El edema es la acumulación de líquido intersticial en los espacios intercelulares. Esta acumulación líquida es observable y palpable, provocando una hinchazón de la zona afectada. Generalmente aparece entre las fascias musculares y la piel (edemas subcutáneos).
Generalmente el edema aparece entre las fascias musculares y la piel (edemas subcutáneos). Para comprender correctamente el motivo por el cual se puede acumular líquido entre las células, se deben conocer los procesos que mueven las sustancias y el agua a través de los capilares sanguíneos y linfáticos.
Cómo se forma el edema
La pared del capilar sanguíneo se comporta como una membrana semipermeable, y tanto el agua como los solutos pequeños la atraviesan libremente por difusión. La presión sanguínea aporta una fuerza adicional responsable del desplazamiento masivo de sustancias a través de la membrana o pared capilar.
La presión opuesta en los espacios intercelulares es tan pequeña que se puede despreciar. La presión en el extremo arterial oscila alrededor de 32 mmHg. Esta presión declina progresivamente a lo largo de toda la longitud del capilar, hasta alcanzar unos 12 mmHg en el extremo venoso.
Otro factor es la presión osmótica. La mayor parte de las proteínas plasmáticas no atraviesan la pared capilar con la facilidad que lo hacen los pequeños iones de Na+ y Cl. La concentración de proteínas plasmáticas, especialmente la albúmina, es mayor dentro del capilar que en los espacios intercelulares, lo que origina un gradiente de concentración (diferentes concentraciones) entre ambas localizaciones.
La aparición de un gradiente de concentración entraña la aparición de una presión osmótica. La presión osmótica que aparece a consecuencia de las moléculas proteicas de la sangre recibe el nombre de presión coloidosmótica o presión oncótica. El agua tiende a atravesar la membrana desde el espacio intercelular, a fin de eliminar la diferencia de concentración entre ambos lados.
El resultado de la acción recíproca de estas fuerzas es el movimiento de material a través de la pared capilar. En el extremo arterial del capilar, el agua y algunas sustancias disueltas pasan al espacio intersticial el ser la presión sanguínea mayor que la presión osmótica. En el extremo venoso, sin embargo, ocurre al revés; el fluido regresa de nuevo al capilar, ya que aquí la presión osmótica es mayor que la presión sanguínea.
En general las sustancias de tamaño inferior al de las proteínas abandonan el capilar por el extremo arterial y regresan por el extremo venoso. Este filtrado de sangre, que pasa al espacio intersticial añadiéndose a los materiales procedentes de las mismas células, se conoce con el nombre de líquido intersticial.
El esquema antes mencionado, que explica como tiene lugar el movimiento del fluido entre los capilares y los espacios intercelulares, recibe el nombre de hipótesis de Starling. Esta hipótesis se aplica principalmente al movimiento masivo de fluido y solutos.
Tipos de edema
Los tipos de edema se pueden clasificar en dos grupos: edemas linfodinámico o dinámicos (causados por un transtorno en el sistema circulatorio) y edemas linfostáticos o linfedemas (causados por un trastorno en el sistema linfático).
Los edemas linfodinámico o dinámicos pueden ser de tipo cardiaco, renal, hepático o inflamatorio. También puede ser nutricionales o de tipo venoso (flebedema). El embarazo o los problemas premenstruales también pueden producir un edema linfodinámico. Otros edemas de este tipo son los edemas yatrogenéticos (provocados por medicamentos), los postrombóticos y los producidos por proceso alérgicos, quemaduras, traumas o de tipo cerebral.
Los edemas linfostáticos o linfedemas pueden ser de dos tipos, funcionales y orgánicos. Los edemas funcionales se deben trastornos reversibles del sistema linfático, mientras que los orgánicos son producidos por una alteración anatómica del sistema linfático.
¿Quiromasaje o drenaje?
El quiromasaje es un método idóneo para combatir el edema, pero, principalmente, si es de origen venoso. En los edemas provocados por fallo en el sistema linfático, las maniobras más apropiadas para aplicar serán las que componen la técnica de drenaje linfático manual.
Las maniobras seleccionadas serán prioritariamente los drenajes, vaciajes o vasoconstricciones. Son movimientos que tienen como objetivo principal el de ayudar a la circulación de retorno gracias a su dirección centrípeta.
En función del tamaño del espacio corporal subsidiario de recibir un trabajo de drenaje, se utilizarán las manos, más o menos abiertas, o los dedos. Todas las maniobras de vaciado venoso deben llevar siempre una misma dirección: de distal a proximal, acompañando el recorrido de los capilares venosos.
Para poder aplicar el quiromasaje en un proceso edematoso se ha de establecer una valoración comparativa para discernir si el edema de origen venoso o linfático. El edema de origen venoso es blando y deja fóvea (marca tras la presión), la piel se presenta ruborizada y habrá un aumento de la temperatura cutánea.
Cuándo no aplicar masaje
Las contraindicaciones del drenaje circulatorio serán las mismas que las del quiromasaje. No realizaremos tratamiento mediante masaje en los casos de trombosis venosa, tromboflebitis, embolias arteriales, procesos inflamatorios agudos, procesos infecciosos, tumores, fiebre, heridas abiertas, traumatismos agudos y enfermedades contagiosas.
¿Qué protocolo utilizar?
El trabajo en edemas moderados es sencillo y se puede comenzar distalmente, drenando dedos de los pies y continuar por las piernas, acabando por los muslos. Cuando el edema es severo, se han de ir vaciando las zonas más proximales para dejar espacio libre a los líquidos distales, evitando así su acumulación y estancamiento.
El orden de aplicación del vaciaje en un edema venoso severo, de las E.E.I.I. será el siguiente:
- Drenaje del muslo
- Drenaje de la pierna
- Drenaje del pie
- Drenaje de los dedos
- Drenaje del pie
- Drenaje de la pierna
- Drenaje del muslo
La duración de la sesión expuesta, será variable en función del grado de afectación, pudiéndose estipular entre 30 minutos para los moderados y 60 minutos para los severos. Así mismo, el número de sesiones también variará y, será el proceso evolutivo quien dictaminará su duración.
Tratamientos complementarios para el edema
La presoterapia es una opción con la que se puede completar el tratamiento de un edema. Se trata de un equipo basado en un compresor, cuya función es insuflar aire en unas botas, fajas, o manguitos neumáticos, en los que se introducen las zonas a tratar, a las cuales se les transmitirá una serie de presiones sincronizadas con el fin de activar la circulación de retorno, favoreciendo la reabsorción de edemas y líquidos intersticiales.
La circulación venosa y el drenaje linfático se mejoran mediante la aplicación de una presión controlada en zonas donde la circulación de la sangre y la linfa pueda estar dificultada por causas mecánicas. El drenaje se verá potenciado cuando la presoterapia se aplica con los miembros algo más elevados.
Otra opción es el masaje con hielo. Este tipo de masaje puede resultar un poco desagradable, pero tiene un efecto rápido y visible. También pueden resultar muy útiles los baños de contraste, ya que estimulan la circulación de manera natural.
interesante para poder prestarle ayuda al q lo requiera.