calmar el síntoma, pero también ayudar a la persona a dominar mejor su estado psíquico y a mantener sus actividades.
Entre los dolores crónicos más frecuentes encontramos:
- El dolor de espalda
- El dolor postraumático
- El dolor de cabeza
- El dolor neuropático
- El dolor provocado por procesos cancerígenos
Valoración del dolor agudo y del dolor crónico
En un artículo anterior tratábamos cómo hacer una Valoración elemental del dolor. La siguiente tabla relaciona las características, funciones y cambios provocados por la aparición del dolor y las compara en función del tipo agudo o crónico.
Características |
Dolor agudo |
Dolor crónico |
Causa |
Única | Múltiple |
Función biológica |
Protectora | Inútil |
Solución |
Espontánea con el tratamiento | El dolor persiste; es rebelde a los tratamientos |
Cambios psicológicos |
Ansiedad, agitación | Trastornos del sueño, del apetito, de la líbido, debilidad, cólera, impotencia, disminución de la actividad y de la tolerancia al esfuerzo |
Cambios fisiológicos |
Aumento de la presión arterial y del pulso, sudoración, posibles desmayos | Anquilosis, contracturas y atrofias musculares |