Cómo ser instructor de Pilates
Monitora de pilates en clase
Imagen: CanStock Photo

Cómo ser instructor de Pilates

El método Pilates es una disciplina que ha pasado de «estar de moda» a ser un «indispensable» en la oferta de gimnasios y centros de deportivos. De hecho, cada vez son más los centros especializados en Pilates y otras disciplinas cuerpo-mente que dejan de lado las «típicas» actividades de gimnasio.

Esto ha hecho aumentar la demanda de monitores de Pilates, a la vez que ha hecho prosperar la oferta de formación para este tipo de profesionales.

Cabe destacar que el Pilates no es un deporte y, por lo tanto, no está regulado por ningún organismo oficial. Tampoco existen unas enseñanzas reguladas oficialmente, ni una competencia profesional definida. Esto permite que «cualquiera» pueda hacerse llamar «instructor o monitor de Pilates».

Esto no significa que la formación no sea importante, más bien todo lo contrario, ya que con ello es posible marcar la diferencia y ofrecer un servicio de calidad. Si quieres ser monitor de Pilates te interesará conocer qué competencias básicas son esenciales para poder dedicarte a esta profesión y qué salidas laborales tienes.

¿Por qué Pilates?

Poco a poco va ganando terreno la idea de que el mejor ejercicio es aquel que promociona la salud. El método Pilates es un tipo de ejercicio sin impacto, de baja a media intensidad, que puede ayudar a todo tipo de personas a mejorar su condición física en término de movilidad, flexibilidad y fortalecimiento muscular, especialmente de los músculos del llamado core.

Es por eso que la demanda de instructores del método Pilates aumenta día a día. Porque cada vez más estamos entiendo que hacer ejercicio y estar en forma es mucho más que correr (a veces hasta reventar) , ‘macharse’ en clases de alto impacto o levantar pesas (en demasiadas ocasiones sin un objetivo claro).

Nadie dice que no sea buen el ejercicio aeróbico o el entrenamiento con pesas, al contrario. El problema es que con la práctica de estas disciplinas se suelen dejar de lado otros aspectos importantes de la forma física, que son los que mencionábamos antes: movilidad, flexibilidad y fortalecimiento de los músculos del core. Es aquí donde el Pilates entra con fuerza, por una parte como complemento a la práctica de diversas modalidades del fitness o del deporte, por otra como disciplina principal para aquellos que deseen practicar una disciplina saludable que les ayude a tener mejor calidad de vida.

Excelente práctica para monitores

Una razón para convertirse en Instructor de Pilates es que este método es excelente para los propios instructores que impartan clases de otras modalidades del fitness. La formación recibida les ayuda a tener otra visión de la actividad física y a trasladar los principios saludables del método Pilates a otras prácticas.

De hecho ser monitor de Pilates es perfectamente compatible con otras prácticas y le da la oportunidad al monitor de no ‘quemarse’ tanto y de alargar su vida útil como instructor. Es más, al tratarse de una práctica saludable, el monitor de Pilates no tiene tanto riesgo de lesión como pueden tener otros monitores de otras clases dirigidas.

Profesión reconocida y valorada

La figura del instructor de Pilates es reconocida y valorada, tanto por practicantes como por empleadores. Eso implica que ser instructor de Pilates mejorará tu curriculum en términos de calidad profesional. Y no solo mejorará las posibilidades de colocación, sino que también podrás optar a mejores remuneraciones.

Por otra parte, si decides trabajar como autónomo, tendrás muchas posibilidades laborales, tanto trabajando para diferentes centros, clubes o asocionaciones como si deseas abrir tu propio estudio de Pilates.

Requisitos para ser instructor de Pilates

Muchas de las personas que están formándose y/o trabajando en el sector de fitness y el deporte se preguntan qué competencias son necesarias para ser monitor de Pilates para evaluar si es una buena vía de preparación y especialización para ellos.

En realidad, no es necesaria tener ninguna formación previa para ser instructor de Pilates. Lo importante es empezar eligiendo cursos de Pilates que empiecen desde cero y, sobre todo, que sean prácticos y que te den la opción de realizar también prácticas profesionales.

Habilidades

Para ser monitor de Pilates hace falta mucho más que interés y ganas. Para empezar, ser instructor de esta disciplina requiere de un buen nivel de aptitud personal, es decir, saber hacer Pilates de forma correcta o, al menos, facilidad para aprender.

