Mucho ha llovido desde aquellas primeras clases de aeróbic y step que irrumpieron con fuerza en los gimnasios españoles hace varias décadas.
Desde entonces, las actividades dirigidas con soporte musical han visto cómo la gama de disciplinas se amplía año tras año, y se convierten en miembros de pleno derecho en la familia del fitness. No cabe duda que, en muchas de estas actividades, la música es un complemento motivador. Pero muchas otras no tendrían sentido sin la propia música.
Son precisamente las clases de aeróbic y las de step las que dan origen a la mayoría de las actividades dirigidas con soporte musical que tenemos hoy en día. Es una historia relativamente corta, pero intensa.
El aeróbic como forma de ejercitación física tiene su origen en Estados Unidos, en la segunda mitad del siglo XX, momento en el que también se extendió al resto del mundo. Desde el punto de vista de la práctica, tanto el aérobic y todas sus manifestaciones posteriores son enormemente positivas, ya que tiene una influencia muy positiva en la salud, tanto física como mental.
Origen del Aeróbic
El nacimiento del aeróbic podemos situarlo en el año 1968, cuando Kenneth H. Cooper, médico y teniente coronel de las fuerzas armadas norteamericanas publica en Estados Unidos un libro titulado «Aerobics», en el que presenta un programa de entrenamiento para el ejército de su país. Pero esto solo es el principio.
Otro hito importante es la aparición de Isotonics en 1969, un programa de ejercicio de treinta minutos basado en los principios expuestos por Cooper en su libro. El programa, preparado por Jackie Sorensen, esposa de un militar norteamericano, adapta estos principios, añadiendo música y elementos de otras disciplinas como el jogging, el baile, el jazz, etc.
Las sesiones finalizaban con ejercicios de tonificación muscular. El éxito del programa es tan aplastante que Jackie funda, un año después, el primer estudio en el que se imparte al público esta modalidad de aeróbic con música, al que llama Aerobic Dancing Inc.
Posteriormente, Cooper publica otros dos libros, «The New Aerobics», destinado a personas mayores de 35 años, y «Aerobics Women», adaptado a las necesidades específicas de las mujeres.
El Aeróbic llega a España
A España el aeróbic con música no llegó hasta los años 80. Coincide su aterrizaje en nuestro país con los vídeos comerciales y otros materiales de Jane Fonda, realizados como consecuencia de la campaña publicitaria masiva que el aeróbic experimentó en Estados Unidos como forma de controlar el peso y llevar un estilo de vida más saludable.
Con el paso del tiempo, se introdujeron multitud de disciplinas en las que la música y la coreografía son la base de la actividad física.
Los beneficios de la música durante el ejercicio
Desde que llegó el aeróbic a los gimnasios son muchas las disciplinas que utilizan la música como base para el ejercicio. El aumento del uso de la música ha sido especialmente intenso durante las dos últimas décadas, entre otros motivos, gracias a los avances de la tecnología. Estos han permitido que la música se convierta en una intervención eficaz para lograr una variedad de efectos psicológicos y de rendimiento deseables entre los deportistas.
Según los especialistas, los efectos de la música sobre el deporte, que son de cuatro tipos: psicológicos, psicofísicos, psicofisiológicos y ergogénicos de la música.
- Los efectos psicológicos se refieren a cómo la música influye en el estado de ánimo, el afecto, la emoción, las actitudes, la cognición y el comportamiento. La música puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y por lo general ayuda a sentirse más feliz y positivo. La positividad es clave cuando se hace ejercicio y, a menudo, la confianza puede ser la diferencia entre conseguir los objetivos o no.
- Los efectos psicofísicos de la música involucran respuestas sensoriales a procesos fisiológicos. En las investigaciones relacionadas con la música, esto involucra las percepciones del esfuerzo físico y, con mayor frecuencia, se mide a través de las calificaciones de la escala de esfuerzo percibido. De hecho, se ha encontrado que escuchar música mientras hace ejercicio puede reducir su tasa de esfuerzo percibido en un 12 % y mejorar su resistencia en un 15 %.
- Los efectos psicofisiológicos de la música se relacionan con la influencia de la música en una variedad de factores fisiológicos, como la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria.
- La música ejerce un efecto ergogénico cuando mejora el rendimiento físico, ya sea retrasando la fatiga o aumentando la capacidad de trabajo. Esto a menudo da como resultado niveles de resistencia, potencia, productividad o fuerza más altos de lo esperado. De hecho, algunos expertos creen que escuchar una buena lista de reproducción mientras hace ejercicio puede reducir los efectos de la fatiga hasta en un 10 %.
Por otra parte, al acompañar el entrenamiento y los entrenamientos con música, los investigadores han sugerido ensamblar una amplia selección de pistas familiares que cumplan con los siguientes seis criterios para lograr beneficios para el rendimiento:
- Ritmo fuerte y vigorizante
- Letras positivas que se asocian con el movimiento
- Patrón rítmico bien adaptado a los patrones de movimiento de la actividad atlética
- Melodías y armonías edificantes
- Asociaciones con el deporte, el ejercicio, el triunfo o la superación de la adversidad
- Estilo musical o idioma adecuado al gusto y la educación cultural del deportista