En este sentido, es importante tener en cuenta que hace falta tener un buen nivel de condición física, además de fuerza y buena flexibilidad. Como alumno, no ser suficientemente flexible o tener poca fuerza no importa mucho, pero como monitor o instructor esto es algo que debes aportar.

Concentración y observación

Al contrario que otras disciplinas del fitness, el Pilates no requiere animar a los alumnos ni provocar un estado de excitación que les motive a moverse. Al contrario, se requiere que el alumno trabaje concentrado y enfocado, tranquilo y sereno.

Además, el monitor de Pilates tiene que ser capaz de empatizar con los alumnos para transmitir confianza. Muchos alumnos llegan con problemas físicos que hay que tener en cuenta de cara a hacer adaptaciones o sustituciones de ejercicios. Pero los alumnos deben comunicar esos problemas, por lo que tienen que sentirse a gusto.

Además, un instructor de Pilates debe ser buen comunicador, poseer habilidades sociales y ser capaz de motivar a individuos y grupos. Como instructor de Pilates necesitarás ser paciente y empático para ser capaz de ver y entender las necesidades de tus alumnos y adaptarte a ellas, así como para expresarte con claridad a la hora de referirte a tus alumnos en la clase. Ser buen comunicador incluye la capacidad de explicar los ejercicios haciendo fácil lo difícil para que todos los alumnos sean capaces de seguir la sesión y no pierdan motivación.

Además, ha de tener una gran capacidad de observación, tanto para corregir posibles defectos en la ejecución de los ejercicios como para detectar posibles problemas físicos que puedan estar dificultando el seguimiento de la clase.

Por otra parte, como instructor no debes perder de vista la práctica continua de la disciplina que vas a impartir y la importancia de seguir aprendiendo y mejorando, tanto en tu preparación física como en tu conocimiento de todo lo relacionado con el método. Para ser un buen profesional es importarte profundizar todo lo posible en la materia y ampliar la formación todo lo que sea posible para estar a la altura de las demandas del mercado.

Creatividad y carisma

  • Ser creativo: No se trata de innovar en el método, sino de plantear las clases sin caer en la monotonía.
  • Ser cercano y mostrar interés: Estas cualidades te permitirán llegar mejor a tus alumnos, motivarlos más y saber mejor qué necesidades tienen para ofrecerles las modificaciones puntuales que necesiten. La cercanía y la muestra genuina de interés es un forma de fidelizar a los alumnos.
  • Ser carismático: Un instructor con carisma es aquel capaz de despertar el interés por asistir a las clases, el que transmite pasión por lo que hace y la contagia a sus alumnos. Un instructor carismático hace que los alumnos se sientan motivados de forma natural a esforzarse más, a hacerlo mejor, a crear la mejor versión de sí mismos.

Además, para ser monitor de Pilates se debe poseer otras cualidades, como una clara orientación al cliente, ser empático y ser flexible para saber adaptarse a los cambios. Además, al instructor de Pilates le vendrá muy bien tener espíritu emprendedor, tanto en lo que la búsqueda de trabajo se refiere como para buscar soluciones de autoempleo.

Inspiración para prosperar

Trabajar como monitor o monitora de pilates

Con el paso del tiempo, en cualquier profesión puede llevar la falta de inspiración y la falta de entusiasmo, especialmente si llegan tiempos difíciles. En profesiones que implican creatividad y contacto directo con los clientes esto se acusa mucho más, más aún cuando se produce interacción personal y la empatía juega un papel fundamental en las clases, como ocurre en las clases de Pilates.

Poco a poco, las clases se van volviendo rutinarias. Incluso si los alumnos responden positivamente, no podemos olvidar que hay gente que empieza, otros que llevan mucho tiempo,  gente con mucha negatividad (afortundamente, también los hay muy positivos que ayudan a mantener el ánimo alto).

Innovar es fundamental para mantener el interés de los alumnos y también para la propia autoestima y desarrollo del instructor de Pilates. Sin embargo, lo cierto es que, a medida que pasa el tiempo, a muchos les cuesta mantenerse inspirados, especialmente si no ven prosperar sus clases -su negocio- como les gustaría.

Pero esto no es ninguna novedad. La rutina pesa en todas las profesiones, ya no solo en el mundo del fitness y de la enseñanza, sino en todos los ámbitos profesionales. Tarde o temprano, la mayoría tenemos que enfrentarnos al aburrimiento. No suena muy bien, pero es así. La buena noticia es que esto se puede enfrentar, incluso antes de que surja.

Para mantener la inspiración y, con ellos prosperar como instructor de Pilates, te dejamos algunas sugerencias, también aplicables a otros ámbitos.

¿Por qué trabajas como instructor de Pilates?

Cuando elegiste trabajar como instructor de Pilates, ¿por qué lo hiciste? ¿Qué te motivó al principio? ¿Qué hizo que siguieras adelante cuando tuviste tus primeras experiencias?

Cualquier respuesta es válida, siempre y cuando te ofrezca un porqué, una razón para ser instructor de Pilates. No es necesario que halles una motivación excesivamente profunda o mística. Simplemente tienes que reencontrar tus motivos.

¿Qué quieres conseguir?

Ahora que te has reencontrado, piensa: con la experiencia que tienes, con lo que sabes, teniendo en cuenta tu motivación. ¿qué quieres conseguir? ¿Cuál es tu meta? Actualiza tu motivación inicial y mira al futuro con una meta.

¿Pones en práctica lo que enseñas?

Durante las clases de Pilates los instructores ofrecen consejos para la vida diaria, consejos para aprovechar al máximo las clases. Ahora bien, ¿predicas con el ejemplo o de hace eso de «donde dije ‘digo’ ahora digo ‘diego’?

En otras palabras: ¿crees en lo que dices? ¿Aportas valor real o simplemente sigues un esquema predeterminado sin reflexionar sobre lo que realmente hay detrás?

 ¿Conoces a tu cliente ideal?

Una de las mayores fuentes de desánimo de los profesionales de la enseñanza en general y, en este caso, de los instructores de Pilates, es sentir que no pueden decidir para qué tipo de clientes trabajar. Sí, todo el mundo tiene derecho a poder practicar Pilates con un profesional como tú, pero ¿de verdad crees que no puedes elegir a quién enseñas?

Si conoces a tu cliente ideal ofreces el servicio que ese tipo de cliente busca. Y al final el tipo de cliente que buscas llega. Eso no significa que no trabajes para nadie más. Pero saber lo que quieres ofrecer te ayudará alcanzar tus objetivo mucho antes y manteniendo el ánimo mucho más alto. De lo que se trata es de realizarte completamente ofreciendo el servicio que realmente te motiva y te inspira.

¿Tienes el negocio o el trabajo que realmente deseas tener?

Este es un punto vital. Muchos profesionales, en todos los ámbitos, se desaniman cuando no ganan suficiente con su trabajo. Esto no es una cuestión meramente materialista. De lo que se trata es de que si no te siente suficientemente recompensado terminas perdiendo el interés. Y esto se aplica tanto a lo que cobras o ganas como al trato que recibes, tanto de los compañeros de trabajo o superiores si los tienes como de los alumnos/clientes.

En cualquier caso, recuerda que si te desanimas todo lo que necesitas para resurgir está dentro de ti. Y todo lo que necesitas para prosperar está en tu mano.

Salidas laborales del instructor de Pilates

Instructora de Pilates en clase

La especialización en Pilates está cada vez más demandada, tanto en gimnasios como en centros wellness y de rehabilitación y terapia física, incluso como método de entrenamiento personal y/o individualizado. Una buena formación, completa y de calidad, te puede facilitar la búsqueda de empleo. Formarte en un centro con bolsa de trabajo como CIM Formación te facilitará el acceso al mercado laboral. Pero no debes dejar de alimentar tu espíritu emprendedor.

Una buena idea para ser más competitivo es apostar por la especialización en núcleos de población específicos (por ejemplo, tercera edad, postparto, niños, deportistas, rehabilitación,etc.). Sin embargo, para trabajar como instructor de Pilates hay más opciones. Cada vez son más los instructores freelance que ofrecen sus servicios en gimnasios, centros deportivos, así como en organismos públicos y asociaciones, o que montan un pequeño estudio especializado en Pilates.

Cabe destacar la creciente importancia que están adquiriendo cuestiones como la reeducación postural, la recuperación muscular y la rehabilitación del suelo pélvico. La concienciación de la población en estos temas es cada vez mayor y los especialistas en Pilates están adquiriendo una gran importancia en estos ámbitos.

Además de una sólida formación como instructor de Pilates, no debes dejar de lado la formación continua, el reciclaje y el crecimiento personal. La competencia es cada vez mayor, por lo que conviene que amplíes tus conocimientos todo lo posible. Además, esto te permitirá acceder a nuevas oportunidades laborales.

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